A 38 años de las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur.

Homenaje virtual.

Por María Victoria Vázquez – UBA Derecho

Hablar de Malvinas, duele.

Archipiélago de América del Sur, situado en el mar argentino, que es un mar epicontinental del océano Atlántico Sur adyacente a dicho país, a unos 500 km de la costa. A miles de kilómetros un General borracho y sus secuaces de las “tres armas”, con la calefacción de junio, deciden que no hay que rendirse hasta no perder las dos terceras partes de las tropas, unos ocho mil pibes. Él decidía, los nuestros ponían el cuerpo. 

Desde el balcón de la Casa de Gobierno, el entonces presidente de facto, el Teniente General Leopoldo Fortunato Galtieri, en su discurso expresa: “Hemos recuperado, salvaguardando el honor nacional, sin rencores, pero con la firmeza que las circunstancias exigen, las islas australes que integran por legítimo derecho el patrimonio nacional”. Las palabras pronunciadas por Galtieri no se hicieron esperar, y en Londres la Corona Británica anunciaría la ruptura de las relaciones con el país.

No es placentero hablar de estadísticas cuando los números representan caídos en combate, pero lamentablemente nobleza obliga a graficar la triste realidad que ubicó a Galtieri como un presidente enérgico en su lucha por prohibir a John Lennon y Pink Floyd en las radios argentinas durante los meses que duró el conflicto armado, pero un total incompetente a la hora de defender el territorio nacional. Desde el 2 de abril de 1982, cerca de 10.000 soldados argentinos participaron en la guerra, la cual duró 74 días y 33 en combate. Durante el conflicto, más de 1200 efectivos argentinos resultaron heridos y 649 murieron en combate. Las tres Fuerzas argentinas (Ejército, Fuerza Aérea y Armada) perdieron en total 100 aeronaves. El submarino Santa Fé y el crucero ARA General Belgrano, fueron hundidos. El hundimiento del Belgrano se cobró la mayor cantidad de víctimas: de los 1093 tripulantes, 323 perdieron la vida: 2 civiles y 321 militares de diversa jerarquía. De los 28.000 hombres que movilizó Inglaterra, 255resultaron muertos durante las operaciones. Sin embargo, los datos más crudos aparecieron luego del conflicto; en  2011 ante los reclamos de grupos de ex combatientes, el por entonces adjunto a cargo de la Defensoría del Pueblo de la Nación, Anselmo Sella, destacó que “la cantidad de soldados que fallecieron post conflicto a causa de suicidios, es de tal magnitud que puede compararse la guerra y la posguerra”. Sella señaló que había un gran número de exsoldados sin reconocimiento médico, “siendo esto un potencial de riesgo por la falta de tratamiento dadas las secuelas que pudieran padecer”, y recomendó al ministro de Defensa que efectuara una Convocatoria Nacional Obligatoria para dicho reconocimiento.

Referirnos a las Islas Malvinas es un tema que habilita múltiples reflexiones y análisis.  Nos pone de manifiesto la lucha por la integración latinoamericana y la búsqueda por la soberanía, siendo destacable el rol de los países hermanos. Por un lado, el pueblo latinoamericano en búsqueda de su soberanía, por el otro el colonialismo inglés.

En este contexto, Brasil y Perú brindaron apoyo militar, Bolivia envió soldados voluntarios y Panamá votó a favor de la Argentina en el consejo de Seguridad de la Organización de la Naciones Unidas (O.N.U.). La causa de Malvinas fue también la necesidad del imperialismo Británico por demostrar que todavía no estaba muerta su capacidad de dominación, además del evidente interés económico y estratégico por el territorio. Por el otro lado, en Europa hubo total solidaridad en torno a Inglaterra, especialmente de Francia, quienes cancelaron toda entrega de armas a Argentina y cedieron a los ingleses los códigos de desactivación de los misiles Exocet que nos habían vendido, permitiendo que Inglaterra acceda a los códigos para desactivar los misiles; sin embargo, a los únicos códigos a los cuales no pudo acceder fueron a los que envió la República del Perú. Además, Alemania, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Dinamarca, Italia, la Comunidad europea y la OTAN declararon un embargo comercial contra Argentina. Inclusive España, se olvidó de la solidaridad hispánica absteniéndose de apoyarnos. Estados Unidos estuvo en la indefinición durante las primeras semanas porque el conflicto enfrentaba a dos países aliados. Sólo cuando las operaciones militares empezaron, el gobierno de Ronald Reagan se decidió a apoyar directamente a Inglaterra.

Al decir de los teóricos del arte de la guerra, “quien gana la guerra debe también ganar la paz”. En este sentido, la guerra había sido librada por la misma conducción del Estado que había puesto de rodillas a nuestro país frente a los poderes financieros internacionales. Dicha contienda mal parida por su carácter demagógico de un Proceso militar en crisis, luego sirvió de pretexto para firmar los sucesivos Tratados de paz en los cuales nuestra Nación se condenó a entregar sus recursos naturales y servicios públicos a capitales británico, así como a desocupar militarmente la Patagonia, otorgar preferencia a la relación comercial con Gran Bretaña y obediencia a sus fuerzas armadas.

Estos Tratados se instrumentaron mediante el Acuerdo de Madrid del 15 de Febrero de 1990 y Tratado de Londres del 11 de diciembre de 1990 y, si bien los sucesivos gobiernos de la democracia han denunciado la cuestión Malvinas ante la ONU, nunca hemos denunciado dichos tratados en nuestro Congreso Nacional.

Referirnos a Malvinas en el 2020, como símbolo y causa no puede ni debe remontarse únicamente a 1982. Hoy en día, la causa ha tomado otra connotación, algo cambió. El reclamo sobre las Islas ha dejado de ser solamente nacional para trascender fronteras y convertirse -cada vez con mas fuerza- en una causa latinoamericana.

A continuación, compartimos una entrevista a Sergio de Jesús Lavaise, excombatiente en la guerra de las Malvinas. Un héroe argentino que vive en Buenos Aires. 

Sergio de Jesús Lavaise tenía 20 años en el 1982 cuando la Junta Militar Argentina decidió recuperar por la fuerza las Islas Malvinas. Por esta decisión gubernamental un joven debió defender la blanca y celeste en la guerra. Con total valentía y absoluta cordialidad, sumando asimismo la coyuntura internacional que estamos viviendo, aceptó ser entrevistado a la distancia. Su testimonio revela información cruda pero real de lo acontecido a solamente 1.519km de distancia en el Teatro de Operaciones, mientras que acá se vivía en una mentira ideada por el gobierno dictatorial en complicidad con otros sectores de la sociedad.

  • ¿Cómo fueron los días previos al combate de Malvinas? ¿Cómo fue la preparación antes de ir?

+ La preparación en realidad fue muy rápida, cuando el Regimiento fue notificado que se movilizaba al teatro de operaciones. El día de partida fue cambiado tres veces, partimos el 13/04/1982, cuando la fecha original era el 9 del mismo mes. El 13 a la mañana, autorizaron a nuestros familiares a concurrir al Regimiento para despedirnos. Nadie pensaba que el Reino Unido iría a Malvinas.

Partimos al mediodía rumbo al Palomar, luego a Río Gallegos en un avión de Aerolíneas Argentinas sin asientos y de allí a Malvinas en un avión Focker de la Fuerza Aérea argentina.

Al llegar a Malvinas, los días previos al combate fueron muy duros, dado a la espera para que el Jefe del grupo de tareas en Malvinas nos diera nuestro lugar a defender, esto llevó varios días los cuales los pasamos a la intemperie.

Llegamos a nuestras posiciones, después de caminar 7 km llevando todo nuestro equipo a cuestas (50 kg aproximadamente) más muestro armamento.  Luego tocó cavar nuestras trincheras y pozos de zorro, cabe acotar que, desde nuestro arribo hasta tener todo listo, pasaron entre 10 y 12 días aproximadamente, sin comida ni bebida. Sólo nos daban una ración de comida fría y un vaso de agua por día. Fue muy duro, y mucho más, no saber en qué momento iban a atacar.

  • ¿Cómo evalúa la decisión del gobierno militar de embarcarse en aquella guerra contra una potencia mundial?

+ Después de tantos años de la guerra y tantos libros leídos, puedo decir que, en el Reino Unido, desde el mes de enero ya se sospechaba de una operación militar en Malvinas.

Originalmente la toma fue organizada para a primavera, se tuvo que adelantar y el 2 de abril fue la operación Rosario (la fecha pensada era el 30/03, pero se postergó por razones climáticas).

Más de 20 años antes se estudiaba la posibilidad de tomar Malvinas.

Los ingleses invadieron las Islas en 1833, en 1983 se cumplían los 150 años (luego de 150 años en que un país habite una isla, pasa a ser el propietario de la misma de forma legal), y ya nuestro país perdería derecho alguno.

Hoy por hoy, nos restan 122 años para reclamar nuestros derechos. Si lo miramos desde este punto de vista, se puede decir que era inevitable.

  • ¿Qué función cumplía en Malvinas?

+ Mi función en la guerra era de radioperador del pelotón comando del Capitán. Todas las alertas tempranas se las reportaba a mi Capitán y luego se transmitía al resto de la compañía.

Del regimiento de Patricios viajó sólo una compañía (170 personas aprox) la cual en Malvinas formó parte del Regimiento 6 de Mercedes.

  • ¿Considera que Malvinas fue una estrategia del gobierno militar para escapar de los problemas internos que agobiaban al país en ese momento? ¿Fue una acción militar orientada a buscar legitimidad y cohesión social interna?

+ Creo que no, pero sabemos que todas las guerras a nivel mundial tienen política como objetivos.

De hecho a la primera ministra de Londres le vino bien esta guerra, invirtieron mucha plata. También los habitantes de las Islas salieron beneficiados, hoy en día, no están olvidados por su país.

En cuanto a nuestro Gobierno al perder… ya sabemos lo que pasó. Quiero pensar que no se buscó legitimidad al tomar las islas que por derecho nos pertenecen, ya que los 649 héroes que murieron por su Patria y hoy custodian nuestras Islas, al igual que el sacrificio y sufrimiento de los que volvimos, nos lleva a pensar que no.

  •  ¿Sabían que iban a la Guerra?

+ Creo que a ninguno de los que fuimos al teatro de operaciones Malvinas, se nos cruzó por la cabeza que terminaría en una guerra (ellos están muy lejos de las Islas y para movilizar una flota se necesita invertir mucha plata). Sin embargo, fueron 113 barcos en total. 

  • ¿Cómo fue el estar allá? ¿Poseían la preparación y el equipamiento militar adecuados para enfrentar a unas fuerzas como las del Reino Unido?

+ En cuanto a la preparación, hay que diferenciar a nuestros cuadros (aquellas personas dentro de la carrera militar) de los soldados. Nuestro personal de cuadro se prepara toda una vida, para ese momento mientras que los soldados realizamos el servicio militar obligatorio por un año para jurar la bandera y defender nuestra Patria.

En cuanto al equipamiento militar, no era de lo mejor.

  • ¿Cuál fue la peor carencia del estar allá?

+ En una guerra las carencias son muchas, podría enumerar algunas:

  1. La comida de tu madre.
  2. Una botella de agua.
  3. Tu familia.
  4. La falta de comunicación con la misma.
  5. Tu cama.
  6. Una ducha caliente.
  7. Inodoro/bidet

La guerra nos arrebató la adolescencia a todos, llegamos a Malvinas siendo adolescentes y volvimos siendo hombres. Cambia tu forma de ver la vida y cómo valoras las cosas.

  • ¿Cuál es la imagen más cruel que posee de la guerra? ¿El paso del tiempo permite aliviar el dolor de esos recuerdos?

+ La imagen más fea de la guerra fue una bomba que cayó a unos 50 metros de donde me encontraba, el pensar que la próxima podría caer en mi lugar es una sensación muy fea, ver los combates a 1.000 metros y pensar que se aproxima, esto en el pozo de zorro es muy traumático, pero a la vez deseas que llegue rápido ese momento y así como deseas que llegue, deseas que pase rápido también.

Creo que el dicho popular “el tiempo cura las heridas” no aplica para una guerra, ya que lo que tenés herida es tu alma, y el dolor y los recuerdos son muy fuertes. Para mejorar tu calidad de vida hay que recurrir a un profesional para que te ayude con terapia. Esos recuerdos están en nuestras retinas y los llevamos hasta nuestra tumba. Es muy triste, pero los suicidios postguerra ya duplican a los que murieron en la misma.

  • ¿Cómo fue el recibimiento en Argentina?

+ El regreso pasó muy desapercibido. Para mí, el solo hecho de saber que ya había terminado todo, que vería a mi madre, que gracias a Dios nada me había pasado, que salí vivo de una guerra, era lo más importante.

La sociedad fue muy dura en ese momento, pero por suerte eso fue cambiando con el correr del tiempo.

En Repliegue no tenemos más palabras que agradecimiento hacia Sergio de Jesús Lavaise por contribuir a la formación del periódico, removiendo recuerdos tan dolorosos. Malvinas es pasado, presente y futuro. Por eso, la tarea que tenemos no es sólo no olvidar lo que pasó, sino además trabajar cada día tratando de dar las respuestas que durante tantos años no se dieron. Que este 2 de abril sea un día de recuerdo, de emoción, de consuelo, de contar historias heroicas, de acompañamiento y, sobre todo, de unión e inspiración para todos los argentinos. Este es el mejor regalo que les podemos a hacer a los que entregaron todo por nuestra Patria.

Debatir Malvinas supone debatir el carácter de quienes han de protagonizar la lucha de liberación latinoamericana en defensa del interés nacional, siendo capaces todos desde nuestro lugar, de proveer un respaldo consciente y de lucha. Nosotros sabemos que tarde o temprano recuperaremos las Islas Malvinas, sin embargo,es condición sine qua non que Argentina y América Latina trabajen juntas, que año tras año los reclamos sean más consistentes en honor a nuestra historia y a nuestros héroes.

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