Estimado lector, a continuación, se presenta un resumen de dos trabajos académicos que fueron expuestos en las XII Jornadas sobre el Pensamiento de Rodolfo Kusch, celebradas en la Universidad de Lanús, así como en el II Congreso del Pensamiento Nacional Latinoamericano, realizado en la Universidad Nacional de La Plata.
El mundo atraviesa momentos de gran agitación, lo que ha llevado al autor de este texto a considerar relevante elaborar un resumen de diversas investigaciones y reflexiones sobre la situación actual. El objetivo es hacer estas ideas accesibles al público, fomentando así un debate constructivo que incentive al ser humano a abandonar y destruir el actual sistema de perversión.
Si está interesado en acceder a los trabajos completos, puede encontrarlos en línea bajo los siguientes títulos en la red. El primero se titula “La mercantilización del hombre por el mundo virtual”, mientras que el segundo lleva por nombre “La era digital: una nueva forma de dominación sobre la humanidad”.
Sin más que añadir, espero que disfrute de la lectura.
La era digital: una nueva forma de dominación sobre la humanidad
La economía moderna es dirigida. O la dirige el Estado o la dirigen los poderes económicos. Estamos en un mundo económicamente organizado por medidas políticas, y el que no organiza su economía políticamente es una víctima. El cuento de la división internacional del trabajo, con el de la libertad de comercio, que es su ejecución, es pues una de las tantas formulaciones doctrinarias, destinadas a impedir que organicemos sobre los hechos nuestra propia doctrina económica. Arturo Jauretche
El imperialismo internacional del dinero y la tecnología digital
A lo largo de la historia, diversos pensadores han analizado la capacidad del sistema capitalista para expandirse, advirtiendo en sus reflexiones sobre las graves repercusiones que este modelo puede acarrear en la vida diaria de las comunidades.
Es notable que, a medida que el capitalismo se consolida con su capital privado, logra ofrecer beneficios tanto a las comunidades nativas que lo adoptan como a aquellas de otras regiones. Frente a esto, uno de los argumentos que se puede esgrimir es que el capitalismo ha sido, es y seguirá siendo un sistema revolucionario, orientado a transformar tanto la vida material y espiritual de los individuos. Sin embargo, este objetivo aparentemente positivo resulta en la destrucción de la existencia humana, una idea que Karl Marx (2012: 42) expone de manera clara en el Manifiesto Comunista:
Una revolución continua en la producción, una incesante conmoción de todas las condiciones sociales, una inquietud y un movimiento constantes distinguen la época burguesa y enmohecidas, con su cortejo de creencias y de ideas veneradas durante siglos, quedan rotas; las nuevas se hacen añejas antes de llegar a osificarse. Todo lo estamental y estancado se esfuma; todo lo sagrado es profanado, y los hombres, al fin, se ven forzados a considerar serenamente sus condiciones de existencia y sus relaciones recíprocas.
Espoleada por la necesidad de dar cada vez mayor salida a sus productos, la burguesía recorre el mundo entero. Necesita anidar en todas las partes, establecerse en todas partes, crear vínculos en todas partes.
Con gran sentimiento de los reaccionarios, ha quitado a la industria su base nacional. Las antiguas industrias nacionales han sido destruidas y están destruyéndose continuamente. Son suplantadas por nuevas industrias, cuya introducción se convierte en cuestión vital para todas las naciones civilizadas, por industrias que ya no emplean materias primas indígenas, sino materias primas venidas de las más lejanas regiones del mundo.
Además, si se hace referencia al análisis de Weber sobre el capitalismo, según él, es un sistema económico en el que las empresas y los individuos buscan maximizar sus beneficios a través de la producción y venta de bienes y servicios. Distinguiendo que este sistema busca el beneficio no solo para el individuo, sino para toda la sociedad.
No obstante, su interpretación del capitalismo moderno ha quedado obsoleta en la actualidad, ya que por el mismo desarrollo del sistema se destaca el fenómeno del Imperialismo internacional del dinero, un concepto que fue abordado de manera exhaustiva por el papa Pío XI en su encíclica Quadragesimo Anno de 1931.
Por lo cual, por un fundamentalismo y el dogma de un laissez faire mundialista y hegemonía del capital transnacional, provocó que el progreso indefinido del capitalismo registre en la centuria actual un número de esclavos superior al de cualquier otra época. Pues varias organizaciones internacionales sostienen que más de 25 millones de mujeres, hombres y niños viven en condiciones de esclavitud, es decir, tres de cada mil habitantes en el planeta.
En el continente europeo, América del Norte y Asia, más de un millón y medio de personas se encuentran en la esclavitud. Ni hablar en Hispanoamérica; aquí la cifra de víctimas de trabajos forzosos se eleva a más de un millón ochocientas personas.
Ni hablar de que el 1 % más rico acumula casi el doble de riqueza que el resto de la población mundial en los últimos dos años, según el informe llamado La ley del más rico, en donde la riqueza de los milmillonarios aumentó de manera acelerada.
En este análisis, también es fundamental mencionar los nuevos becerros de oro, un concepto que se describe con claridad en la Biblia, cuando Moisés desciende del monte Sinaí y encuentra a su pueblo rindiendo culto a un dios alternativo.
Esta supuesta deidad, que el pueblo hebreo pidió al hermano de Moisés, Aarón, que lo elabore en aquel entonces, puede ser comparada en la actualidad con los dispositivos móviles, las redes sociales y los progresos de la inteligencia artificial, ya que hoy desempeñan la función divina de estar vinculados a la conexión espiritual de los individuos.
En la actualidad, tales reductos cibernéticos están conformados por noticias falsas, vulgarización cultural, disputas sin sentido y obscenidades, además de otros placeres individuales gestados por la lujuria de la mundialización tecnológica.
Los humanos mercantilizados y descartados
La gran masa anestesiada se revuelca en egoísmo. Y sí le encuentro un sentido, se ha entregado al escapismo. ¡No! No echen. Sobre mí, su error. ¡No! No tapen la luz. Con la enorme cruz de su desviación. Ricardo Iorio
Es ineludible abordar las graves repercusiones que la reciente revolución tecnológica está generando en la crisis actual que enfrenta la humanidad. Un fenómeno cada vez más visible en plataformas como Tik Tok es la viralización de videos donde las niñas aparecen bailando canciones obscenas que expresan “hoy se bebe, hoy se gasta, hoy se fuma como una rasta ¡Si dios lo permite, si dios lo permite”, u otros bailes con ciertas letras que demuestran tener una connotación sexual.
Este proceso inicia como una publicación ingenua, pero al fin y al cabo termina exponiendo a las niñas al uso peligroso de su imagen, donde fácilmente la imagen reproducida puede ser compartida por un usuario a miles de otros en el mundo. Logrando normalizar su hipersexualización y debilitando las fronteras de protección de la infancia.
Hace unos meses se hizo conocido el caso del niño de Mateo, el niño viral de TikTok, el pequeño que conquistó las redes con su icónica frase “No me importa, yo guapo”. Luego de esto, los padres lo enviaron a participar en programas de televisión, sino que también lanzó su propia canción y colaboró con varios influencers. A raíz de su pronta exposición, continúo haciendo presencias en eventos, como también dando shows con su famosa frase, frente a muchas personas.
Pero no fue para nada feliz su historia; hoy, con tan solo 9 años, se lo pudo observar en un reciente video, temblando y con ataques de ansiedad cuando un usuario de la red que ha consumido uno de sus videos se le acercó para filmarlo y pedirle que diga su famosa frase.
Ante esto, es necesario saber que estamos viviendo la explotación digital de niños y adolescentes, que ocurre en los espacios más accesibles de internet y es impulsada por el consumo masivo del actual sistema socioeconómico. Pues existe un informe elaborado en España, llamado Violencia sexual entre adolescentes: retos y políticas públicas, que al leerlo se puede evidenciar lo siguiente:
Casi un 60 % de los adolescentes ha sufrido algún tipo de violencia sexual en el entorno digital. El 62,5% de los adolescentes de entre 13 y 17 años ha visto pornografía en algún momento. El 40% de los jóvenes afirman que este contenido ha influido negativamente en su manera de relacionarse con la sexualidad.
En el mundo existen en torno a 5 millones de casos de explotación sexual con fines económicos, de los cuales 1 millón tienen como víctimas a niñas, niños y adolescentes. En torno al 2,6 % de los adolescentes sufren explotación sexual según los datos de La victimización sexual en la adolescencia.
Sin ninguna duda, a esta situación crítica es necesario sumarle las muertes de los jóvenes que se están provocando por los factores externos de la virtualidad. Los incidentes más notorios han tenido lugar en TikTok debido a sus algoritmos, tal es el caso del Desafío de la Asfixia. La proliferación de estos actos en línea llevó a que un niño de 12 años intentara llevarlo a cabo, lo que resultó en su trágica muerte. En consecuencia, se ha identificado un fenómeno preocupante denominado Benadryl, que consiste en la ingesta de dosis elevadas de este antihistamínico para provocar alucinaciones.
En cada ocasión en que ocurren estos hechos, resuena lo que expresó Gilles Lipovetsky (1986: 48) en su libro La era del vacío:
El Yo ya no vive en un infierno poblado de otros egos rivales, en un desierto de autonomía y de neutralidad asfixiantes. La libertad, como la guerra, ha propagado el desierto, la extrañeza absoluta ante el otro. “Déjame sola”, deseo y dolor de estar solo. Así llegamos al final del desierto; previamente atomizado y separado, cada uno se hace agente activo del desierto, lo extiende y lo surca, incapaz de vivir con el Otro. No contento con producir el aislamiento, el sistema engendra su deseo, deseo imposible que, una vez conseguido, resulta intolerable; cada uno exige estar solo, cada vez más solo y simultáneamente no se soporta a sí mismo, cara a cara. Aquí el desierto ya no tiene ni principio ni fin.
La disociación con la comunidad
La sociedad es algo que precede al individuo. Cualquiera que no pueda llevar la vida común o sea tan autosuficiente como para no necesitarla y, por lo tanto, no participe de la sociedad, es una bestia o un dios. Aristóteles
A la luz del análisis realizado, el panorama que se presenta resulta desalentador. El mundo enfrenta una profunda desconexión entre el ser humano y su comunidad de origen o entorno. De a poco, está emergiendo un nuevo arquetipo de ser humano con nuevas características específicas; se anticipa la llegada de un individuo desprovisto de alma, cuya existencia será puramente material y mercantilizada.
Dicho lo cual, la máxima santidad Benedicto XVl, en su encíclica Deus Caritas Est del año 2005, logró explicar la importancia que debe tener el ánima en la vida de las personas:
Esto depende ante todo de la constitución del ser humano, que está compuesto de cuerpo y alma. El hombre es realmente él mismo cuando cuerpo y alma forman una unidad íntima; el desafío del eros puede considerarse superado cuando se logra esta unificación. Si el hombre pretendiera ser sólo espíritu y quisiera rechazar la carne como si fuera una herencia meramente animal, espíritu y cuerpo perderían su dignidad.
Si, por el contrario, repudia el espíritu y por tanto considera la materia, el cuerpo, como una realidad exclusiva, malogra igualmente su grandeza. El epicúreo Gassendi, bromeando, se dirigió a Descartes con el saludo: «¡Oh Alma!». Y Descartes replicó: «¡Oh Carne!».
Pero ni la carne ni el espíritu aman: es el hombre, la persona, la que ama como criatura unitaria, de la cual forman parte el cuerpo y el alma. Sólo cuando ambos se funden verdaderamente en una unidad, el hombre es plenamente él mismo. Únicamente de este modo el amor —el eros— puede madurar hasta su verdadera grandeza.
Continuando con esta lógica, en el pensamiento tradicional, el alma era comparada con la polis y viceversa, pues el alma de una persona era comprendida como una analogía de una pequeña polis. En donde el amor a las polis era sinónimo de profesar un amor a las personas que formaban parte de esa condición comunal, abarcando tanto a familiares como a amigos o a ciudadanos ordinarios.
Esta idea la explica correctamente Antonio Caponnetto en sus obras:
Lo que pasa en el alma de una persona (principalmente de una personalidad rectora) no es indiferente a lo que pasa en la polis. Las “partes” de un alma individual son correlativas a las “partes” de una polis y deben ser regidas cada una de ellas por las mismas virtudes.
Pero como es de puro conocimiento, estas estructuras que organizan al ser humano están en proceso de descomposición. En la actualidad, las polis, civitas, unidades políticas o, mejor dicho, comunidades, están siendo corrompidas, debido a que el individuo que debería integrarlas está perdiendo sus cualidades debido a las devastadoras repercusiones de las revoluciones interminables del progreso materialista.
La relación hombre-comunidad-historia está dejando de existir, logrando que no exista un sujeto sin su par con una unidad en común. Por ende, las consecuencias serán extraordinariamente negativas para el futuro de la humanidad en paz, en justicia, en solidaridad y libertad.
Restaurar todas las cosas en Cristo y en la Patria
Ni Dios, ni la Patria ni la Familia son bienes que se eligen. Pertenecemos a ellos y debemos servirles con fidelidad hasta la muerte. Jordán Bruno Genta
Por lo cual, si el interés por la avaricia prevalece, sin considerar sus efectos adversos, sobre el bienestar individual y colectivo, se corre el riesgo de que el sujeto individualista se convierta en el principal arquitecto del futuro, relegando a su unidad política como promotora para el desarrollo social y económico.
Por ende, la aniquilación de la vida parece ineludible; sin embargo, aún persiste la esperanza y un poco de la estructura comunitaria capaz de enfrentar estos retos. Tal como lo definió Santo Tomás de Aquino, este tipo de organización social, cultural, económica y política hoy vive una crisis, pero no ha sido totalmente destruida:
Corresponde a la naturaleza del hombre el ser un ser social y político, que no vive aislado, sino que vive en medio de sus semejantes formando una comunidad; tanto es así que la misma necesidad natural que afecta al hombre, nos revela que precisa vivir en sociedad mucho más de lo que precisan vivir juntos muchos otros animales.
Asimismo, es necesario agregar que la nueva vida que surge en una comunidad determinada legará uno de los más importantes atributos que permite el sentido de pertenencia y la eternidad en lo universal, que es la Patria.
Pues el Sacerdote Petit de Murat expuso que “a la Patria se la posee en la medida en que se la está haciendo”, precisamente porque no es una ideología ni un fenómeno material. Continúo expresando que:
Si, a la Patria se la hace minuto a minuto o se la pierde (…) Es una ampliación espiritual, moral y cultural; en última instancia, religiosa. Tal fue el crecimiento patrio que le otorgaron nuestros descubridores y evangelizadores primero, y sus continuadores después. Fue el retoño legítimo de una raza inagotable en su vitalidad, genio y brío.
Otro pensador que explicó este concepto ha sido Jacinto Choza; él se refería a la Patria en términos parecidos:
Con este término se designa la óptima referencia al origen, a lo que es principio del ser, del vivir y del saber de cada individuo, es decir, la referencia a Dios, a los padres, a la sociedad y a la tierra de los cuales cada hombre es como tal.
Es fundamental que, en el contexto del actual proyecto de la modernización, previamente analizado y presentado, se logre evitar el desmantelamiento de las comunidades y la destrucción del principal atributo de la humanidad, que es la Patria. Es necesario volver a la prédica y a la acción de Instaurare Omnia in Christo, es decir, instaurar todo en Cristo, como sostuvo San Pío X.
Es decir que la acción humana, según lo afirmado por San Pablo, debe orientarse hacia "reconducir a Cristo, única cabeza de todas las cosas" (v. 10). Es fundamental que todas las acciones, hábitos personales y comunitarios, relaciones interpersonales, emociones, actividades comerciales, estudios, actividades políticas, etc., se instauren en Cristo para alcanzar el amor, la armonía, la justicia y la verdad en el mundo.
Así expresó Santo Tomás:
Después de Dios, los padres y la patria son también principios de nuestro ser y gobierno, pues de ellos y en ella hemos nacido y nos hemos criado. Por lo tanto, después de Dios, a los padres y la patria es a quien más debemos.
Conclusión:
No obstante, la comunidad y la noción de Patria carecen de significado si no se restablecen en Cristo. Por lo que es fundamental priorizar al ser humano, ya que solo él puede trascender lo material y lo finito en su capacidad de amar. Como se menciona: "Nosotros amamos, porque Él nos amó primero".
Por esta razón, si la comunidad criolla y otros pueblos desean perdurar en la historia universal con su pensamiento e intereses propios y evitar la sumisión al sistema explotador, deben preservar su comunidad como también aquella entidad moral superior, la cual representa el regalo más valioso otorgado por la sangre de Cristo: su Patria.
En su escrito "Patria: La gaita y la lira", José Antonio Primo de Rivera detalló lo siguiente: “Así, pues, no veamos en la patria el arroyo y el césped, la canción y la gaita; veamos un ‘destino’, una ‘empresa’. La Patria es aquello que, en el mundo, configuró una empresa colectiva. Sin empresa no hay Patria”. Este pasaje, aunque breve, subraya la idea de que la existencia y la unidad de una comunidad también dependen de su Patria.
Así, la mejor manera de ilustrar este punto y concluirlo es a través de una poesía escrita por este modesto y joven escritor del nacionalismo argentino:
Luchar contra el poder, Cristo Rey y la Patria no mueren
Dante Lopez Raggi
Comunidad y Patria, los dos regalos sobrenaturales de nuestro Creador.
Aquí estamos, en un mundo sin alma, por la ominosa revolución de la modernidad.
Nuevas características de sometimiento abundan en el ser del humano gestor.
Hoy están presentes las nuevas garras del sometimiento colonial.
Rotura, individualismo, depresión, ansiedad, frustración: objetivos del sistema.
Lloramos, clamamos, oramos ante nuestro Rey que murió por el perdón mundial.
Patria Terrestre, el regalo en la tierra; Patria Celestial, regalo trascendental.
A ellas las protegemos ante esta arrolladora subordinación tecnocapitalista.
Sus malos resultados resuenan en el aislamiento, el lamento y el dolor garrafal.
Desolación humana, un muerto despertar, clamando marchar hacia el alba.
Dejando otro día para ser, viviendo en una cancha de lodo con el fin de sufrir.
Abrid los ojos, no moriréis en el imposible sueño; que no atrofien el nuevo despertar.
El egoísmo se hace carne, la cruz se desvía y la oscuridad perdura.
Cuerpos mercantilizados, almas sucumbidas, víctimas del vaciamiento.
Un abrazo que se destruye, un llanto en el ethos: esa vida desaparecerá.
Aquí estamos tus hijos más amados; a ti te pedimos clemencia, por favor.
De rodillas ante nuestro Rey, danos fuerza para seguir: a ti te pedimos.
Escúchanos, el mundo sangra; misericordia y unión, clemencia, por favor.
Seguiremos orando, pero también saldremos a proteger tu regalo preciado.
Allí va tu pueblo, con la espalda marcada por los perdigones del mal.
Te quieren matar, pero siempre estaremos; el pueblo criollo copará su reinado.
Calles, plazas, vecindarios: todo será copado para luchar contra el poder actual.
No nos dejes solos; nos rebelamos contra el liberalismo indigno que gobierna.
Nuestra espalda sangra, los pies duelen, las manos tiemblan, pero no se doblegan.
Sigamos en el combate; hay que rebelarnos, Dios nos acompaña.
Cristo no muere; arriba las banderas, firme la espada, reconquistemos nuestra tierra.
¡Que caigan ante sus rodillas! ¡Luchemos! ¡Viva la Patria, viva Cristo Rey!
[Buenos Aires, 2 de abril de 2025].
Bibliografía:
- Aquino Tomas Santo “Suma Teológica”, (1225-1274).
- Carta encíclica “Quadragesimo Anno” de su Santidad Pío XI, Sobre la Restauración del Orden Social en perfecta conformidad con la ley evangélica.
- Carta encíclica del Santo Padre Francisco “Laudato si” Sobre el cuidado de la casa común, 2015.
- Caponnetto Antonio, Patria, Tradición y Nacionalismo. Ed. Bella Vista Ediciones, 2024.
- Caponnetto Antonio, Hispanidad y Leyes negras. Ediciones Nueva Hispanidad, 2001.
- Durkheim Emile “El suicidio”. Ediciones Akal, S. A., 1982, 2012.
- José Antonio Primo de Rivera: “Patria: La gaita y la lira”, Obras Completas. Edición del Centenario. Plataforma 2003.2007.
- Kusch Rodolfo “Geocultura del hombre americano”. Diseño La tapa María del Rosario Sola, 1976.
- Lipovetsky Gilles “La era del vacío”. Editorial Anagrama S.A., 1986.
- Marx Karl y Engels Friedrich “Manifiesto Comunista”. Editorial Arte Gráfico, 1ª ed, Buenos Aires, 2012.
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