La unidad de concepción | Contexto semanal 10.24 V.1

Los presentes sucesos son un compilado arbitrario y caótico de los tiempos que se vienen.

Hoy en Geopolítica y Actualidad Nacional escriben Marco Stiuso y Ariel Duarte. 

1 | El baile de los aranceles

2 | A cambio de nada

3 | Universitarios pobres

4 | Deuda explosiva

5 | Azúcar, industria y energía

1 | El baile de los aranceles

En la recta final de la carrera a la Casa Blanca, Donald Trump reafirma el rumbo de su modelo económico nacional industrialista.

En el debate presidencial reciente, algunos medios internacionales mostraron a Kamala Harris como “ganadora”, en gran medida debido a que expuso lineamientos económicos en los que Trump no ahondó. Sin embargo, el candidato republicano respondió que es “un libro abierto”, y durante los últimos días explicó el rumbo económico que le dará al gigante norteamericano si llega a sentarse nuevamente en Washington.

En sus apariciones públicas de la última semana, Trump dejó varias declaraciones que marcan el modelo de industrialización y proteccionismo que propone. Para ello, ofrecerá “impuestos bajos, regulaciones bajas, costos energéticos bajos, tasas de interés bajas e inflación baja […] Para que todo el mundo pueda permitirse comprar alimentos, un auto y una casa linda”.

Ahora bien, para financiar el esquema de reducción impositiva y promover la industrialización, vuelve al centro de la escena el concepto que quizás sea la mayor expresión del cambio de era que el mundo está transitando: los aranceles.

Trump sabe que Estados Unidos es por sí mismo uno de los principales mercados del mundo. Por eso, el viejo instrumento de los aranceles a las importaciones sigue siendo una palanca para fomentar, en conjunto con las facilidades fiscales y la energía barata, la puesta en valor de las capacidades manufactureras del país.

En este esquema, vale destacar (una vez más) que el gran enemigo es China. Uno de sus principales anuncios fue la estipulación de un arancel general del 10% a todas las manufacturas. En el caso de China, Trump plantea hasta un 60%, y hasta un 100% para los automóviles. 

Sin embargo, el andamiaje del globalismo y la expansión de las empresas transnacionales le trae un nuevo escenario a Trump, con la relocalización de empresas chinas en México con el objetivo de aprovechar mano de obra barata a pocos kilómetros de la puerta de ingreso al enorme mercado norteamericano. La solución es la misma: 100% de arancel sobre los automóviles fabricados en México.

Más aún, la relocalización del trabajo le plantea un desafío a Trump con las propias compañías yanquis. Esta semana, el candidato apuntó públicamente contra John Deere, el mayor fabricante de maquinaria agrícola del mundo, que anunció el traslado de una parte de su producción hacia el vecino del sur. 

“Creen que van a fabricar productos más baratos en México y luego venderlos al mismo precio. Ganan mucho dinero deshaciéndose de nuestros empleos”, plantea Trump. Por eso, notificó públicamente a la empresa que “si hacen eso, se pondrá un arancel de 200% a todo lo que quieran vender en Estados Unidos”.

El fundamento que subyace a este plan económico ha sido expresado por James David Vance, candidato a vicepresidente por el Partido Republicano, quien declaró: “Creemos que un millón de tostadoras baratas de imitación no valen lo que cuesta un solo puesto de trabajo en la industria estadounidense”.

En criollo, el plan de Trump se basa en generar las condiciones para que los fabricantes extranjeros decidan producir en Estados Unidos. Con ello, anunció el “renacimiento de la industria manufacturera” en un acto en Georgia esta semana. Allí, dió cuenta de cómo su política industrial profundizará la condición de Europa como el otro gran perdedor, junto con China. En particular, el apuntado es Alemania, que pierde competitividad día a día con la suba del costo de la energía y la presión fiscal. “Quiero que las empresas automovilísticas alemanas se conviertan en empresas estadounidenses», declaró el candidato a Presidente.

De todas formas, queda claro que la confrontación de primer orden es con Pekín. La secretaría del Tesoro de Washington estima una pérdida de 2 millones de puestos de trabajo en el sector manufacturero estadounidense desde que China se unió a la OMC en 2001. Esa es la principal pelea de Trump.

En su esquema de incentivos, en el plano interno, se propone la baja del tipo impositivo a fabricantes nacionales del 21% al 15%, sumándose a otras reducciones fiscales y a la coraza de los aranceles.

Así, Trump sintetiza su modelo industrialista: “Este es el acuerdo que le ofreceré a todas las grandes empresas y fabricantes de la tierra: les daré los impuestos más bajos, los costes de energía más bajos, la carga regulatoria más baja y acceso libre al mejor y más grande mercado del planeta. Pero sólo si fabricas tu producto aquí en Estados Unidos y contratas trabajadores estadounidenses. Si no fabricas tu producto aquí, tendrás que pagar un arancel, un arancel muy alto”. 

Finalmente, durante su discurso en Georgia, dejó una frase imposible de desatender para quienes intentamos entender el nuevo orden internacional: «Durante años, han criticado la palabra arancel. Utilizada correctamente, es una palabra hermosa, una de las palabras más hermosas que he escuchado en mi vida. Es música para mis oídos».

2 | A cambio de nada

En un mundo que vuelve hacia el interés nacional y la puesta en valor de los pueblos y su historia, nos llega una noticia que, por su falta de claridad, golpea el sentir argentino en su máximo estandarte: Malvinas.

En las cuentas oficiales de las cancillerías de nuestra Nación y de Gran Bretaña, se emitieron comunicados resultantes de una reunión entre nuestra Canciller y el Ministro de Relaciones Exteriores de Reino Unido, David Lammy.

El escenario del encuentro fue Nueva York. Allí, se acordaron tres puntos relativos a nuestras Islas del Atlántico Sur, usurpadas y explotadas por los anglosajones y sus aliados sionistas.

El primer punto se refiere a nuestro Pueblo y sus mártires. Se decidió iniciar la tercera parte del Plan Proyecto Humanitario, mediante el cual se lleva a cabo la identificación de soldados argentinos que dejaron su sangre en nuestras Islas. La Cruz Roja Internacional participará de esta nueva etapa de investigación y reconocimiento. Además, los familiares de nuestros Héroes viajarán a suelo argentino antes de fin de año. Cabe aclarar, sin embargo, que este “acuerdo” no tiene por qué celebrarse como un logro diplomático, ya que sus razones humanitarias, enmarcadas en el derecho internacional, obligan a la administración pirata a conceder lo pactado.

El segundo punto refleja una cesión de soberanía por decisión propia del gobierno argentino. Además de la continuidad de los vuelos frecuentes desde Chile hacia nuestras Islas, se reanudará el vuelo desde San Pablo, que había sido cancelado durante la pandemia. Esto no sólo colabora con la legitimación de la usurpación británica, sino que también fomenta que nuestros pares sudamericanos operen con la representación pirata pasando por encima nuestro (literalmente).

Sin embargo, el tercer eje del acuerdo es el más relevante, no por lo que dictaminan los comunicados oficiales, sino justamente por lo que ocultan. El mensaje publicado por las autoridades argentinas afirma que se avanzará en “medidas concretas en materia de conservación de pesquerías”, sin mayores detalles. Recordemos que, además de la proyección a la Antártida y la cobertura del Atlántico Sur, la otra gran razón del interés pirata en nuestro territorio es la explotación de recursos hidrocarburíferos e ictícolas, por lo cual toda ampliación de capacidades y espacio para la actividad pesquera será festejada en Inglaterra. 

De hecho, los comunicados oficiales aclaran que la Asamblea Legislativa de las Islas Malvinas (el ente orgánico de la ocupación), acogió “con beneplácito” el acuerdo, manifestando haber formado parte de las negociaciones.

Dada la naturaleza patriótica de nuestro Pueblo, las respuestas no tardaron en llegar. Desde la Cámara de Diputados, surgió un pedido de informe al Poder Ejecutivo para que “indique las características y las implicancias de los diferentes puntos acordados con Reino Unido”, a los fines de “conocer cuáles serán las medidas concretas en materia de conservación de pesquerías en las que se anunció que se va a avanzar, porque esto es estratégico para los intereses soberanos y económicos de nuestro país. Además, es importante saber de qué manera la propuesta alcanzada entre las partes beneficia los interés permanentes e irrenunciables de la República Argentina en lo relacionado a la cuestión Malvinas”.

Por su parte, el Centro de Ex Combatientes de La Plata realizó públicamente un “urgente llamado a una sesión especial del Congreso Nacional, para tratar el rechazo al acuerdo». Además, dieron una clara lectura del aporte que estos acuerdos implican para nuestra Patria: «siendo Margaret Thatcher uno de los referentes, la misión es terminar con la política de Estado sobre la cuestión Malvinas, invisibilizar la presencia colonial de Gran Bretaña en el Atlántico Sur y consolidar el objetivo final, que es la entrega».

En simultáneo, el Centro de Ex Combatientes denunció al Presidente y a la Canciller de nuestro país por “abuso de autoridad” y “violación de deberes de funcionario público”. Esta denuncia, ahora a cargo de los tribunales federales, se suma a otra presentada por la abogada Valeria Carreras contra la Canciller por las mismas causas. Ésta última argumentó públicamente su denuncia, afirmando que “se avanzó, nuevamente sin dar intervención al Congreso de la Nación, violando entonces el art 75 de la CN A la simple lectura del Comunicado del 24-9-2024, podemos afirmar que dicho comunicado se trata ´prima facie´ de un instrumento de naturaleza convencional, que establece derechos y obligaciones de carácter internacional». Por eso, «cualquiera sea la forma del instrumento, debería haber pasado por el Congreso de la Nación para su tratamiento» en base a una «manda constitucional».

La Causa Malvinas es aquella que, al ponerse en valor, trasciende toda división partidaria en el seno del sentir nacional del Pueblo Argentino.

3 | Universitarios pobres

La masividad de la movilización a la cual asistimos esta semana fue fruto de una clara concepción sobre el significado de la universidad pública para el conjunto de los padres trabajadores sindicalizados y sus hijos estudiantes universitarios. 

La principal tarea de la Conducción Política, según Perón en sus clases de la Escuela Superior Peronista de la CGT, es la de promover la unidad de concepción que luego derive en la unidad de acción. 

El origen de este principio tan importante –«Unidad de concepción para la Unidad de acción»– proviene del cristianismo, en tanto «Conocerán la verdad y la verdad los hará libres» (Juan 8-32) o «buscad primeramente el reino de los cielos y el hacer lo que es justo delante de Dios, y todas esas cosas se os darán por añadidura» (Mateo 6-33). 

También el origen puede encontrarse en la filosofía aristotélico-tomista, en la cual la política encuentra su epistemología en una naturaleza deductiva más que inductiva. Partimos del análisis por sobre la información. Los datos que nos brinda la realidad para la acción política muchas veces son limitados, imaginemos que el General Perón condujo el Movimiento Nacional a 18 mil kilómetros en su exilio, siendo víctima de cientos de operaciones de inteligencia que tendían más a desinformar que a otra cosa. Sin embargo, como el arte de la conducción política es deductivo, la distancia fue el menor de los problemas a la hora de conducir el movimiento, no necesitaba conocer la totalidad de los acontecimientos para inducir la correcta acción, ni juntar la totalidad de las partes para luego pensar en una acción conjunta. Por el contrario, las acciones conjuntas se deducen solas de los principios, valores y análisis guiados por una profunda convicción de verdad. 

Lo fundamental era cohesionar a la masa sobre una unidad de concepción, para convertirla en un pueblo organizado que llevara adelante de forma unívoca la acción política correcta. 

A Perón le gustaba jugar con las metáforas camperas, decía que «para hacer un guiso de liebre, primero hay que tener la liebre». Por eso la conducción política implica la necesidad de contar con una masa y promover su cohesión para que se organice hacia el destino que se propone. El problema central es que no se puede conducir lo inorgánico, y ahí según él radica la diferencia entre masa y pueblo: «la conducción se hace en base al dominio de una masa organizada o sea de un pueblo que no es otra cosa que una masa organizada». 

En este último año que transitamos hemos escuchado mucho sobre la necesidad de «luchar contra el gobierno». Algunos repiten que «hay que salir a la calle», «hay que romper todo», «paro por tiempo indeterminado», «¿Dónde está la CGT?», en síntesis, frases que en general son propias de quienes nunca se encuadran en las organizaciones del pueblo y se vanaglorian de su inorganicidad y actitud rebelde, son especialistas en el «hay que…», aunque actúan como caudillos más que conductores políticos. Consideran al pueblo una masa inorgánica, por lo que los aparentes cabecillas tendrían la responsabilidad de arrearlos hacia la idea de lo que consideran necesario hacer. Los caudillos no conducen pueblos sino a una masa, los siguen por interés y no por ideas, mientras que la lógica de la conducción lleva a cohesionar la organización popular sobre la base de una concepción, para luego derivarse acciones conjuntas que generan un sentido de transformación social más allá del espacio y tiempo. 

Volviendo a los acontecimientos de esta semana, la unidad entre el movimiento obrero y el estudiantil, ambos organizados, fue el reflejo de los padres que trabajaron toda su vida para que sus hijos pudieran acceder a la educación superior. Sobre la base de esas masas organizadas, el conjunto del pueblo se autoconvocó más allá de no estar circunstancialmente encuadrado. Los autoconvocados encontraron seguridad y confianza en una marcha conducida por organizaciones del pueblo. 

Sin lugar a dudas asistieron interesados, personas guiadas por una foto o un reel más que por una idea. Sin embargo, pudieron participar porque existía una organización detrás de la convocatoria, en la cual el sistema demoliberal de partidos (UCR, PJ, PRO, CC, FIT, entre tantos) fueron convidados de piedra de un protagonismo que se lo llevó la Unidad de Concepción: la defensa de la Universidad Pública. 

La virtud de esta acción política fue la esperanza que sembró en todos nosotros, hombres y mujeres de trabajo en un contexto muy detestable, y las vanguardias políticas o iluminados aparecieron más bien luego de conformarse este proceso de unidad. 

Si el gobierno de Mauricio Macri será recordado como el que nos hipotecó en deudas criminales a 100 años, el de Alberto Fernández fue el que inició una nueva Era para la Argentina: trabajadores registrados y en Convenios Colectivos de Trabajo bajo la línea de pobreza. 

Con los datos publicados por el INDEC en la última semana, nos encontramos ante un panorama de hambre y miseria que busca consolidar una Argentina de exclusión, el sueño húmedo de la oligarquía, adobada por la incompetencia de los neoliberales, el progresismo o los desarrollistas. Hablamos de la Argentina previa a 1943, la que Discépolo supo describir como de «Vacas gordas y obreros desnutridos», ahora encima con la Vaca Muerta. 

La pobreza que se publicó la última semana fue la más alta en los últimos 21 años, aunque el asunto no es tanto el número sino su tendencia. Lo que preocupa a todos es que la depresión económica, aumento de despidos y cierres de fábricas y comercios nos lleva a pensar que el último número es el piso de una crisis que recién empieza a mostrar sus garras. 

Hablamos de 8 millones de compatriotas que no tienen para comer, son casi 100 estadios llenos del Monumental. Si consideramos nuestra olla popular de los viernes en Plaza Congreso, con la que compartimos una merienda y cena con 120 compatriotas, deberíamos hacer otras 66 mil al mismo tiempo para garantizar un plato de morfi a todos, una logística que no se resuelve con el Estado presente, sino con trabajo e industrias que garanticen la cena familiar en los hogares argentinos. 

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La marcha federal en defensa de la universidad pública está íntimamente relacionada con este asunto. De los menores de 14 que en algunos años estarán en condiciones de acceder a los estudios universitarios, pese a que los mismos no se encuentran arancelados ni sujetos a exámenes de ingreso, 7 de cada 10 se encuentran bajo la pobreza, y de esos 3 no están bien alimentados. 

Para finalizar, si analizamos el segmento de los que hoy están en condiciones de estudiar en la Universidad Pública, 2 de 10 no se alimentan en forma suficiente y 6 de 10 no acceden a bienes básicos de subsistencia. 

Los argumentos sobre la existencia de «los chicos de Chaco que no tienen para comer» caen por sí solos frente a un esquema económico que tampoco los prioriza, sino que sólo fomenta el aumento de los subsidios, tal como fue anunciado tiempo atrás con la Tarjeta Alimentar y la Asignación Universal por Hijo. 

En la Argentina oligarca, progresista y ahora neoliberal, lo único que bajaron fueron los salarios reales de los laburantes y la cantidad de industrias, mientras que lo único que subieron fueron los subsidios sociales vía transferencia de dinero en cuentas bancarias, sin contraprestación laboral alguna.

4 | Deuda explosiva

La economía real, la de los fierros, los trabajadores y la única creación genuina de riqueza, esta semana se desayunó con unas cuantas malas noticias. 

Por empezar, el repentino giro del primer presidente anarcocapitalista del mundo, que ahora considera viable una integración comercial con China, ante la señora Giménez declaró que quedó sorprendido con los chinos porque no le piden nada a cambio cada vez que ellos nos ayudan con préstamos de monedas (swap) o inversiones extranjeras directas. Claro está, no piden nada porque la dependencia que promueven nos condena por décadas. Desde la entrada de bienes industriales subsidiados que destruyen nuestra industria nacional y deterioran el salario real de los trabajadores, hasta sus inversiones en logística y minerales que sólo conducen a abaratar sus costos de extracción de nuestras materias primas. 

En paralelo, el Ministro de Economía anunció la baja de aranceles a las importaciones de todo tipo de bienes industriales, desde alimentos a tecnología, con respuesta de varias entidades industriales que hicieron sonar su descontento. 

Pero la turbiedad del clima de negocios vino por otro frente, el financiero, en tanto el pésimo desempeño de la Argentina, que se enfoca en bajar un sólo índice, el de la inflación, viene con la contraprestación de haber engrosado la deuda pública en 6 meses por lo mismo que Macri lo hizo en 2 años. Sin embargo, la noticia no fue esa, sino el Decreto 846 del 20 de septiembre de 2024, en el cual se autorizó a iniciar procesos de negociación de deuda para cambiar la deuda en pesos indexada a la inflación (Bonos/Letras CER), capitalización de intereses (LECAP) y al dólar (Bonos Dólar Linked), por deuda en dólares, sin que eso signifique mejorar montos y plazos. 

El gran drama es que Argentina no cuenta con reservas en dólares para afrontar los pagos que vienen por delante, y menos que menos para ahora encima obligarse a pagar la deuda en pesos con dólares.

Los nuevos dólares del blanqueo -que ya suman 8 mil millones- no representan mayores ingresos fiscales, en tanto se los liberó de pago alguno por sumas inferiores a 100 mil dólares por blanqueo. 

Por otro lado, los dólares del colchón de los argentinos contabilizados por el Banco Central, que ascienden a 254 mil millones de dólares según el último Balance de Pagos del Banco Central, sumaron entre el primer trimestre de 2023 y junio de este año casi 11 mil millones de dólares. 

La deuda externa bruta total alcanzó los 286 mil millones de dólares a junio de este año y las reservas del Banco Central desde abril tienen una caída de 2 mil millones y, si bien en términos brutos son 27 mil millones de dólares, si a eso se le descuentan los encajes de depósitos, las deudas de la entidad y el quantum mínimo que debe disponer para importaciones de emergencia por 2 meses, las reservas netas son peores que en los gobiernos anteriores y no alcanzan para afrontar los compromisos externos. 

El único anuncio hecho por el gobierno en este sentido fue el de permitirse convertir la deuda en pesos en deuda en dólares, y anticipar que el único compromiso a cumplir será con los acreedores externos. 

Si comparamos la actual deuda externa (286 mil millones) con la deuda pública total (456 mil millones), nos encontramos ante el grave riesgo de convertir la deuda en pesos a dólares, que significa duplicar los compromisos externos frente a reservas que cada vez son menores y una actividad económica que se deprime.

¿Qué le espera entonces a los trabajadores y empresas de la economía nacional? 1) No hay plata para inversión o crédito público; 2) Los depósitos en dólares están al servicio de la deuda más que de sus dueños, los depositantes. 

5 | Azúcar, Industria y Energía

La industrialización de la Argentina requiere de la puesta en valor de todos sus recursos, así como del aprovechamiento de las condiciones naturales de nuestros suelos y mares.

Un caso de aprovechamiento integral de la producción primaria y la incorporación de tecnología es el de la Compañía Eléctrica La Florida, del Grupo Los Balcanes de la provincia de Tucumán, que anunció recientemente la confirmación de un proyecto para generar energía eléctrica “verde” a partir de su propia producción de azúcar. 

El Grupo Los Balcanes produce unas 25.000 hectáreas de cañaverales al año, a partir de las cuales genera 4.000.000 de toneladas de azúcar, equivalente al 25% de la producción nacional. Además, producen bioetanol y generan la electricidad necesaria para su autoabastecimiento a partir de la caña, siendo esta última producto de exportación también.

En relación a la producción energética, el Grupo Los Balcanes es el mayor productor de etanol de caña de azúcar de la Argentina, produciendo unos 10 millones de litros mensuales de etanol destinado a la mezcla con naftas.

El proyecto de generación eléctrica, ahora, aprovechará los residuos de la producción de azúcar, con la utilización del bagazo de caña para su combustión. Se trata de unos 13 MW anuales, equivalente al consumo de 17.000 hogares. Esto requirió una inversión de U$S 30.000.000, para un Grupo que ya emplea unas 1500 personas.

Jorge Rocchia Ferro, titular del Grupo tucumano, recuerda que “la idea de producir biocombustible en la Argentina surgió en 2006. Al principio, solo estaba destinado para los productores de maíz. Ellos iban a hacer etanol para cortar la nafta. Sin embargo, nosotros pedimos ser incluidos en el plan para poder sacar excedentes del mercado». Ahora, “en esta nueva cosmovisión nacional, pensamos que, al hacer biocombustibles, generamos un producto nacional. Eso quita presión sobre la demanda de dólares y genera una sustitución de importaciones».

Sea en el sector privado como en el público, desde las quebradas y el verde Chaco hasta los hielos fueguinos y antárticos, la capacidad productiva e innovadora del Pueblo Argentino se expresa día a día.

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