
Los presentes sucesos son un compilado arbitrario y caótico de los tiempos que se vienen.
Hoy en Geopolítica y Actualidad Nacional escriben Marco Stiuso y Ariel Duarte.
1 | Buscar la paz
2 | Inteligencia espiritual
3 | El ingrediente imposible
4 | La autodestrucción del esquema
5 | Júbilo popular
1 | Buscar la Paz
Luego del debate presidencial en los Estados Unidos en un contexto de definiciones a lo largo y ancho del mundo respecto a las tendencias del Nuevo Orden Internacional, un evento histórico ocurrido esta semana le puso más condimento a un momento clave de este cambio de era que transitamos.
El intento de magnicidio contra Donald Trump durante su discurso en un acto de campaña incide más por el impacto en su imagen de cara a las elecciones, que por la necesidad de explicar por quién, por qué y cómo se dió.
La imagen de Trump con su rostro ensangrentado, puño en alto y de pie luego de recibir un impacto en su oreja regaló una postal para los libros de historia, cargando de épica y patriotismo a un candidato que parece enfilar nuevamente hacia la Casa Blanca.
Los videos del momento en el que Trump se levanta y se retira rodeado de guardaespaldas luego de arrojarse al piso al escuchar los disparos, al grito de “¡luchen, luchen, luchen!” mientras la gente gritaba el nombre de su país, dieron vuelta al mundo como una muestra de fortaleza y bravura del líder republicano.
Este hecho, aseguran consultoras y medios de todos los colores, inclina la balanza a favor de Trump cuando las encuestas daban un resultado muy parejo con Joe Biden, ya que, a pesar del flojo desempeño del demócrata en el debate, Trump parecía consolidar una base dura sin llegar a nuevos sectores del electorado.
La ventaja de Trump en la recta final no se explica solo por este hecho y su épica, sino también por el declive de su contrincante. Después del debate, en un contexto en el que su capacidad cognitiva viene siendo criticada desde hace tiempo, Biden regaló nuevos momentos de lapsus mentales vergonzosos.
Estos escenarios han sido la gota que rebalsó el vaso para muchos demócratas, que comenzaron a agitar los pedidos de renuncia de Biden a la candidatura presidencial denunciando su incapacidad para ocupar la presidencia de la primera potencia mundial.
Luego de explicar que su performance penosa en el debate se debió a una gripe (a pesar de haber dado sin problemas un discurso preparado al día siguiente), Biden fue entrevistado cara a cara durante media hora, afirmando con lucidez que “sólo el todopoderoso” podría forjar su renuncia.
Sin embargo, no tardó en regalarnos otro episodios de sus “bloopers”. En la conferencia de cierre de la cumbre de la OTAN en Washington, antes de dar la palabra al invitado Zelenski, Biden lo presentó al son de “damas y caballeros, presidente Putin”, confundiéndose con su enemigo. Para colmo, que no aclare que oscurece: intentando corregir su error, Biden explicó su desliz afirmando que estaba muy “concentrado en vencer a Putin”.
Con este broche de oro, los días catastróficos de Biden dieron lugar a una interna abierta en el partido demócrata en torno a los pedidos de renuncia de su candidatura. Más de 10 legisladores y referentes del espacio pidieron que el presidente se haga a un lado de la carrera por la Casa Blanca. Algunos de ellos fueron la congresista Angie Craig, el representante de Texas en la Cámara Baja Lloyd Dogget, el miembro de la Cámara de Representantes Jim Himes, e incluso el senador Peter Welch. Además, algunos medios estadounidenses informaron que el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jaffries, organizó una reunión con referentes del partido para discutir la candidatura.
Quienes sueltan la mano de Biden no están solo en los pasillos de las legislaturas. También, importantes donantes de su campaña, organizaciones políticas y ONG ‘s vinculadas al partido demócrata han dado la espalda a la candidatura del actual presidente luego de estos episodios.
Uno de ellos fue Gideon Stein, financista de ONG ‘s yankees que participan de la campaña presidencial, quien informó a The New York Times que retuvo U$S 3,5 millones para estas organizaciones, que serían desembolsados si Biden deja su candidatura a otro demócrata.
Sin embargo, el alto liderazgo demócrata, en cabeza de la vicepresidente Kamala Harris y de algunos nombres que sonaban como posibles reemplazos, han respaldado a Joe Biden en una carrera que parece tornarse cada vez más difícil en la recta final hacia las elecciones.
Además de ganar ventaja en este tramo decisorio, Trump cuenta con un punto a favor en la resolución de una cuestión clave para el reordenamiento geopolítico global: la Guerra de Ucrania.
En un contexto de consolidación de la avanzada rusa y puesta en escena de un falso apoyo total de Estados Unidos y Europa a Ucrania, surge un actor que hasta ahora parecía estar en un segundo plano, y que de repente está en el centro de la escena geopolítica. Se trata de Viktor Orbán, el presidente de Hungría.
Tildado por los medios globalistas del Viejo Continente como un aliado de Putin y condenado por su reticencia a apoyar a Zelenski, Orbán asumió esta semana la presidencia rotativa de la Unión Europea, poniendo en el centro de su mandato lograr un alto al fuego en Ucrania y afirmando que “si nosotros, los europeos, no conseguimos detener esta guerra, seremos vestidos, en los próximos dos meses, de pérdidas y acontecimientos militares más dramáticos que nunca”.
La realidad es que, a la hora de jugar las cartas en Europa, Hungría tiene un protagonismo mayor al que se pretende dar desde las potencias del continente. La pertenencia de Hungría a la OTAN, sumada a su participación en la Unión Europea, le da el poder a Orbán de bloquear iniciativas de apoyo a Kiev y aliento al conflicto.
La gran noticia de la semana ha sido la primera gira diplomática de Orbán desde que asumió la presidencia de la UE. Un día después de ello, inició un viaje que incluyó reuniones con los protagonistas del conflicto y los principales actores mundiales.
El primero en recibirlo fue el propio Zelenski, a quien Orbán instó a “considerar un rápido alto al fuego”, pidiéndole que “pensara si se puede revertir el orden y acelerar las conversaciones de paz estableciendo primero un alto el fuego” ya que para el presidente húngaro “un alto el fuego vinculado a una fecha límite daría la oportunidad de acelerar las conversaciones de paz».
Aunque desde la postura de Kiev resulta difícil abordar una propuesta de paz que no incluya la devolución del control de Crimea y el extremo este de su país, Zelenski dijo públicamente que deseaba al nuevo presidente de la Unión Europea “eficacia en la promoción de nuestros valores, objetivos e intereses europeos compartidos», afirmando que, “mientras avanza en su camino hacia la UE, Ucrania está dispuesta a contribuir a estos esfuerzos y fortalecer nuestra Europa”.
Lo cierto es que, más allá del alejamiento de Orbán de la cosmovisión reinante en Francia y Alemania (los de mayor peso histórico en la UE) y de su acercamiento con Putin, Zelenski sabe que Orbán puede llegar a tener la clave en muchas de las acciones que Ucrania requiere del Viejo Continente. Así lo evidenció, al declarar que “la posición de Hungría es importante para nosotros cuando se trata de acercar la paz y la seguridad regional común”.
Luego de visitar a Zelenski, Orbán siguió con su clase de política internacional al reunirse con Vladimir Putin, con quien había estado mano a mano en 2022, poco tiempo antes del inicio de la Guerra de Ucrania. Incluso, se trata del primer líder de la Unión Europea en visitar Moscú desde el estallido.
Según informó el asesor de la presidencia de Rusia, Yuri Ushakov, el conflicto con Ucrania fue uno de los temas principales de la reunión, en la cual “también se habló de las cooperación bilateral”.
Putin dijo que Rusia estaba «siempre abierta a la discusión» para una solución política, aunque afirmó que el Kremlin mantiene fijos sus términos (anexión de Crimea y los territorios del este, desarme y abandono a la intención de ingresar a la OTAN), inconciliables por el momento con los de Kiev.
Por su parte, el secretario de prensa de Orbán enalteció el rol del presidente de Hungría en este contexto, afirmando que “las conversaciones con el presidente Putin en el Kremlin se centraron en el acuerdo con Ucrania y las relaciones bilaterales, enfatizando la posición única de Hungría para comunicarse con ambas partes en conflicto».
El viaje siguió a China. Luego de reunirse con Putin, quien recibió a la estrella geopolítica de la semana fue Xi Jinping, con quien también abordó la cuestión de la guerra en Ucrania y la posibilidad de vislumbrar un alto al fuego. En este caso, la respuesta fue en términos de la confrontación con Estados Unidos, o eso parece mostrar la frase esgrimida por el presidente chino: “sólo cuando todas las grandes potencias ejerzan una influencia positiva en lugar de negativa podrá surgir un atisbo de alto el fuego en este conflicto lo antes posible”.
Después de visitar China, a Orbán le faltaba el último actor clave para la definición del Nuevo Orden Internacional: Estados Unidos. En este caso, lo llamativo es que, en línea con lo mencionado anteriormente en referencia al escenario pre elecciones en el país norteamericano, Orbán parece jugársela por quien considera que estará al frente de Washington en breves.
Luego de reunirse con el presidente de Ucrania, el presidente de Rusia y el presidente de China, el húngaro tomó otra decisión en territorio estadounidense. En vez de reunirse con el presidente Biden, se reunió con el que pica en punta para la mesa chica del mundo: Donald Trump.
El candidato republicano lo recibió en su mansión de Florida, donde, según Orbán, “hablaron de cómo pueden lograr la paz” afirmando que “la buena noticia del día es que Trump resolverá el problema”, dando por hecha su victoria en los comicios de este año.
La gira de Orbán agitó el avispero en la Unión Europea, ya que los viajes fueron sin previo aviso y sorprendieron a toda la política internacional. Incluso, el presidente húngaro tuvo que abandonar anticipadamente la cumbre de la OTAN para su reunión con Donald Trump.
Esto le valió críticas dentro de la Unión Europea. Ursula Von der Leyen, presidente de la Comisión Europea, criticó las acciones de Orbán afirmando que “el apaciguamiento no detendrá a Putin”, y bregando por una unión en la postura europea frente al conflicto.
Por su parte, la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, informó que lo hecho por Orbán provocó «irritaciones» en la UE, aunque aclaró que “el jefe de política exterior de la UE es el responsable de la política exterior” del bloque. Josep Borrell, a quien se refiere Baerbock, declaró que el mandatario húngaro no representa al bloque “de ninguna manera”.
Justamente, ese es el quid de la cuestión. Viktor Orbán, a pesar de iniciar su gira un día después de asumir la presidencia rotativa de la UE, no ha hecho ninguna declaración ni se ha anunciado en ninguna visita como representante del bloque, sino que todo lo hecho por él durante este semana fue a título de presidente de Hungría.
De hecho, el propio canciller alemán, Olaf Scholz, bajó los humos a las críticas que incluso hizo su propia ministra de asuntos exteriores, afirmando que no corresponde el involucramiento de la Unión Europea en los planes de viaje de los mandatarios de sus países, añadiendo que “es importante que todo el mundo tenga claro que el primer ministro húngaro actúa como tal». En este sentido, Macron, dijo que las visitas de Orbán no comprometen de ninguna manera a los líderes del bloque, aclarando que “no recibió ningún mandato”.
A fin de cuentas, la presidencia rotativa de la Unión Europea le da a Orbán un mayor protagonismo en los medios internacionales y en la mirada de quienes siguen de cerca la geopolítica, a la vez que el abren las puertas a la proyección de su propia imagen como quien busca la definición de un esquema pacífico de transición al Nuevo Orden Internacional que, con una posible victoria de Trump, parece acercarse.
2 | Inteligencia espiritual
El Papa Francisco nos marca el camino hacia un futuro de armonía y desarrollo íntegro del ser humano. Ahora, lo acompaña la unidad del mundo espiritual.
La Pontificia Academia por la Vida del Vaticano, junto con Religiones por la Paz de Japón, el Foro de Abu Dhabi por la Paz de los Emiratos Árabes Unidos y la Comisión para las Relaciones Interreligiosas del Gran Rabinato de Israel organizaron la cumbre global “Ética de la IA por la paz”, que se llevó a cabo entre el 9 y el 10 de julio.
Este histórico evento fue realizado en el Parque de la Memoria y la Paz de Hiroshima, cargada de simbolismo, y tiene su génesis en el reciente discurso de Francisco en el G7, donde abordó la cuestión de la inteligencia artificial en el desarrollo del ser humano y sus peligros de cara al futuro.
En este caso, 16 representantes de 11 religiones de todo el mundo, incluyendo al judaísmo, cristianismo, el islam, el budismo, zoroastrismo, entre otras expresiones, se reunieron para abordar en conjunto y desde la especificidad de cada expresión. Más de 150 participantes nutrieron la mesa de espiritualidad. Allí, el día 9 de julio, firmaron un documento promovido por el Vaticano, titulado “Llamamiento de Roma para la Ética de la Inteligencia Artificial”, que guía la aplicación de la inteligencia artificial desde la ética y con foco en el ser humano.
La cumbre continuó el día siguiente, donde se agregó un nuevo documento que exhorta a toda la comunidad internacional a resolver por medios pacíficos los contrastes que la IA genera y cesar los conflictos armados que la misma facilita. Este segundo documento fue firmado también por grandes corporaciones tecnológicas, como Microsoft, IBM y Cisco.
El Papa Francisco envió su mensaje a la cumbre, poniendo nuevamente el acento sobre el peligro que puede significar la IA si esta no es dominada por el ser humano con eje en el desarrollo de la comunidad, y alertando principalmente sobre el uso de las armas letales autónomas. También, retomó su histórico discurso frente al G7 y destacó la “necesidad de garantizar y proteger un espacio de control humano significativo sobre el proceso de elección de los programas de inteligencia artificial” ya que de ello “depende la propia dignidad humana”. Como conclusión, mostró su esperanza de que esta cumbre sea el puntapié inicial para convertirse en “un instrumento de paz para el mundo”.
Por su parte, el presidente del Foro por la Paz de Abu Dhabi, Abdallah Bin Bayyah, señalo que “la cooperación, la solidaridad y el trabajo conjunto son necesarios para abordar la evolución de la inteligencia artificial, en la que se entremezclan intereses, perjuicios y beneficios, para garantizar que sus sistemas y productos no sólo sean técnicamente avanzados, sino también moralmente sólidos».
Lo acontecido en Hiroshima nos regala una señal y un mensaje del mundo espiritual para nuestras generaciones y las venideras.
3 | El ingrediente imposible
La industrialización del país depende de cuatro grandes costos, algunos de ellos relacionados entre sí. Para un país de pleno empleo que produce lo que consume y comercializa con el mundo bienes con valor agregado, es indispensable contar con alimento barato, energía barata, crédito barato y transporte barato.
El alimento barato garantiza que los salarios industriales recuperen su poder adquisitivo y destine su excedente al desarrollo del mercado interno.
El crédito barato permite la posibilidad de financiar los proyectos de inversión productivos que el mercado interno demanda, en tanto los grandes capitales apuestan a grandes proyectos que garantizan rentabilidad de corto plazo, mientras que los talleres y fábricas que alimentan los puestos de trabajo más valiosos, se valen de hombres y mujeres del trabajo y la producción que no cuentan con el capital suficiente para emprender una nueva industria.
La logística barata facilita la posibilidad de distribuir y comercializar la producción industrial a un costo que pueda competir con manufacturas de otras regiones.
Ahora bien, la clave fundamental de la industria es decididamente la energía, en tanto es el combustible principal para facilitar no sólo el alimento y la logística barata, sino para posibilitar que el principal costo de encender las máquinas no derive en un costoso producto final.
El esquema económico del presente es una continuidad de diez años de una economía atada de pies y manos a la especulación financiera y la renta de productos primarios. Parecería ser que existe un consenso político en que la única salida del país es conseguir dólares, una enfermedad que es injustamente achacada a la sociedad argentina, cuando es una constante de la propia dirigencia política en la formulación de la política económica.
Los aumentos en el precio de la energía comenzaron en 2014, con la devaluación y la liberalización del precio del combustible promovida por el entonces presidente de YPF, Miguel Galuccio. Luego le tocó a las tarifas, que comenzaron con aumentos en la gestión de Aranguren al frente del Ministerio de Energía del gobierno de Cambiemos, luego con la segmentación energética acordada con el FMI en 2022 y por último con las recientes liberalizaciones del precio del combustible y las tarifas del presente gobierno.
Impera una lógica, la de no hacer costos. Los combustibles y las tarifas son alineadas al precio internacional en dólares, una coincidencia entre el progresismo o la socialdemocracia y los neoliberales. Sin embargo, la energía se produce en Argentina, con reservas que nos permiten exportar excedente por más de 20 años.
Hemos llegado al absurdo de este presente industricida que vivimos, en el cual Argentina tiene los precios de combustibles más caros que Brasil, nuestro principal competidor industrial en la región. Nuestra nafta se comercializa a 1,13 dólares el litro, mientras que Brasil lo mantiene a 1,07 dólares. En el caso del gasoil, el insumo más importante de la logística y la producción industrial, somos el segundo país más caro de la región, mientras que nuestro precio se ubica en 1,23 dólares el litro (en 2011 estaba en 60 centavos de dólar), Brasil lo mantiene en 1,08 dólares. Nuestro precio de gasoil se asemeja al de Uruguay, que debe importar su combustible.
De todos modos, el desplome de las ventas de combustible de los últimos meses demuestran la depresión económica que asistimos, cuya última postal fue el anuncio de un paro por parte de la Unión Obrera Metalúrgica en Acindar, Villa Constitución, donde las suspensiones y despidos son moneda corriente en una de las principales acerías del país.
4 | La autodestrucción del esquema
Las inconsistencias del esquema financiero del Ministerio de Economía y el Banco Central escriben un nuevo capítulo de su triste final, que nos ha costado cientos de miles de puestos de trabajo y millones de personas en la pobreza extrema.
La nueva estrella del mercado financiero se llama “LeFi”, cuyo lanzamiento fue programado para el próximo 22 de julio, día que se pretende reemplazar la bola de deuda del Banco Central en pesos nacida en 2014 y profundizada en los gobiernos siguientes.
La deuda había nacido como una herramienta de política monetaria de la entidad reguladora del sistema financiero.
Mientras el Banco Central autorizaba la emisión de pesos para financiar al Tesoro Nacional por su gasto o su endeudamiento excesivo, absorbía a través de letras el excedente de pesos que inundaban los bancos. El objetivo era «evitar que subiera la inflación», aunque el efecto era un aumento en las tasas de interés, es decir, el precio de cualquier crédito, lo cual hacía imposible cualquier proyecto industrial o el acceso a la vivienda.
El segundo efecto era igual de nocivo y explosivo, al tomar deuda de corto plazo para absorber los pesos del sistema financiero, al momento de renovar se incubaba una bomba: o los bancos aceptaban colocar los pesos en nueva deuda del Banco Central, o se volcaban al mercado con el riesgo de un abrupto salto del dólar. La solución era adictiva: acortaban los plazos de la deuda y subían la tasa de interés. El corolario de esta fiesta que originó varias bicicletas financieras, fue la conversión de la deuda del Banco Central a Pases con vencimiento a 1 día y tasas que superaban el 100% anual, es decir, todos los días se capitalizaba una deuda que cada año se multiplicaba varias veces.
La nueva solución del gobierno entrante fue migrar la deuda del Banco Central al Tesoro de la Nación, es decir, ya no una deuda cuasifiscal de la entidad monetaria, sino una deuda financiera del propio Poder Ejecutivo a cargo de las arcas públicas. Las deudas públicas subsisten, pero cambian de mano.
Después de varios meses de migrar los Pases hacia letras del Tesoro capitalizables (Lecap), el esquema generó una ganancia descomunal en los bancos, en tanto los intereses de la deuda en pesos rendía a más del doble del ritmo de devaluación del dólar oficial.
Tras la aprobación de la Ley Bases, lo que desde el gobierno se denomina la Fase 2, desde el mercado se lo trata como un nuevo manotazo de ahogados de deuda. Se pretende ahora incurrir en una nueva novedad técnica que da por finalizada la teoría liberal en cuanto a la independencia que debía tener el Banco Central.
En esta nueva fase se prevé la intervención del Banco Central en el mercado secundario del dólar (a través de la compra y venta de activos que varían según el Contado con Liquidación, CCL), a fin de regular el tipo de cambio, lo mismo que se criticaba años antes. Anticipan la utilización de 2,5 billones de pesos obtenidos mediante deuda, a fin de evitar la suba del tipo de cambio paralelo.
El riesgo de la nueva intervención del Banco Central en el dólar financiero implica frenar la suba del tipo de cambio, exactamente lo contrario a lo que solicitan tanto desde los sectores exportadores como del Fondo Monetario Internacional. Este último en su comunicado oficial anticipó una medida que desde el gobierno niegan: levantar las restricciones cambiarias a fines de este mes.
El gobierno vuelve a incurrir en la misma maniobra que condenó al FMI en 2018 cuando solicitó la expulsión del actual ministro de la presidencia del Banco Central. En su momento Caputo vendía los dólares del préstamo del FMI a fin de bajar el tipo de cambio y garantizar la salida de sus amigos de los bonos en pesos que antes les había vendido. Ahora el gobierno pretende timbear los dólares de la exportación con el mismo objetivo.
La segunda medida que se implementará es la creación de un nuevo tipo de deuda en manos del Tesoro, que significará una intervención directa en la política monetaria del Banco Central. Se crearán las Letras Fiscales de Liquidez (LeFi), con la cual se pretende pasar el remanente de deuda del Banco Central en pases por 14 billones de pesos, a una deuda en manos del Tesoro que tendrán un año de plazo, y se capitalizarán con la Tasa de referencia del Banco Central (actualmente en el 40%).
Por otro lado sigue el drama de los famosos “Puts”, que son opciones con las que cuentan los Bancos para vender la deuda que les debe el Tesoro y el Banco Central les asegura la compra de tales bonos. Según las estimaciones oficiales los Puts ascienden todavía a 17 billones de pesos. El riesgo es que frente a una corrida los bancos decidan pedir sus Puts y el Banco Central no contará con los pesos suficientes para afrontar los pagos, que luego significarán una suba del tipo de cambio si ese dinero se vuelca a la divisa.
Según la Comunicación A 8060, el “Día D” es el final de los Pases del Banco Central y la migración a la nueva deuda en manos del Tesoro Nacional, es decir, de la Administración Pública Nacional. Las entidades financieras podrán comprar las LeFi todos los días y vender total o parcialmente, en paralelo, sus tenencias de deuda con el Banco Central. Por las dudas, los bancos se aseguraron que en la regulación serán las únicas personas permitidas a la hora de negociar la nueva deuda pública a partir del 22 de julio.
El esquema se contradice con sus propios postulados teóricos. Hoy por hoy, reina el cepo, la intervención en el mercado de cambios y la intromisión total del Ministerio de Economía en la política monetaria del Banco Central.
5 | Júbilo popular
En momentos de depresión económica, en la antesala de la hiperinflación y en los tiempos más oscuros de nuestra Patria, el glorioso deporte argentino abraza al Pueblo de nuestra Nación.
Con un sentir nacional y una mística que trasciende toda diferencia ideológica, la querida e histórica “Scaloneta” nos regaló otro momento de unión y celebración con la victoria frente a Colombia para ganar una nueva Copa América, competencia que nuestro país lidera con amplia diferencia sobre el segundo, Brasil.
La lógica de conjunto de la selección argentina, el trasvasamiento generacional entre las leyendas del fútbol y las jóvenes promesas, y su cercanía y sencillez en cada declaración y acción generan la identificación total del pueblo con sus representantes en el 11 vs 11.
Cientos de miles de argentinos salieron a las calles en la madrugada de un lunes frío, dejando de lado toda coyuntura deprimente e individualizante para fundirse en el abrazo común. El júbilo del Pueblo argentino resalta el espíritu criollo y el talento que anida en nuestro suelo.