
Los presentes sucesos son un compilado arbitrario y caótico de los tiempos que se vienen.
Hoy en Geopolítica y Actualidad Nacional escriben Marco Stiuso y Ariel Duarte.
1 | La expansión proteccionista
2 | Una espera política
3 | Decreto Anti-industria
4 | Buenos Aires y Nación, un mismo método
5 | Salud Bicontinental
1 | La expansión proteccionista
“Me ha quedado claro que, si tengo que librar batallas internas, no puedo ser la mejor opción en esas elecciones». Con esa frase, Justin Turdeau se despedía de la posibilidad de reelección en Canadá el pasado 6 de enero.
El aumento en el costo de vida, el restringido acceso a la vivienda y el incremento masivo de la inmigración surgen como las principales causas de la presión ejercida desde el pueblo canadiense contra su gobierno.
Sin embargo, el problema de fondo del gobierno liberal canadiense se explica por su falta de entendimiento del Nuevo Orden Internacional. Por eso, la victoria de Donald Trump y sus anuncios de medidas arancelarias fueron el tiro de gracia para Turdeau.
Sin haber abandonado el cargo aún, el día de ayer, Turdeau se reunió con primeros ministros de las provincias de Canadá para tratar la respuesta a los posibles avances de la Casa Blanca. «Apoyo el principio de una respuesta proporcional dólar por dólar», declaró Turdeau, aunque en la declaración final del encuentro se aclara que, si las medidas del gobierno candiense afectan a las empresas de su país, se le compensaría con dinero a las empresas y sus trabajadores. La lógica del viejo mundo, la ideología de la guita.
Un gobierno finalizado y un rumbo desalineado con el Nuevo Orden Internacional. El combo perfecto para que su vecino, la primera potencia económico-militar del mundo que busca asegurar su interés nacional, encuentre tierra fértil.
Por eso, en una rueda de prensa en su residencia Mar-a-Lago, Donald Trump comenzó a referirse a la necesidad de incorporar Canadá como el “51° estado”. Con un territorio repleto de recursos naturales y sin el entramado industrial como el estadounidense, sumado a la importancia geopolítica por su conexión con el Polo Norte y sus fronteras con Estados Unidos, la Anexión de Canadá empieza a estar en boca de la dirigencia yanqui.
Sin embargo, no se trata del único caso de interés estadounidense por expandir y consolidar su área de influencia. Durante las últimas semanas, Donald Trump ha dejado en claro cuáles son los dos escenarios de primer orden para su próxima administración: Groenlandia y Panamá.
En el caso de Groenlandia, los términos son más picantes: cuestionar la soberanía de Dinamarca sobre el territorio. “Ni siquiera sabemos si Dinamarca tiene derechos legales sobre ella, pero, si los tienen, tienen que renunciar a ellos, porque los necesitamos por una cuestión de seguridad nacional”, fueron los dichos del propio Trump.
Por el momento, las herramientas a emplear no son más que las ya conocidas: la presión desde el plano comercial a través de los aranceles. Trump apuesta a la enormidad del mercado estadounidense y su atractivo para apalancar su política exterior. Sin embargo, estas cuestiones relacionadas al espacio geopolítico inmediato de Estados Unidos podrían asumir otra intensidad por su relevancia para el esquema de Trump.
En este sentido, el propio presidente electo compartió en sus redes una imagen que evidencia este esquema:
En su conferencia de prensa en Mar-a-Lago, cuando un periodista le preguntó si podía descartar el uso de la fuerza para asegurarse tanto Groenlandia como el Canal de Panamá, Trump contestó: “No me voy a comprometer a eso, no”.
En el caso del Canal de Panamá, Trump sumó una aclaración: ”lo necesitamos para nuestra seguridad económica”. Esto, debido al valor que el Canal tiene para el comercio internacional y la penetración de China en Latinoamérica.
Por su nivel de provisión de alimentos y energía, Latinoamérica será un espacio de disputa en la gran confrontación de Washington con Pekín. Las economías profundamente extranjerizadas y cuyo comercio exterior esté explicado en gran parte por las compras del gigante asiático, como lo es el caso de nuestra Nación, corren riesgo de ser un teatro de operaciones más en este tránsito hacia el Nuevo Orden Internacional.
La consolidación de Latinoamérica no es una preocupación nueva para Estados Unidos: ha sido un tema constante en su historia, que se remonta a la Doctrina Monroe en la década de 1820, cuando el peligro eran las naciones europeas. Hoy, ese lugar lo ocupa China.
2 | Una espera política
La noticia del cese al fuego en Gaza trajo más revuelo por las adjudicaciones geopolíticas que por sus certezas programáticas.
“Este épico cese al fuego sólo podría haber ocurrido como resultado de la Histórica Victoria de Noviembre, ya que muestra al mundo entero que mi Administración buscará la Paz y negociará para garantizar la seguridad de todo los americanos y nuestros aliados”. Así comienza el mensaje que Donald Trump publicó en sus redes.
Luego, explica por qué esto se debe a su accionar: “Con este acuerdo, mi equipo de Seguridad Nacional, a través de los esfuerzo del Enviado Especial a Medio Oriente, Steve Witkoff, continuará trabajando en conjunto con Israel y nuestros aliados para asegurar que Gaza no vuelva a convertirse en un lugar seguro para los terroristas JAMÁS”.
Por el contrario, en los medios de comunicación del globalismo anglosajón, se enaltece la figura de Biden, incluso sin siquiera nombrar a Trump. Tal es el caso de la BBC, que publicó una nota desarrollando los puntos del acuerdo.
El mismo consta de tres fases, y llega mientras la cifra de muertos por ataques israelíes en Gaza supera las 45.000 personas, dándose en el marco de las negociaciones mediadas por Qatar, Egipto y Estados Unidos.
Si bien el objetivo final del acuerdo es el alto al fuego permanente y la reconstrucción de Gaza, no hay certezas en el mediano y largo plazo, por lo que lo relevante es centrarse en la “primera fase” del mismo.
Este domingo 19 de enero se ejecutará el alto al fuego transitorio, dando inicio a una tregua de seis semanas durante la cual Hamas liberaría a 33 de los rehenes secuestrados en el ataque del 7 de octubre. Se excluye de este grupo a los hombres en edad de servicio militar.
Por su parte, Israel liberaría cientos de prisioneros palestinos y permitirá la mayor entrada de ayuda humanitaria y combustible a Gaza. También, el ejército israelí se retirará de las carreteras principales para permitir el regreso de los desplazados a sus hogares de Gaza, lo cual resulta paradójico al conocer que las viviendas han sido totalmente destruídas en casi todos los casos.
Al extremo sur, las tropas israelíes se mantendrán en algunas zonas del corredor Saladino (o Philadelphi), abriendo gradualmente el paso fronterizo de Rafah que conecta a Gaza con Egipto, a los fines de poder tratar enfermos y heridos en territorio egipcio.
Para las siguientes fases, Joe Biden explicó que, a partir del día 16 de la tregua, comenzará la negociación por el “final permanente de la guerra” y la devolución de todos los rehenes en manos de Hamas, tanto vivos como muertos. Por el lado de Israel, se liberarían todos los presos palestinos, menos aquellos que perpetraron el ataque del 7 de octubre pasado.
Desde el gobierno de Netanyahu afirmaron que las tropas israelíes sólo se retirarán completamente una vez liberados todos los rehenes secuestrados por Hamas. Luego de eso, incluso, se mantendrían zonas “tapón” en las fronteras de Gaza.
La fase tres implicaría la reconstrucción de Gaza y el establecimiento de un nuevo gobierno en el que, según la BBC, Israel se niega a que sea tanto de Hamas como de la Autoridad Palestina que gobierna Cisjordania.
Estas fases ya serían encaradas íntegramente por la Administración Trump, por lo que hace pensar que, si el acuerdo de esta semana es genuino, fue pensado en el marco del nuevo gobierno estadounidense.
3 | Decreto Anti-industria
Ayer se publicó en el Boletín Oficial el Decreto 33, por el cual se restringen las denominadas medidas antidumping, que en la época del globalismo constituyeron, junto con las barreras fitosanitarias y ambientales, las principales herramientas de política económica de los Estados Nacionales para proteger sus industrias locales.
Cuando se realizaba una medida antidumping, se consideraba que determinados productos importados eran comercializados a un precio por debajo del valor de mercado del país de origen, sea a partir de subsidios públicos o costos de mano de obra indignos, generando una competencia desleal que atenta contra la industria nacional.
Las medidas antidumping podían ser fundamento de imposición de aranceles especiales o mismo la prohibición de entrada de tales productos.
En general, muchas de estas medidas fueron promovidas en el comienzo del siglo contra los productos importados desde China, a partir del subsidio que el gigante asiático realiza en la exportación de su manufactura a fin de conquistar mercados externos.
Estas medidas eran aplicadas sobre todo a las manufacturas de consumo popular, desde bicicletas hasta electrodomésticos, que acá en Argentina también se fabricaban.
Con el nuevo decreto publicado el día de ayer, las medidas antidumping ya no podrán ser ilimitadas contra determinada línea de productos y tendrán una duración máxima de 3 años con sólo una posibilidad de prórroga por 2 años.
Asimismo, se estableció que las investigaciones que originan las medidas serán más rápidas, pasando de un plazo de 12 meses a 8, y que las investigaciones pasarán a realizarse en la Comisión Nacional de Comercio Exterior y ya no en la Secretaría de Comercio y de Industria.
Por otro lado, el criterio de las medidas dejará de ser el de la protección de la industria y el trabajo nacional para dar lugar a la intervención de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia y de la Subsecretaría del Consumidor del Ministerio de Economía, que analizarán los casos “para garantizar que las decisiones consideren tanto el interés público como el de los consumidores”.
Vale aclarar que el levantamiento de medidas antidumping comenzó ya desde 2014 en la Argentina, con los cambios efectuados en el gabinete económico y en la Secretaría de Comercio.
El criterio que rige desde entonces es el de considerar que la competencia de productos más económicos favorecerá la reducción de precios de los productos de la industria local. Sin embargo, lo que no se tiene en cuenta son los costos de producción y comercialización, que muchas veces mientras en el país se ven encarecidos por el sistema impositivo y el precio de la energía, en las potencias extranjeras se los subsidia para poder conquistar mercados externos.
Según datos de la Comisión Nacional de Comercio Exterior, en 2024 Argentina contaba con 298 medidas antidumping, siendo el cuarto país en el mundo con estas disposiciones, por detrás de India, Estados Unidos y la Unión Europea.
Las investigaciones deberán ser solicitadas por productores nacionales que representen el 50% de la producción nacional.
En datos recientes del Indec, la industria nacional trabajó en noviembre sobre el 62,3% de su capacidad instalada, 4,1 puntos por debajo del mismo mes en 2023, y por debajo del 63,2% de octubre de 2024.
Si bien este porcentaje parecería ser auspiciante de una posible futura recuperación, como toda estadística resulta engañosa: se explica principalmente por el sector energético, que en la refinación trabaja al 82,1% de su capacidad, mientras que en los sectores textiles se encuentra al 48,2%, en la metalmecánica al 50% y en el caucho y plástico al 46,8%.
En un contexto donde la industria nacional se encuentra paralizada salvo en los sectores ligados a la economía extractiva de la energía y minerales, el decreto 33/2025 será recordado como un paso decisivo para quienes buscan todavía su extinción.
4 | Buenos Aires y Nación, un mismo método
En uno de nuestros artículos hemos analizado cómo el sistema de la timba y la especulación reina en la clase política tanto sobre neoliberales, como progresistas y ahora anarcocapitalistas.
Por otro lado, también hemos comentado cómo la pax financiera que asistimos es la calma previa al huracán, en tanto se sostiene con un nivel de endeudamiento público que en un año superó los primeros 3 del gobierno de Cambiemos, el que más había endeudado a la Argentina.
Lejos han quedado ya las declaraciones del Presidente en campaña sobre que endeudarse era un crimen contra las futuras generaciones, y poco queda ya del relato de la principal gobernación de la Argentina, que en un reciente informe sobre la deuda de las provincias ha demostrado utilizar el mismo método que la nación para sostener su política pública: la deuda.
La consultora Politikón Chaco realizó un informe sobre los vencimientos de deuda en moneda nacional y extranjera de cada provincia, así como también las emisiones de nueva deuda de las mismas.
Al analizar las jurisdicciones provinciales, el 60% de los vencimientos se concentraron en la Provincia de Buenos Aires, por la suma de 2.672.858 millones de pesos, luego le siguen Chaco con el 9% y Córdoba con el 8%. La mayoría de esa deuda se correspondía a Letras, es decir, deuda de corto plazo que había emitido la misma gestión.
Sin embargo, al observar las emisiones de deuda, se constató que la Provincia de Buenos Aires concentró el 67% del total de las emisiones de deuda pública de las provincias, luego le siguió Chaco por el 14% y Córdoba con un 9%.
Si bien es cierto que el gobierno de Milei realizó un recorte del 76% real interanual de las transferencias no automáticas de presupuesto, es decir, el menor nivel en los últimos 20 años, la deuda emitida supera ampliamente la proporción de población de Buenos Aires respecto del país (38,15%) o de su superficie (11,06%).
5 | Salud Bicontinental
La historia soberana de nuestra Nación en la Antártida sigue escribiendo sus páginas. Uno de los proyectos actuales en la Base Petrel nos llena de orgullo: la construcción del primer Hospital Conjunto Antártico.
La planificación del proyecto estima su realización para el año 2031. Se trata del primer hospital de estas características, ya que contará con un módulo científico, dos pistas de aterrizaje y un muelle, y permitirá asistir a pacientes de mediana y alta complejidad e incluso realizar terapias intensivas. Hasta el momento, la infraestructura de sanidad en la Antártida se limita a enfermerías, obligando a los casos graves a trasladarse fuera del Continente.
Por eso, se trata de “un proyecto muy importante para el país porque es una manera de ejercer soberanía”, tal como lo indica Graciela Kapko, una arquitecta oriunda de Misiones que se encuentra en la Base Petrel a cargo de la coordinación.
“Como misionera y como argentina, la verdad es que es un gran honor y un orgullo poder hacerme cargo o formar parte de este equipo porque es un equipo de trabajo interdisciplinario, muy grande, con personal de las tres fuerzas“ comenta Kapko.
Estas declaraciones son resultado del involucramiento de las Fuerzas Armadas, los técnicos de la población civil, el Astillero Tandanor y el conjunto del pueblo argentino que continúa haciendo valer su identidad bicontinental.
Las barreras que el proyecto presenta se refieren, lógicamente, al plano logístico y climático. “Todo el material debe ser armado en los talleres en Tandanor, verificado, desarmado y luego trasladado al continente blanco en el rompehielos Almirante Irízar” aclara Kapko. Por el lado climático, sólo se puede trabajar en territorio durante los meses de verano, lo que condiciona toda planificación de proyectos de construcción en la Antártida.
En términos geopolíticos, el hospital también representará un punto de soberanía y articulación de la presencia argentina, ya que no sólo podrá albergar a 120 personas, sino que será un punto clave para las operaciones científicas y logísticas en la zona.