
Los presentes sucesos son un compilado arbitrario y caótico de los tiempos que se vienen.
Hoy en Geopolítica y Actualidad Nacional escriben Marco Stiuso y Ariel Duarte.
1 | Dos nuevos teatros
2 | IA, mentiras y carbón
3 | El ojo del huracán
4 | La educación elemental
5 | Trabajo y comunidad
1 | Dos nuevos teatros
La Guerra de Ucrania, como expresión del tránsito sangriento hacia el Nuevo Orden Internacional, va marcando la pauta de los procesos internos de cada país de Europa del Este y el Cáucaso. Es que, en un contexto de semejante convulsión y disputa de dos paradigmas tan distintos, resulta difícil que los pueblos no debatan la afinidad con un bando o el otro.
Así, cada elección lleva consigo un posicionamiento respecto del conflicto. Esta semana, tanto Georgia como Moldavia fueron dos claros ejemplos de la continuación de este proceso de reordenamiento geopolítico por la vía democrática.
En Georgia, las elecciones presidenciales enfrentaron a la actual presidente Salome Zurabishvili con el primer ministro, Irakli Kobajidze, del partido Sueño Georgiano. En el caso de la actual mandataria, se expresa una visión más europeísta. Por el contrario, Irakli Kobajidze, si bien se expresa en términos de autonomía, es reconocido como afín al Kremlin.
Los datos publicados por la Comisión Electoral Central de Georgia mostraban ganador a Sueño Georgiano con el 54,08% de los votos, lo cual le otorga 89 de los 150 escaños del parlamento unicameral del país.
Sin embargo, Salome Zurabishvili rechazó los resultados oficiales, alegando que Georgia “ha sido testigo y víctima de una operación especial rusa” ya que “han secuestrado la comisión electoral”. En este contexto, la presidente llamó a la movilización y decenas de miles de georgianos acudieron. “Es muy difícil acusar a un gobierno, pero la metodología es rusa”, declaró en una entrevista a la agencia AFP. Esto fue rechazado por el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, que definió las acusaciones de la presidente georgiana como “infundadas” y negó la injerencia de Rusia en las elecciones.
A partir de la denuncia de fraude, la Comisión Electoral afirmó en un comunicado oficial que “efectuarán recuentos de los votos de cinco colegios electorales escogidos al azar en cada circunscripción”. Sin embargo, lo llamativo ocurre cuando la fiscalía de Georgia emprendió una investigación dentro de la cual citaba a la presidente a declarar el pasado miércoles, y esta se negó a declarar, alegando que “Las organizaciones no gubernamentales, los observadores y los ciudadanos de a pie han presentado enormes cantidades de pruebas que muestran cada vez más cuán grande y sistémico ha sido el fraude electoral”, y tildando la investigación de “maniobra política”.
Desde el otro bando, el primer ministro de Georgia, Irakli Kobajidze se presentó como ganador por los resultados del sufragio y afirmó que el país “eligió en las urnas (y) no tendrá su propio EuroMaidan como desea la presidenta. Los georgianos defenderán sus votos en las calles, frente a esta desestabilización que están promoviendo desde Bruselas”.
La referencia al EuroMaidan, el nombre asignado al movimiento europeísta de Ucrania manifestado en 2013, previo a la anexión de Crimea por parte de Rusia, da cuenta del significado geopolítico que se juega en estas elecciones. Se trata de la pugna por un nuevo frente de conflicto o la estabilización de la frontera con el gigante en guerra.
Sin embargo, lo más relevante ocurrió cuando entró en escena el rebelde de la Unión Europea, Viktor Orbán. El presidente húngaro ha sido foco de las relaciones internacionales cuando, tras asumir como presidente pro témpore de la Unión Europea, emprendió un viaje para visitar a Zelensky, Putin, Xi Jinping y Trump. Ahora, vuelve a ser protagonista con un viaje a Tiflis, la capital georgiana, tras el anuncio de los resultados oficiales. Su objetivo: reconocer y respaldar rápidamente a Irakli Kobajidze como nuevo presidente.
Durante su visita del pasado martes, Orbán dió una conferencia de prensa conjunta con Kobajidze, donde afirmó que “sin duda, las elecciones han sido libres y democráticas». Incluso, fue más allá y, siendo un representante del propio bloque europeo, denunció que «la política europea se basa en que si ganan los liberales es democrático y si ganan los conservadores, no lo es».
Ahora, se espera por el recuento oficial, mientras los ojos del Kremlin, de la Unión Europea y de Zelensky se posan sobre Georgia.
El otro gran escenario de disputa geopolítica de esta semana es Moldavia, la nación lindera a Ucrania. Allí, el gobierno actual, presidido por Maia Sandu, ha tomado distancia de Moscú y ha promovido el ingreso a la Unión Europea. Incluso, la presidente ha apuntado contra Rusia denunciando su intención de desestabilizar el gobierno y ha promovido la diversificación del suministro de gas del país, dependiente en gran medida del gigante euroasiático.
En este contexto, se celebraron elecciones simultáneas para definir la nueva presidencia de Moldavia junto con un referéndum sobre el ingreso a la Unión Europea. Esto se dió por iniciativa de la propia Sandu, que planteó la realización en simultáneo de ambas decisiones por parte del pueblo moldavo ya que la solicitud de adhesión o de rechazo a la Unión Europea marcan el eje de todo el gobierno en el contexto actual.
En el referéndum, se escrutaron 1,4 millones de votos, donde parecía liderar el “No a la Unión Europea”. Sin embargo, en las últimas horas del conteo, la situación se revirtió y el “Sí” a la adhesión logró imponerse por una mínima diferencia de 13.569 votos, explicados por los votantes moldavos en el exterior. Los resultados, entonces, fueron 50,46% a favor del ingreso y 49,54% en contra.
En la misma jornada, Maia Sandu se impuso en las elecciones presidenciales con el 42,45% de los votos, pero al no contar con la diferencia necesaria para ganar la elección, el pueblo moldavo decidirá nuevamente en un balotaje. Esta nueva votación enfrentará a Sandu con Alexandr Stoianoglo el próximo domingo.
Casi como un espejo de la situación de Georgia (aunque en este caso resultó victoriosa), la presidente de Moldavia, Maia Sandu, denunció un “fraude electoral sin precedentes” apuntando contra “el intento de compra de hasta 300.000 votos”. “Grupos criminales que trabajan en concierto con fuerzas extranjeras hostiles a nuestros intereses nacionales han atacado a nuestro país con decenas de millones de euros”, declaró Sandu.
Las denuncias apuntan a Ilan Shor, un empresario moldavo que, exiliado tras una condena a 15 años de prisión por el robo de mil millones de euros, vive actualmente en Rusia. Desde allí, según las denuncias que surgen desde Moldavia, Shor organizó una red de compra de votos, en la que habrían participado unos 138.000 ciudadanos, a quienes se les gestionó una cuenta en el banco estatal ruso Promsvyazbank. La investigación está en manos de los cuerpos policiales moldavos.
Desde Moscú, tomaron mayor participación en lo acontecido en Moldavia, con respecto a Georgia. En este caso, sin limitarse a negar su injerencia, el portavoz del Kremlin Dimitri Peskov afirmó que “es difícil de explicar el ritmo de incremento mecánico de los votos a favor de Sandu y a favor de aquellos participantes en el referéndum que defienden la orientación hacia la Unión Europea”, dando a entender que el fraude fue realizado por las contrapartes europeístas.
Quien explicó más a fondo las visiones contrarias a la de la presidente moldava fue el propio Ilan Shor, quien narró lo sucedido desde su perspectiva: “Vimos estos datos hacia medianoche. Luego, empezaron a contar los votos de la diáspora. Nos dijeron que habían votado unas 250.000 personas (…). Al mismo tiempo que estos colegios electorales estaban vacíos, veíamos en la página web de la CEC [Comisión Electoral Central] un aumento ficticio de la participación en los colegios electorales extranjeros”.
Recordemos que el caudal de votos que torció la elección a favor del oficialismo se produjo desde la diáspora moldava. En este sentido, quienes apuntan contra los europeístas denuncian que sólo se abrieron dos colegios electorales en Moscú, frente a los cinco solicitados por la Comisión Electoral Central. Estos números son significativamente inferiores a la cantidad de colegios electorales abiertos en los países de la Unión Europea y en Norteamérica, lo que llevó al portavoz del Kremlin a calificar la campaña electoral como “no libre”.
Desde el oeste, no tardaron en aparecer. Quien tomó la escena fue Peter Stano, portavoz de asuntos exteriores de la Unión Europea, quien afirmó que la jornada electoral «se ha celebrado con una interferencia y una intimidación sin precedentes por parte de Rusia y sus seguidores, para desestabilizar el proceso democrático en la República de Moldavia», a lo que se sumó la felicitación del Ministerio de Asuntos Exteriores de España al pueblo moldavo «por haber reafirmado en referéndum su voluntad de seguir avanzando de manera firme en el camino de su integración europea».
Así, queda en stand by la situación de Moldavia, que tendrá un nuevo capítulo este domingo. Sin embargo, tanto en lo referente a Moldavia, como a Georgia, la voz que clarificó la implicancia geopolítica de estas elecciones fue la del propio Zelensky.
El presidente ucraniano, en un video, comunicó públicamente su visión sobre lo acontecido en ambos países. «En Georgia, tenemos que reconocer que ganó Rusia. Primero, tomaron parte de Georgia, luego cambiaron la política, el Gobierno. Y ahora tiene un Gobierno prorruso», dijo Zelenski, añadiendo que “si no paran, si continúan con su retórica, perderán Moldavia en uno o dos años».
Las declaraciones de Zelenski parecen ser un manotazo de ahogado en un contexto donde el presidente ucraniano comienza a notar que Europa y Estados Unidos le estarían soltando una mano que nunca le dieron firmemente, tras no tener respaldo fuerte a su llamado “Plan de la Victoria”
El principal problema aquí es que, en el caso de Moldavia, puede abrirse la posibilidad de escuchar nuevos tambores de guerra en el futuro cercano. El conflicto se centra en la propia historia de Transnistria, la región fronteriza con Ucrania.
Transnistria declaró su propia independencia en agosto de 1991. Sin embargo, la oleada institucional del globalismo occidental y su arquitectura burocrática se hizo carne en la región y consolidó a Transnistria como parte de Moldavia, en un proceso que derivó en el plano bélico y significó la llamada “guerra civil moldava”. 15 años después, casi el 80% del electorado de Transnistria se expresó en un referéndum, donde se optó por la incorporación a la Federación Rusa, cosa que no ha ocurrido por el momento.
Es por eso que la región de Transnistria, frontera con Ucrania y de raíces prorrusas, debe alertarnos sobre la posibilidad de protagonizar un nuevo teatro de operaciones, donde el objetivo sea desgastar a un ejército ruso que avanza firme y se consolida en el este ucraniano.
2 | IA, mentiras y carbón
Esta semana, el Ministerio de Economía y Protección del Clima de Alemania autorizó el proyecto de desarrollo de una red de infraestructura de 9.040 kilómetros para la distribución del llamado hidrógeno verde, que se evalúa comenzar a poner en valor en el año 2032.
El proyecto se basa en la adaptación del 60% de la red actual de distribución de gas natural y en la creación del 40% restante para cubrir la totalidad del territorio demandante. El mismo requiere una inversión aproximada de 18.900 millones de euros, siguiendo la fuente oficial de la Agencia Federal de Redes del mismo ministerio.
El ministro de Economía, Robert Habeck, durante una conferencia de prensa, dejó en claro la centralidad de este proyecto en la visión del gobierno alemán: “La red central es el punto de partida de una nueva infraestructura y un componente central de la transición energética. Esto convierte a Alemania en pionera en Europa”.
Se trata de uno de los tantos proyectos que han derivado en que, en Alemania, la participación de fuentes renovables en la generación de energía eléctrica haya superado el 50% a inicios del año pasado.
Sin embargo, ser pionero no significa ni ser líder industrial, ni comprender las tendencias del mundo.
La imagen de Alemania como el faro del ecologismo global y la puesta en práctica de los paradigmas verdes esconde, detrás de sí, la debacle de la industria manufacturera que le significó el rótulo de “locomotora de Europa” y la natural influencia de las energías convencionales, luego de su decisión de cerrar las centrales nucleares.
La contracara del crecimiento de las fuentes “verdes” de energía es no sólo la explotación de gas, sino incluso la quema de carbón. El año pasado, el 40% de la electricidad producida en Alemania se produjo a partir de la quema de estos recursos.
Lo central, de cara al futuro, es que a pesar de su marketing progresista, el gobierno alemán conoce ciertos límites y desechó la intención de adelantar la eliminación progresiva de la quema de carbón, para lograr su desaparición antes de 2038. El propio Robert Habeck aclaró que “no está prevista una disposición legal” para ello. Incluso, el propio operador de las principales minas de carbón al este de Alemania, la compañía LEAG, ha declarado que mantendrá su actividad de extracción de lignito a cielo abierto más allá del 2030, ya que no existe posibilidad concreta de una retirada en el futuro cercano por la ausencia de capacidades de generar energía alternativa. Esto fue respaldado por el primer ministro del estado de Brandeburgo, Dietmar Woidke, que aclaró que no hay intención de planificar una retirada anterior al 2038.
Así, luego de cerrar sus centrales nucleares, la quema de carbón lleva a que Alemania sea el tercer país con más emisiones de CO2 en la producción energética de la Unión Europea. Siguiendo a Ember Energy, en 2023 Alemania alcanzó una tasa de emisiones equivalente a 2,2 toneladas de CO2 por habitante, siendo superado únicamente por República Checa y Polonia.
Esto se explica, principalmente, por la explotación del lignito en el este del país, que en 2022 alcanzó los 131 millones de toneladas, representando el 44% de la producción de la UE. A modo de contraste, vale traer a colación el caso de Francia, que con una política de respaldo a la energía nuclear, logró una tasa de emisión de CO2 casi siete veces menor a la alemana en 2023.
La situación va incluso más allá. Ember Energy publicó un análisis en el que se comparan las emisiones de metano informadas por el gobierno alemán, con las estimaciones de dos agencias internacionales (la Agencia Internacional de Energía y la Global Energy Monitor) y una investigación de académicos de distintos países que utilizaron imágenes satelitales para su medición (Lu Shen, Daniel Jacob, Ritesh Gautam y Mark Omara). Dicha comparación muestra una diferencia abismal en los resultados de cada análisis con los reportes oficiales del país europeo, por lo que deja entrever la teoría de que Alemania, además de ocultar la explotación de carbón detrás de su imagen ecologista, miente con sus reportes de emisión de gases invernaderos.
La realidad energética de Alemania, además de poner en duda su autoreferencia como faro del cuidado del medioambiente, tiene un impacto directo en la producción y el trabajo nacional.
El aumento de costos de producción manufacturera y la progresiva pérdida de competitividad, sumada a la oleada de productos baratos desde China, han llevado a la caída de la industria automotriz alemana.
En este escenario, al que se suma la prohibición de venta de autos a combustión a partir de 2035, la histórica compañía alemana Volkswagen profundiza sus planes de cerrar plantas fabriles. “La dirección se lo toma muy en serio. No se trata de una maniobra de bravuconería en la negociación colectiva; sino que este es el plan del mayor grupo industrial de Alemania para iniciar la venta en su país de origen, Alemania”, confirmó la propia Daniela Cavallo, del comité de Volkswagen. Por primera vez en sus 87 años de historia, uno de los grandes emblemas de la que supo ser la locomotora europea piensa en abandonar su tierra.
Thomas Schaefer, el CEO de Volkswagen, dejó en claro que el centro de la cuestión son los costos de fabricación, que están entre un 25 y un 50% por encima del objetivo. “Actualmente no ganamos suficiente dinero con nuestros coches. Al mismo tiempo, nuestros costes de energía, materiales y personal siguen aumentando. Este cálculo no puede funcionar a largo plazo”, afirmó el CEO de la firma.
La apuesta por satisfacer las demandas del ecologismo globalista llevó a Alemania a esta situación que se agrava mes a mes. Además, el abandono de la energía nuclear comienza a desplazar al país de la gran carrera por el futuro: la IA.
Los gigantes del procesamiento de datos a partir de inteligencia artificial comprenden el rol fundamental de la energía nuclear para su proliferación. Por eso, tanto Microsoft como Amazon y Google han dado recientes muestras de su interés por fomentar este tipo de fuente energética.
Las tres compañías globales invertirán en la creación de pequeños reactores modulares, llamados SMR por sus siglas en inglés. En el caso de Amazon, se firmaron tres acuerdos, donde se destaca el alcanzado con Energy Northwest para la construcción de cuatro reactores en miras a generar más de 950 MW. Además, Amazon invertirá cerca de 500 millones de dólares en la empresa Xenergy, para nuevos desarrollos de tecnología nuclear avanzada. Por el lado de Google, se firmó un acuerdo con Kairos Power para adquirir energía generada por pequeños reactores modulares, con el objetivo de alcanzar los 500 MW para el año 2035. Microsoft, por su parte, invertirá en la reactivación de una planta nuclear con potencial de generación de 835 MW para 2028 y buscará la colaboración de la empresa Helion Energy.
Ahora bien, ¿cuál es el punto en común de todas estas iniciativas? Simple: todas las compañías energéticas, así como sus instalaciones nucleares, están en Estados Unidos. Una vez más, si dejamos de prestar atención a los flujos monetarios y nos centramos en la energía y la puja por la relocalización de empresas productivas, el gigante norteamericano parece llevar la posta. Siguiendo a Goldman Sachs, los pronósticos de energía en los centros de procesamiento de datos llevan a un aumento del 160% a 2030. Las aplicaciones de IA requieren incluso mucha más energía, siendo una consulta de Chat GPT casi diez veces más demandante que una estándar de Google.
La carrera por el futuro nos muestra, una vez más, el valor de la energía, mientras nuestra Patria se debate su exportación o su puesta en valor para la reindustrialización de la Nación.
3 | El ojo del huracán
Existen frases según la nacionalidad que uno lleva en el corazón. Por eso la primera impresión de este título es uno de los álbumes más icónicos de la historia del Rock Nacional, de nuestra querida La Renga.
La referencia de este título también puede recordarnos a una expresión conocida, la de encontrarse envuelto en el medio de un conflicto, “estar en el ojo del huracán”.
Sin embargo, hoy nos referimos al fenómeno científico y metodológico, del cual un abogado y un internacionalista tendrán el tupé de explicar en una frase: aquel diámetro de 35 kilómetros del huracán donde se vivencia la mayor calma de todo el ciclón.
La primera aproximación que algunos mortales tuvimos del hecho climático -por suerte- es una película, el Día después de mañana, cuando una aparente calma tranquilizaba a todos los habitantes luego de la inundación y el gran desastre.
Lo que inmediatamente advertían es que esa calma del “ojo del huracán” traía consigo un enfriamiento absoluto de todo, que los llevaba hasta la inmediata muerte.
La economía Argentina se encuentra en aquel momento desde el comienzo del primer gobierno anarcocapitalista.
Es difícil decir estas cosas frente al bombardeo del establishment financiero, que vale recordar es promotor tanto de las expresiones políticas de la socialdemocracia o el progresismo, como del neoliberalismo.
El veranito financiero no es más que la aparente calma que se vivió en el primer año del gobierno de Mauricio Macri, aunque con cepo cambiario y un nivel de endeudamiento mucho mayor.
En principio, corresponde destacar que el actual esquema económico consiste en un tipo de cambio oficial fijo con aumento programado de 2% mensual, que durante todo el año nos hizo acumular una inflación en dólares superior al 80%. Es más caro alimentarse en Argentina que en los países donde se importan los alimentos.
Mientras tanto, al igual que con el gobierno de Cambiemos, se lanzó un blanqueo de capitales que posibilitó el ingreso de divisas, aunque menor a la de aquella época en tanto no había cepo, y desde su lanzamiento ya acumula el ingreso de depósitos por 15 mil millones de dólares.
Sin embargo, de ese dinero al Tesoro Nacional no ingresó nada, en tanto sólo subieron los depósitos del sector privado. Las reservas del Banco Central netas, por el contrario, siguen siendo negativas en el orden de -5 mil millones de dólares, sin contar las que son necesarias para afrontar 2 a 3 meses de importación por cualquier emergencia, es decir, el panorama es aún peor.
El esquema es abonado por los consultores privados ligados a los bancos y financieras, que difunden un sinnúmero de buenas noticias ligadas a la reducción del riesgo país por la suba de los bonos argentinos, aunque parecen ser más pescado podrido para asegurar el verdadero negocio en el que hoy pocas personas han podido aprovechar.
Mientras se dispara la desocupación, la pobreza, caen las ventas y se destruyen cientos de industrias por la apertura comercial, algunos operadores del mercado financiero (que sólo representa el 20% de la economía argentina), aprovechan la paz cambiaria y el mega endeudamiento del Tesoro Nacional para realizar una práctica que ya vivimos en 2016 y 2017, y terminó muy mal: el llamado Carry trade o bicicleta financiera.
Ahora es peor, porque no hay cepo, por lo tanto la salida del ficticio esquema económico de este gobierno puede ser más catastrófica que la de marzo de 2018, cuando la JP Morgan decidió vender sus Lebacs y hacerse de 5 mil millones de dólares del Banco Central para liquidar su ganancia de bicicleta financiera.
En aquel momento, el negocio consistía en comprar deuda del Banco Central de corto plazo, que rendían al 30%/40% anual -las famosas Lebacs-, y aprovechar que el dólar se encontraba planchado producto del ingreso de dólares por deuda externa y blanqueo, y luego hacerse de las ganancias ya no al 30% anual en pesos, sino la 30% anual en dólares.
El negocio hoy es parecido, aunque las licitaciones de deuda en peso las hace el Tesoro Nacional al 4% o 5% mensual, que mediante las Lecap capitalizan los intereses en forma mensual (anatocismo), lo cual es equivalente a poner un plazo fijo pero ante el Ministerio de Economía, en vez de ante el banco.
Al encontrarse el tipo de cambio fijo con aumento programado del 2% mensual, la diferencia que se hace por mes es en dólares y al cabo de un año alcanza el 35%.
Es natural que desde las consultoras socialdemócratas o neoliberales ligadas al sector financiero se promueva la idea de una estabilización económica, porque necesitan tiempo para hacerse de semejante ganancia.
La lógica de los voceros de la alegría financiera es la misma que en 2018. En aquel momento, en el suplemento de “Lo que se dice en las mesas” de Ámbito Financiero, se contaba una anécdota de un operador de “la city” que se había tomado un taxi y el conductor le explicaba que “la movida eran las Lebacs”, y en ese instante había entendido que era el momento de salirse del negocio. En ese mismo suplemento, contaban a propósito de la anécdota que había un importante banco interesado en salir de las letras en pesos y hacerse de las ganancias extraordinarias en dólares.
¿Por qué son ganancias extraordinarias las de la bicicleta financiera? Hoy en día, los bonos del Tesoro norteamericano, los más seguros en cuanto a asegurarse el pago, rinden al 4/5% anual, una Obligación Negociable de YPF asegurada por las exportaciones de Vaca Muerta rinde al 9% anual en dólares. En este sentido, no existe un sólo negocio en el mundo, salvo la bicicleta argentina, que permita semejantes ganancias.
¿De dónde sale el dinero para cubrir semejante fiesta? Preparamos un pequeño recorte de una extensa tabla de excel que publica mensualmente el Ministerio de Economía en su página oficial. Aquí lo que se observa es la evolución de la deuda pública del Tesoro Nacional pasada a dólar.
Como se verifica, en menos de un año nos habrán endeudado por 100 mil millones de dólares, algo que el gobierno más endeudador de la democracia, el de Cambiemos, alcanzó recién al tercer año de su mandato.
Mientras algunos creen que la paz se sostiene con el blanqueo de 15 mil millones de dólares, vemos que las arcas públicas cada vez están más complicadas, y peor aún, el título estrella de la Secretaría de Finanzas, las Lecaps, no muestran todo el volumen de su deuda, en tanto los intereses se capitalizan y no se consolidan en los balances. El día que un pez gordo decida salirse, el final será dramático.
Ahora nos toca preparar los cinturones para el año 2025, en el que debemos afrontar vencimientos por 17 mil millones de dólares entre capital e intereses, con un cronograma de pagos de 4.900 para enero y 4.800 para junio.
Luego de que el Ministro de Economía dijera que se iba a concertar una operación REPO para cubrir los primeros vencimientos (se ponen activos argentinos en garantía para que los bancos nos presten más plata), se conoció que los bancos encargados de la operación serían el Santander y JP Morgan.
Para sorpresa de muchos, la Secretaría de Finanzas anunció que había comprado los dólares necesarios para afrontar los vencimientos de enero que iban a pagarse con el REPO, lo que generó dudas sobre si efectivamente existía esa posibilidad.
Ahora apareció una nueva bicicleta en el sector de las importaciones, que aprovechan los pagos diferidos, las tasas altas en pesos y la tablita de devaluación del 2% para hacerse de la diferencia al momento de cancelar -en unos meses- los bienes que hoy importan.
Mientras en la economía nacional la principal preocupación pasa por la caída de las ventas, los operadores financieros siguen su apuesta por la bicicleta.
4 | La educación elemental
Se publicó el “Índice de Resultados Escolares de primaria: Evolución y análisis por departamento”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, en el cual participaron como autores Sandra Ziegler, Eugenia Orlicki y Leyre Sáenz Guillén.
A partir de datos del relevamiento anual y las pruebas Aprender, se realiza el Índice de Resultados Escolares, por el cual se observó que el 94% de los alumnos que empezaron la primaria en 2018 pudieron llegar a sexto grado en el tiempo esperado. En la relación de 2011-2016 la proporción era del 88% y de 2016-2021 era 92%.
Mientras que en Córdoba, Santa Cruz, La Pampa, Chubut, Río Negro y Jujuy el porcentaje asciende a 99%, en Misiones, Santiago del Estero, San Juan y Corrientes el índice no alcanza el 90%, todo medido de 2018 a 2023.
Sin embargo, al analizar el índice de aprendizaje, es decir, cuando se cotejan los tiempos con los conocimientos incorporados según la prueba Aprender, sólo el 45% de los pibes tienen un desempeño satisfactorio o avanzado en Lengua y Matemática.
Una de las principales autoras del informe publicado, Sandra Ziegler, planteó que “La escuela primaria es la plataforma sobre la cual se construyen los primeros aprendizajes que son estructurantes de las adquisiciones posteriores. Es un nivel que no era visualizado con tantos desafíos en relación con los aprendizajes y las trayectorias como otros”.
Lo sorprendente es que mientras el índice de los estudiantes que llegan en tiempo teórico a sexto grado viene en aumento desde 2011 hasta 2023, cuando el análisis es cualitativo en el mismo período los resultados empeoraron.
En la franja 2011-2016, los estudiantes que llegaban a sexto grado con conocimientos satisfactorios de matemática y lengua eran el 46%, en el periodo 2016-2021 fue de 50%, y en el último período citado fue de 45%.
Uno de los puntos fundamentales del informe publicado es la dispersión entre los resultados de las diferentes provincias y departamentos al interior de cada una.
Lo que se concluye a partir del informe es el fracaso de la provincialización de la educación, en tanto bajo el pretexto de la supuesta federalización, se promovió una profunda desigualdad entre las regiones del país, que en función de sus dispares ingresos fiscales deben afrontar la misma obligación constitucional y legal que el resto.
5 | Trabajo y comunidad
En contextos de vaciamiento nacional y destrucción del Estado “desde adentro”, se pone en valor la comunidad y su entramado libre, como salvaguarda de la nacionalidad.
Allí, las instituciones barriales y educativas juegan un rol fundamental, siendo los espacios de proximidad y de primeras instancias de integración comunitaria.
Por eso, el reconocimiento al Colegio María de Guadalupe de esta semana nos llena de orgullo, no porque esta condecoración llegue de pagos lejanos, sino porque expone el valor de esta y otras tantas instituciones.
El Colegio María de Guadalupe es una escuela del barrio Las Tunas, en el partido bonaerense de Tigre. Fue creada en el año 2012 por la fundación educativa María de Guadalupe, que tiene como misión “ofrecer educación de calidad con un modelo inclusivo e innovador a niños, niñas y jóvenes que viven en contextos de vulnerabilidad, a un costo similar al de la educación de gestión estatal”.
El Colegio acoge a unos 700 estudiantes desde el jardín de infancia hasta la educación secundaria, y cumple su misión en una zona donde el 62% de los niños vive en situación de precariedad habitacional y el 73% de los jefes de familia no terminaron el secundario, según los datos del propio colegio sobre la base de encuestas del año 2022.
Además de su formación integral desde jardín hasta el secundario, el Colegio lleva a cabo los Programas de Orientación Vocacional, Mentoría e Inclusión Laboral, destinados a jóvenes de hasta 25 años que hayan terminado el secundario. Estos programas se basan en talleres de tres meses para el desarrollo de habilidades para la inclusión laboral, con capacitaciones en herramientas digitales, sociolaborales e incluso técnicas. Luego, contempla la etapa de intermediación laboral, acompañando por lo menos durante otros tres meses en la búsqueda laboral y, en caso de lograr la inserción laboral, en un seguimiento con las empresas. Dos veces al año, se realiza un relevamiento para seguir la trayectoria de los egresados, bajo el cual se identifica que hoy en día el 40% de los mismos se encuentra trabajando en su primer empleo formal.
En una Argentina donde solo 16 de cada 100 terminan el secundario en tiempo y forma según datos de Argentinos por la Educación, el Colegio María de Guadalupe tiene un 99% de tasa de promoción y el 44% de los graduados continúa con estudios superiores.
Por todo ello, el Colegio fue destacado como la mejor escuela del mundo en la categoría “colaboración con la comunidad” de los premios de T4 Education, una organización internacional en la que participan referentes de más de 100 países. El premio reconoce a María de Guadalupe por “empoderar a estudiantes provenientes de contextos de vulnerabilidad social con un modelo integral que combina el aprendizaje académico con el desarrollo profesional”.
Luego del reconocimiento, el Director Ejecutivo de la Fundación María de Guadalupe, Luis Arocha, declaró que “la comunidad completa de María de Guadalupe está muy orgullosa de este reconocimiento mundial que pone a Argentina ante los ojos del mundo”, agregando que destacan “la oportunidad de mostrar el poder de un compromiso comunitario significativo, con un enfoque en garantizar puentes entre la escuela, la vida laboral y el acceso a la universidad”.
Por su parte, María Luz Diez, directora de Desarrollo Institucional de la organización, afirmó que su objetivo es fomentar “jóvenes que terminen con un proyecto de vida que ellos elijan», comprendiendo la centralidad del desarrollo individual en un contexto de desarrollo comunitario.
El reconocimiento desde el extranjero debe servirnos como puntapié para valorar lo propio. Hasta en los contextos de mayor difusión de paradigmas individualistas por izquierda y por derecha, en el seno de nuestra Nación continúan firmes los entramados comunitarios. En el caso del Colegio María de Guadalupe, sumando también la excelencia educativa y la vocación por la inserción laboral y el desarrollo humano.