
Los presentes sucesos son un compilado arbitrario y caótico de los tiempos que se vienen.
Hoy en Geopolítica y Actualidad Nacional escriben Marco Stiuso y Ariel Duarte.
1 | Los dos shows
2 | El gigante autosuficiente
3 | Los ojos del abusador
4 | Ramal que lucha, ramal que vuelve
5 | En su lugar
1 | Los dos shows
En momentos de tránsito de un orden internacional a otro, donde lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer, las instituciones internacionales pueden ser un elemento de desenfoque, representando nada más que puestas en escena, cuando las bases fundamentales de lo nuevo se mueven por detrás.
Esta semana, el mundo nos regaló dos cumbres globales que, tanto por sus anuncios como por sus omisiones, han demostrado no atacar el centro de la cuestión global de nuestros días: la reindustrialización de las naciones y la vuelta del interés nacional en las decisiones geopolíticas.
La primera de estas escenas fue la cumbre de los BRICS, cuyo grupo se amplió en enero de este año con la incorporación de Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Etiopía. Además, más de diez países han mostrado interés en sumarse, entre los cuales se destaca Turquía por ser, además de un actor relevante a nivel regional, miembro de la OTAN.
Así, los BRICS agrupan ya casi la mitad de la población global y el 36,7% de la economía mundial. En esta cumbre, a ese peso real se le sumó un peso simbólico, dado por su anfitrión: Rusia. A esta altura de los acontecimientos, resulta ridículo plantear que Putin, por su decisión de avanzar sobre el este de Ucrania, está “aislado del mundo”. Veinte líderes de Asia, África y América Latina estuvieron presentes en Kazán esta semana y fueron recibidos por el mandamás del Kremlin, que ostentó su nivel de inserción internacional, más vigente que nunca.
Entre los anuncios de la cumbre, se destacaron las propuestas en materia de finanzas y pagos. Principalmente, el anuncio del sistema BRICS Pay, que tiene como objetivo ocupar el lugar del sistema internacional de pagos y vinculación bancaria SWIFT, diseñado bajo la lógica del viejo mundo, con sede en Bruselas. Como complemento, el sistema implementaría, a través de tecnología blockchain, el uso de una nueva moneda propia de la BRICS, cuyo prototipo fue presentado por Rusia en la cumbre de esta semana.
Esta moneda conjunta se respaldaría, en principio, por las reservas de oro de los países miembro del bloque, en un momento donde dicho metal alcanza máximos históricos de cotización. Sin embargo, aún no se clarifica si el otro elemento que respaldaría la moneda sería una conjunción de ciertas monedas locales de los miembros BRICS, o bien, una valuación de sus recursos naturales. Por el momento, se trata más de un anuncio geopolítico y simbólico que de un mecanismo efectivo.
Por otro lado, en otro ejemplo de expresión más geopolítica que económica, la declaración conjunta de los BRICS condenó las sanciones impuestas unilateralmente por los países “occidentales”, solicitando su levantamiento. Este comunicado cuenta con la firma de los presidentes de China, India, Sudáfrica e Irán, además de la de Putin y los otros estados miembro. Aunque no deja de ser una simple declaración sin impacto mayor en el quehacer diario del mundo, se destaca el espaldarazo no sólo al Kremlin, sino también a Teherán en un contexto de expansión de la Guerra por el Jordán. De hecho, la declaración conjunta de la cumbre deja por escrito que los miembros del BRICS “reafirman su apoyo a la admisión del Estado de Palestina como miembro pleno de la ONU”.
También, se abordó el otro gran teatro de operaciones de nuestros días: Ucrania. China, Brasil e India se han expresado a favor de una salida negociada, basándose en la propuesta de paz esbozada por Brasilia y Pekín. Lo relevante es que, en la misma cumbre, Rusia aceptó la mediación de esos tres países en el conflicto, mostrando un posible camino de diálogo mientras las tropas rusas avanzan en el este ucraniano.
Estos anuncios y declaraciones, que tomaron el protagonismo en los medios digitales de todo el mundo, dejaron en segundo plano una propuesta planteada por Putin en la cumbre, que tiene un mayor asidero en los desafíos del mundo por venir.
En un contexto de tránsito hacia un orden internacional centrado en la puja por la distribución del trabajo, la industrialización de las naciones y la suficiencia energética y alimentaria, el presidente ruso planteó la creación de una bolsa de cereales del BRICS, ya que sus miembros “se encuentran entre los mayores productores mundiales de cereales, legumbres y oleaginosas”. En este sentido, la bolsa de cereales “contribuirá a la formación de indicadores de precios justos y predecibles para productos y materias primas, teniendo en cuenta su papel especial para garantizar la seguridad alimentaria», además de “proteger los mercados nacionales de las interferencias externas negativas, la especulación y los intentos de crear una escasez artificial de alimentos».
La creación de esta bolsa de cereales supondría una mínima estabilidad para el abastecimiento de un elemento clave, en un mundo donde las fronteras se ensanchan y el recelo por lo propio marcan la pauta. Quien tendrá aquí una base de sustento (aunque insuficiente por su necesidad de importar desde otros destinos) es China, que tiene el enorme desafío de mantener alimentada a su superpoblación y enchufada a su monstruosa industria local, mientras continúa disfrazándose bajo las categorías de “emergente” y “Sur Global”, abrazadas tanto por el academicismo progresista como por el neoliberal.
Casi en simultáneo con la cumbre BRICS, en Berlín, se dio otra puesta en escena. En este caso, los protagonistas fueron los presidentes de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y Francia.
Biden, Starmer, Scholz y Macrón dieron pocas noticias de relevancia. Por lo trascendido en los medios internacionales, no hubo mucho más que abordajes sobre los conflictos de Medio Oriente y Ucrania, con mayor foco en este último.
Según los comunicados oficiales de los países participantes, la reunión sirvió para consolidar el apoyo a Ucrania, condenar la agresión rusa y principalmente discutir cómo proceder con los activos rusos congelados por Europa y Estados Unidos. En este punto, se acordó entregar dichos activos a las autoridades ucranianas, con el fin de iniciar las primeras obras de reparación de guerra. Así lo refleja el comunicado oficial del gobierno alemán, que indica que “los cuatro mandatarios condenaron la guerra de agresión en curso de Rusia contra Ucrania, abordaron sus planes para brindar a Ucrania apoyo adicional en el ámbito de la seguridad, la ayuda económica y humanitaria, incluido el uso de los beneficios de los activos estatales rusos congelados”.
Sin embargo, el tema principal de la reunión fue tratar el famoso “Plan de la Victoria” de Zelensky, presentado ante cada presidente de manera bilateral. Este plan tiene como objetivo, según el presidente ucraniano, terminar con la guerra en 2025, e incluye los siguientes ítems:
-Operaciones continuas de las Fuerzas de Defensa y Seguridad de Ucrania en territorio enemigo, evitando la creación de zonas intermedias en suelo ucraniano.
-Fortalecimiento de las posiciones defensivas y destrucción del potencial ofensivo ruso en las zonas ocupadas por Rusia.
-Apoyo de los socios internacionales para equipar brigadas de reserva de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
-Mejora del sistema de defensa aérea de Ucrania para proteger ciudades y pueblos de misiles y drones rusos, y operaciones conjuntas con los vecinos europeos para interceptar ataques dentro de los rangos de defensa aérea.
-Ampliación del uso de misiles y drones ucranianos, así como inversiones en la producción nacional de estos armamentos.
-Levantamiento de restricciones sobre el uso de armas de largo alcance en territorio ocupado y en Rusia, permitiendo ataques contra infraestructuras militares rusas.
-Provisión de datos satelitales en tiempo real y de inteligencia recopilada por otros medios, para optimizar las operaciones militares.
Además, según el propio Zelensky, el Plan incluye un “anexo secreto” al que solo pueden acceder aquellos socios de Kiev que dispongan de las capacidades de asistencia militar adecuadas. El mismo ha sido entregado a Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia y Alemania.
Este Plan ha sido planteado en conjunto con la insistencia de Ucrania por ingresar a la OTAN. En su presentación frente al parlamento ucraniano, Zelensky ha declarado que su nación “ha demostrado ser capaz de defender la región euroatlántica y un modo de vida compartido” respaldando la desesperada solicitud por ingresar a la alianza militar, lo que implicaría el involucramiento directo del resto de sus miembros en el conflicto.
“Nosotros, los ucranianos, junto con nuestros socios, debemos cambiar las circunstancias para que la guerra termine, independientemente de lo que Putin quiera. Todos debemos cambiar las circunstancias para que Rusia se vea obligada a la paz” afirmó Zelensky en la presentación, dejando entrever que, por el desarrollo de los acontecimientos desde el estallido de 2022, Rusia tiene las de ganar. De hecho, el propio representante ucraniano para América Latina, Ruslan Spirin, afirmó que si Ucrania “no se fortalece significativamente ahora, Putin tendrá tiempo de fortalecerse el próximo año, hasta el punto de descartar permanentemente la diplomacia”.
Volviendo a la reunión de esta semana en Berlín, los comunicados oficiales afirman que los presidentes “examinaron el Plan para la Victoria del presidente de Ucrania”, sin mayor definición. Probablemente estemos frente a otro episodio de desidia y soltada de mano de Europa y EEUU a Zelensky, el loco que cada vez está más solo, mientras Putin anfitriona la cumbre BRICS.
2 | El gigante autosuficiente
Mientras los eventos institucionales se centran en los gestos políticos, las monedas y las guerras de transición al nuevo orden internacional, por detrás de escena surgen otras noticias que apuntan hacia los verdaderos sustentos del mundo por venir.
Desde los medios digitales del progresismo internacional, adhiriendo al concepto de un “Sur Global” en auge, se plantea la situación de Estados Unidos como una potencia en decadencia, como un imperio en caída. Una gran parte de este análisis se sustenta en la retirada de Washington de distintos escenarios internacionales, lo que deja atrás el posicionamiento yanqui como “gendarme del mundo”.
Lo que se ignora desde esta visión es que dicha retirada no es más que una decisión propia de la Casa Blanca por un volantazo hacia el interés nacional, marcado en gran medida por la industria nacional y el progreso tecnológico.
Uno de los factores fundamentales en este punto fue la denominada “Shale Revolution”, que modificó drásticamente la expectativa de abastecimiento energético del gigante norteamericano, desde la primera década de este siglo. (Crisis energética global. La lucha por el futuro. – Repliegue).
Luego de encontrar enormes yacimientos de esquisto en suelo propio y de contar con la tecnología necesaria para su extracción y procesamiento a bajo costo, resultaba cada vez más innecesario gastar millones de dólares en mantener la presencia militar que garantizaba el saqueo de Medio Oriente y otras regiones ricas en esos recursos. El gigante había encontrado en su propia casa la energía que necesitaba para alimentarse.
En nuestros días, el escenario cambió, pero la lógica sigue siendo la misma. El mandato de Donald Trump marcó un antes y un después en la historia mundial. Donde reinaba la desregulación, liberalización y homogeneización del mundo, hoy está de moda el interés nacional, la reindustrialización y la palabra arancel “es la más linda del diccionario”, como dice el propio Trump.
En este contexto, la madre de las batallas para Estados Unidos es la relocalización de sus empresas multinacionales, difuminadas por el mundo en favor de los beneficios fiscales y los bajos costos de producción. Esta batalla se da, principalmente, en el rubro automotriz (La unidad de concepción | Contexto semanal 10.24 V.1 – Repliegue). En ella, la energía barata y la materia prima abundante es la llave secreta.
Es justo en este contexto en el que el gigante norteamericano se encuentra con un déjà vu más que bienvenido. Como ayer lo hicieron el shale gas y el shale oil, hoy aparece otro elemento que facilita a Washington sus planes de desarrollo y consolidación industrial nacional: el litio.
En estas semanas, se confirmó lo que ya se venía advirtiendo desde algunas multinacionales energéticas: en el estado de Arkansas, se encuentra un yacimiento enorme de litio. La revista científica Science Advances publicó una investigación en la que estima entre 5,1 y 19 millones de toneladas de litio en las salinas de la formación Smackover, en el sur del estado de Arkansas.
La investigación fue realizada por el Servicio Geológico de Estados Unidos en coordinación con el Departamento de Energía y Medio Ambiente de Arkansas. «Estimamos que hay suficiente litio disuelto en esa región para reemplazar las importaciones de litio de Estados Unidos y más», dijo Katherine Knierim, hidróloga y principal investigadora del estudio, en un comunicado de prensa.
Previamente, este año también se descubrió un yacimiento de litio en la Caldera McDermitt, ubicada en los estados de Nevada y Oregon. En este caso, se trata de una superficie de 45 km de largo y 35 km de ancho, dentro de un volcán extinto. Allí, los geólogos Thomas Benson, Matthew Coble y John Dilles estimaron que se encuentran entre 24 y 40 millones de toneladas de litio, lo que podría superar a las salinas de Bolivia, considerado hasta ahora el yacimiento más grande del mundo, con 23 millones de toneladas.
La Caldera McDermitt tiene, además, una particular ventaja sobre otros yacimientos. En su caso, la extracción del litio se da a través de su separación de la arcilla, lo que significa un proceso más directo y rápido que en otros tipos de extracción. Esto significa una reducción de costos de producción, el otro factor central a la hora de buscar la suficiencia energética de una nación.
Con estos descubrimientos y su puesta en valor, el viento sopla a favor del repliegue de Estados Unidos sobre sus propias capacidades y la consolidación de cadenas de valor internas, en un mundo que tiende a ello .
Sin embargo, puertas adentro tiene otro tipo de desafío. Un reciente informe de la Asociación Estadounidense del Automóvil afirma que un 63% de los usuarios de automóviles en el país no compraría un auto eléctrico por el momento. Esto se debe, según el propio estudio, a distintas razones, entre las que destacan la preocupación por la autonomía de los vehículos eléctricos, la insuficiente red de cargadores públicos y el costo de estos automóviles.
Por ello, sólo el 18% de los adultos usuarios de autos y camionetas responden que sería “muy probable o probable” comprar un vehículo eléctrico nuevo (sin contar los híbridos). Ese mismo indicador, en un estudio hecho en 2023 por la misma asociación, había derivado en un 23%. Por el contrario, el 63% de los encuestados considera “improbable o muy improbable” comprar un vehículo eléctrico próximamente. Esta cifra ha crecido durante el último año, ya que en 2023 era del 53%.
Para entender otro factor fundamental debemos retornar a la clave de toda competitividad: los costos. El gigante nortamericano funciona a base de energía barata. Según Global Petrol Prices, en febrero de este año, el galón de nafta en Francia valía en promedio 7.50 dólares estadounidenses, mientras que en Estados Unidos el valor era de 3.49.
De todos modos, existe una tendencia creciente a la incorporación de automóviles eléctricos en el mercado mundial, aunque existan reticencias. En 2023, se registraron casi 14 millones de vehículos eléctricos nuevos, representando un incremento del 35% con respecto a 2022, según la Agencia Internacional de Energía.
Por eso, tanto para Kamala Harris como para Trump, la relocalización de la industria automotriz y su vuelta a la producción en el país norteamericano es fundamental para el desarrollo económico. El gobierno de Biden ha impulsado un programa de U$S1.700 millones para revitalizar plantas industriales y destinarlas a la fabricación de vehículos eléctricos. Por su parte, si bien no es un estandarte de las energías renovables, para Trump es un eje fundamental generar las condiciones para que las compañías multinacionales produzcan en Estados Unidos con materia prima y mano de obra local.
El desafío, entonces, es la competencia externa y el costo de producción. En lo que refiere a la primera, tanto Kamala como Trump saben que los aranceles a los productos chinos (sean hechos en Asia o en México) son una herramienta clave. En relación al costo de producción, la noticia del descubrimiento de yacimientos de litio en su propia tierra es música para los oídos de Washington.
3 | Los ojos del abusador
Esta semana transitamos una nueva aventura anarcocapitalista en la Argentina, con un presidente de cumpleaños, mientras el equipo económico viajó a Estados Unidos para reunirse con Fondos de Inversión y Organismos de Crédito.
El resultado lo pudimos comprobar esta semana, con un extenso suplemento publicado por el Financial Times en relación a la Argentina.
El FT es un periódico liberal fundado en 1888, socialdemócrata y muy prestigioso en el mundo financiero internacional, tanto de Wall Street como de otras sedes bursátiles como Tokio, Shanghai o Hong Kong, en tanto su origen británico marca el pulso de su aparente seriedad y racionalidad. También, como siempre, el síndrome de Estocolmo y de quienes quieren parecerse hacen lo suyo para idolatrar sus informes.
Esta semana, el FT se coronó con dos experiencias argentinas, en el clásico juego de pinzas al que nos acostumbran los ingleses. Desde la izquierda, coronaron a Axel Kicillof como el dirigente con mayor futuro en la oposición, alineado a un perfil «progresista» frente al peronismo clásico.
La explicación es entendible, el principal ídolo en materia económica del gobernador es un inglés, Keynes, sobre el cual escribió varios libros que se publicaron en Londres.
Recientemente, fue la Justicia de Londres la que condenó a la Argentina a pagar 1.500 millones de dólares por la modificación de la forma de medición del PBI.
Mientras que el lobby británico junto con el gobierno nacional fustigaron en las últimas semanas en los medios al ex Secretario de Comercio, Guillermo Moreno, que ni siquiera estaba en el cargo cuando se modificó la medición del PBI, en la letra chica, se observaba que en realidad había sido el Ministerio de Economía comandado por Kicillof que en diciembre de 2014 decidió informar que todos los valores medidos del PBI habían sido modificados, con la conclusión en un dictamen de la Oficina de Crédito Público de que nada se debía por los Cupones (bonos) atados a la variación de ese índice. Sin embargo, el responsable de ese desmanejo fue esta semana premiado con una entrevista.
Volviendo al Financial Times de estos días, desde el otro ángulo, dedicaron entre ayer y hoy todo un Especial denominado «Invertir en la Argentina», con un pormenorizado análisis de la actualidad y perspectivas económicas del país.
Ambas publicaciones pueden encontrarse en su sitio, pero lo que acá nos importa es el perfil con el cual los ojos de nuestros históricos enemigos (ocupan más de la mitad de nuestro territorio) y, en especial, los del sector financista o globalizador, nos observan.
En la radiografía, la primera inquietud y particularidad que destacan son los miles de millones de dólares que los argentinos tienen fuera del sistema.
Los estiman según indicadores oficiales en 277 mil millones de dólares (Indec y BCRA), aunque ahí reconocen que las cifras pueden llegar a duplicarse si se contabilizan otras cuentas o dólares no declarados fuera del país.
Según el CEO de una de las principales empresas de cajas de seguridad de Argentina, Ingot, el Sr. Juan Piantoni, el 80% de las cajas se utilizan para guardar dólares.
La mecánica que muchos eligen es la de retirar los dólares de las cajas de seguridad durante Navidad, depositarlos en el banco para que no sean alcanzados por el impuesto a los Bienes Personales, y luego los depositan al comienzo del siguiente año.
Por otro lado, en una estimación realizada en 2021, el ex presidente del Banco Central dijo que el 10% de los dólares físicos del mundo están en manos argentinas, compartiendo el podio junto con los norteamericanos y los rusos.
A su vez, el FT nos advierte sobre la seguridad del Ministro de Economía, que prometió que se pagará la deuda externa cueste lo que cueste, aunque el año que viene Argentina espera vencimientos por 14 mil millones de dólares.
Allí, cuentan cómo el Ministro declaró que tienen depositados los intereses a pagar en un Banco de Nueva York, que aseguraron fondos frescos del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo para modernizar el Estado (pagar indemnizaciones por despido, retiros voluntarios y eliminar subsidios energéticos y de transporte), y que esperan poder renegociar la deuda de capital con los acreedores privados.
Sin embargo, se advierte sobre la fragilidad de la balanza de pagos, mientras con el blanqueo simplemente se llegó al nivel de depósitos que existía en 2019 (13 mil millones de dólares blanqueados en los últimos meses), las reservas netas del Banco Central son todavía negativas (5 mil millones de dólares), sin contar las reservas necesarias para afrontar importaciones por tres meses, que nos llevarían a considerar reservas negativas por -10 mil millones.
La plata para pagar la deuda no está, aunque allí es donde aparece el ojo del abusador y la recomendación del Financial Times para sus devoradores lectores del sector financiero, rentista y especulativo.
Las áreas por las cuales el FT recomienda apostar a la Argentina son las mismas que el ex Ministro Guzman durante el gobierno anterior coronó como los sectores del crecimiento económico futuro: la Argentina Exportadora y Bananera.
Por un lado, destacaron la potencialidad de Vaca Muerta y la exportación de energía, luego dedicaron otra nota al potencial de la minería (en especial el cobre) y, por último, hablaron sobre el futuro del Turismo para la llegada de dólares.
En relación a Vaca Muerta, vale la pena detenernos. El FT sentenció: «Vaca Muerta es lo más parecido que Argentina ha tenido a una política de Estado… Las tempranas inversiones de YPF y Chevron en 2014 y de Tecpetrol en 2017, permitieron una rápida disminución de los costos y el riesgo».
En este sentido, fue a partir de 2014 y del auge del acuerdo firmado con Chevrón que se eligió, de la mano de Miguel Galuccio y Axel Kicillof, apostar por el petróleo y el gas no convencional de la fractura hidráulica, en vez de los pozos en costa afuera u off shore, que podrían haber significado una amenaza para los ingleses por una mayor presencia argentina en el Atlántico Sur.
Desde ese entonces, la apuesta de todos los sectores políticos es la de lograr que con la Vaca Muerta se financien todos nuestros problemas de déficit. La apuesta unilateral es la de construir gasoductos y oleoductos que posibiliten la exportación, más que el abastecimiento de energía para la industria nacional.
La explicación va más allá del gasoducto u oleoducto, en tanto la discusión de fondo es si la energía es un commodity o un vector de desarrollo industrial.
En el primer caso, entonces debe dolarizarse y alinearse al precio internacional, fue lo que se hizo en la Argentina a partir de 2014. En el segundo caso, debe priorizarse la abundancia y el bajo precio para posibilitar el desarrollo económico local, es el mundo al cual apuesta hoy Estados Unidos.
Los ojos del principal periódico económico inglés observan cómo la Argentina del consenso por la cual hay que invertir es la del turismo y la exportación de materia prima. ¿Cuál es el espejo que elegimos nosotros para mirarnos?
4 | Ramal que lucha, ramal que vuelve
Ramal que lucha, ramal que vuelve
Se anunció un nuevo avance sobre el transporte nacional.
Lejos de avanzar sobre la deuda histórica de la democracia, una Ley Federal de Transporte multimodal que integre la planificación de la logística nacional en aire, tierra y agua, se anunció la voluntad de desmembrar una empresa fundamental para la producción nacional.
La afectación más sensible, por supuesto, es la que sufrirán los trabajadores ferroviarios del sector, sobre los cuales se lanzó un mar de incertidumbre sobre algo tan sensible como es el trabajo.
Ahora bien, los otros afectados serán las empresas y sectores productivos, y por consiguiente decenas de miles de trabajadores, en tanto el transporte constituye uno de los principales costos.
Si la proyección del gobierno es incorporar al sector privado, lógicamente, el objetivo de las empresas concesionarias será la ganancia. Una historia que ya vivimos…
La otra gran contradicción es la persistente denuncia de los empresaurios atados a los negocios del Estado, cuando fue precisamente el Estado neoliberal construido a partir del ’76 y los ’90 los que dieron luz verde y potenciaron estos personajes.
El esquema elegido para el caso de Belgrano Cargas será el de partir la compañía en siete unidades y la concesión de cada una.
Vale aclarar que la política será la de concesionar, que es distinto a privatizar, en tanto lo que se hará es entregar la gestión de la empresa a manos privadas, más que vender su infraestructura y patrimonio que seguirá siendo el Estado.
Ahora vamos a intentar poner en contexto esta nueva ola de concesiones ferroviarias.
En 1999, fue una de las últimas empresas en concesionarse por parte del gobierno menemista, a una empresa integrada por la Unión Ferroviaria, entonces conducida por José Pedraza y contaba con un transporte de 1,74 millones de toneladas.
En 2006, durante la presidencia de Kirchner, se reactivó la línea carguera que había disminuido en un 65%, luego de siete años.
Al calor de Ricardo Jaime como Secretario de Transporte, se decidió la concesión de la operación a un consorcio chinoargentino liderado por Franco Macri (51%), el Grupo Roggio -también titular de Metrovías- y Emepa de Gabriel Romero -quien era socio minoritario de la Hidrovía SA-.
Luego de la tragedia de Once, en 2012, la suerte de las concesiones ferroviarias cambió.
En 2013 se creó Belgrano Cargas y Logística SA, cuya titularidad estaba en un 100% en manos del Estado Nacional, específicamente 75% en manos de Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado y 25% de la Administración General de Puertos SE.
Bajo la excusa del déficit de 112 millones de dólares de 2023, se pretende volver a iniciar un negociado con empresarios amigos del sector político de turno.
Junto con el Belgrano Cargas, ya la ley bases preveía la concesión de las líneas San Martín y Urquiza.
El Belgrano Cargas cuenta con tres líneas de cargas, 7.600 kilómetros de vías operativas, que atraviesan 16 provincias y un plantel de 4.429 trabajadores.
Según su Memoria y Estados Contables, a fines de 2019 contaba con 1.168 empleados y, tras absorber las líneas San Martín, Urquiza, Belgrano y Tafí Viejo, llegó a 3.939 empleados.
La denuncia sobre haber incorporado 122 empleados por año o 1 cada 3 días es falaz, por cuanto lo que incorporó fue la operación de diversas líneas que ya contaban con un plantel de empleados asignados a su operación.
Tras la asunción del gobierno anarcocapitalista, se redujo su planta en 215 empleados, que demandaron transferencias del Tesoro por $3360 millones de pesos, para costear los retiros y despidos.
Si bien denuncian un déficit del gobierno anterior, lo cierto es que en el primer semestre de este año la compañía demostró contar con un resultado financiero positivo de $9.067,30 millones, es decir, no sólo cumple un rol social y productivo fundamental, sino que también puede ser solvente.
Los argumentos de por qué se concesionaría, en definitiva, se caen durante el mismo proceso de saneamiento para concesionarla.
Cabe aclarar que, en el camino de «saneamiento», se decidió interrumpir obras fundamentales como el ramal C8 del noreste tucumano. En este sentido, Gonzalo Blasco, presidente de la Asociación de Productores del Norte Argentino (APRONOR), señaló que “el flete por camión al puerto de Rosario cuesta $ 36.000; el ferrocarril NCA no debería ser igual o más caro».
El funcionario encargado del nuevo negociado será Diego Chaher, titular de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas.
El funcionario explicó que el remate consistirá en una concesión por las vías, con derecho a cobro de peaje, dos concesiones del manejo de locomotoras que competirán entre sí, dos concesiones de vagones y otras dos de vagones con empresas asociadas a su uso.
Las otras compañías ferroviarias con las que cuenta el Estado Nacional son Administración de Infraestructuras Ferroviarias, Ferrocarriles Argentinos, Operadora Ferroviaria y Desarrollo del Capital Humano Ferroviario, de las cuales fue anunciado, recientemente, su cierre y reubicaciones en las primeras tres.
Sin embargo, el avance sobre Belgrano Cargas y Logística SA tiene su razón en el propio enunciado: al tratarse de una sociedad anónima es más fácil entregar su operación que en las sociedades del Estado.
En la actualidad, durante los primeros nueve meses de este año la línea de Belgrano Cargas transportó 3,2 millones de productos agropecuarios, de los cuales 2,4 millones fueron granos. También contabiliza 56 mil toneladas de aceites, 168 mil toneladas de madera y 84 mil toneladas de otros productos, como lácteos y vinos.
En definitiva, se trata de uno de los principales factores de la logística de la Argentina Exportadora, pues su línea férrea conecta la zona núcleo y el norte productivo con los puertos de Buenos Aires y el Gran Rosario.
Sus kilómetros de vías contabilizados en 7.594 significan la mitad de la red total de carga ferroviaria del país.
La tragedia del ferrocarril nos debe alertar sobre el fracaso de la política de concesiones. En los años ’90, pasamos de 28 mil kilómetros de vías operativas a 18 mil, muchas en estado regular o malo, con el tráfico concentrado en 4 mil kilómetros.
En un mundo donde la lucha por el trabajo llevó a la reindustrialización de las naciones y la vuelta de las cadenas cortas de valor, la energía y el transporte pasaron a ser vectores fundamentales de desarrollo. En ello, el ferrocarril, la aviación, la navegación de los ríos y la circulación por carreteras deben ser puestos en sintonía.
5 | En su lugar
Luego de décadas de desidia y desprestigio, un pequeño acto simbólico vuelve a poner en el centro de la escena a quien supo llevar al máximo la lealtad por la doctrina y el sentir nacional, cuando los aviones amenazantes venían a “voltear las chimeneas que levantó Perón”.
Esta semana, el Senado de la Nación presentó el busto de María Estela Martínez de Perón en su edificio, 48 años después de su derrocamiento y encarcelamiento por parte de fuerzas cipayas, al servicio del interés foráneo.
Compartimos su conciencia patriótica, según la cual “la idea de Patria se extiende mucho más allá del simple enunciado literario. Patria no es el suelo que el ser humano pisa, sino la esencia ideal que vivifica sus almas por haber emergido de lo más profundo de su unidad, allí donde convergen el amor infinito a sus tradiciones y costumbres hermanadas estrechamente con lazos familiares, con el anhelo profundo de una total integración con todo aquello que involucra a la Patria misma. Patria es el alfa y el omega de una existencia humana por propio designio de Dios. Honrarla y defenderla es patrimonio de las almas fuertes».
Por eso, destacamos las medidas tomadas en su gobierno, de innegable tinte nacional, que quedarán guardadas en la memoria y representadas en el busto que hoy vuelve a poner a María Estela Martínez de Perón en el lugar que la historia le debe:
– Ley de Promociones Industriales para las empresas argentinas. Otorgamiento de créditos en moneda nacional y divisas por parte del banco de Desarrollo y extensión impositiva por espacio de tiempo determinado.
– Ley de Transferencia de Tecnología al Exterior N° 20794/74. Por esta ley la tecnología producida en la República Argentina por personas físicas o jurídicas de derecho público o empresas de capital extranjero con domicilio en el exterior que tuviese filiales o sucursales en el país, podían vender y exportar tecnología percibiendo beneficios o regalías de sus patentes en el exterior.
– Ley de Represión Integral del Tráfico de Drogas N° 2.0771.
– Ley de Seguridad Nacional: su objetivo fue tipificar y sancionar como delitos federales los actos ilícitos de terrorismo bélico o subversión económica, entendida como desabastecimiento, vaciamiento de empresas, locales, etc., con el fin de poner ante los tribunales competentes a quienes desestabilizaban el país y atentaban contra el gobierno constitucional.
-Ley de Contrato de Trabajo N° 20.744 del año 1974.
– Ley de expropiación de la quiebra de Editorial Codex S.A. Por este decreto se creó la gran empresa editorial del Estado argentino.
– Ley N° 20.753 que creó la Universidad del Centro.
– Decreto N° 652/74. Nacionalizó las bocas de expendio de combustible.
– Decreto de 1976. Decretó la intervención de la Compañía Ítalo-Argentina de Electricidad.
– Estableció que todas las radioemisoras son propiedad del Estado y, por lo tanto, se consideran bienes públicos argentinos.
– Exportación de camiones fabricados en la República Argentina.
– Lanzamiento de las «Mesas de trabajo», con el fin de combatir el costo de vida y el desabastecimiento.
– Inauguración de instituciones dirigidas a la salud como, por ejemplo, el “Instituto Nacional de Cardiología”, el “Centro de Rehabilitación laboral para lisiado” y la “Escuela Nacional de Salud mental”, entre otras.
– Lanzamiento de los planes de vivienda titulados: “17 de octubre”, “Eva Perón” y “Alborada”. En total se construyeron más de 10.000 viviendas y se iniciaron las obras de otras miles, siendo el total proyectado de más de 900.000.
–Operativo “Camello” junto a la Fuerza Aérea, llevando juguetes y golosinas a los infantes de todo el territorio.
– Plan Nacional de Salud Materno-Infantil (5 millones de madres y niños fueron asistidos).
– Creación del CENARESO para rehabilitar a las víctimas del consumo problemático.
– Asistencia de la Dirección Nacional de Emergencias Sociales con 1.200.000 kg de víveres, ropas y enseres para pobladores de escasos recursos de todo el país.
– Organización para más de 1 millón de niños de los torneos infantiles “Evita” y “Hombre nuevo”, donde comenzó a destacarse la destreza futbolística de Diego Armando Maradona.
– No se contrajo ninguna deuda ni préstamos con ningún organismo usurero internacional.
– Retorno del cuerpo de Eva Perón al país.
– Instalación simbólica del Gobierno Nacional por un día en el Sector Antártico Argentino, con el fin de reafirmar la soberanía jurídica en aquel territorio.
-Expulsión del embajador de Gran Bretaña por actos improcedentes ante la protesta por la navegación ilegítima del buque de guerra británico “Shackleton”.
Véase, Isabel María Estela Martínez de Perón: Una vida de lealtad – Repliegue