
Los presentes sucesos son un compilado arbitrario y caótico de los tiempos que se vienen.
Hoy en Geopolítica y Actualidad Nacional escriben Marco Stiuso y Ariel Duarte.
1 | “Perforar, nena, perforar”
2 | Nuevo Orden Africano
3 | A contramano del mundo
4 | Un hito lamentable
5 | El Almirante cumple
1 | “Perforar, nena, perforar”
“La era dorada de los Estados Unidos comienza en este momento”. Así comenzó el histórico discurso de Donald Trump en su asunción como 47° presidente de la potencia norteamericana, que esta semana explicitó el momento bisagra para la historia mundial que estamos viviendo en estos días.
Con todo el componente personalista, y evocando a la mística, Trump aseguró que, en aquel episodio en Pennsylvania, donde una bala rozó su oreja, Dios lo salvó “para que los Estados Unidos vuelvan a ser grandes otra vez”. Ahora, su misión es “poner a América primero” para hacer frente a los desafíos que se presentan “después de años de un establishment corrupto”, en alusión al esquema globalista establecido en los Estados Unidos.
En una cosmovisión contraria a la del “gendarme del mundo” que Estados Unidos mostró desde la Segunda Guerra Mundial, el esquema geopolítico nacionalista de Trump clarifica sus batallas de primer orden y la intención de evitar el involucramiento en el resto de los escenarios: “nuestro éxito se va a medir no solamente por las batallas que ganemos, sino por aquellas que acabemos y, lo más importantes, aquellas en las que no entremos”.
Claro está, la primera confrontación es con China, pero eso lleva a una estrategia de geopolítica continental (Un nuevo orden y en Argentina sigue la timba | Contexto semanal 01.25 V.2) que pone en riesgo no solo a Canadá y Groenlandia, sino a toda América Latina. El primer foco de interés, mencionado por Trump en su discurso, es el Canal de Panamá. “China está operando. No se lo dimos a China, se lo dimos a Panamá, y lo tomaremos de vuelta”, decía Trump al finalizar su explicación de la importancia del Canal para la logística internacional y la competitividad de las exportaciones estadounidenses.
Luego, el recién asumido presidente avanzó con el anuncio de sus primeros decretos “para comenzar la restauración de EE.UU. y la revolución del sentido común”.
El más relevante de ellos es la declaración de la emergencia nacional de energía, para modificar la estructura de costos de toda la matriz productiva norteamericana y dotar a su industria del más bajo precio del principal insumo difundido, a la vez que se busca romper con la inercia inflacionaria. “Instruimos al gobierno a que utilice todo su poder para detener esta inflación récord y que rápidamente bajen los costos y los precios. […] La crisis inflacionaria fue causada por un exceso en los gastos y los precios de la energía”.
Entonces, ¿cuál es la solución de Trump? Poner en valor el inmenso potencial petrolero e hidrocarburífero de Estados Unidos. “Vamos a perforar, nena, perforar”, es la frase que quedará en la historia.
Para explicitar el rol que la energía tendrá en el ciclo económico que inaugura esta semana la segunda Administración Trump, el presidente dejó frases claras: “EE.UU. volverá a ser una nación manufacturera nuevamente, y tendremos algo que ninguna otra nación manufacturera tendrá jamás: la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país en el mundo, y lo vamos a usar […] Vamos a bajar los precios, llenar nuestras reservas estratégicas hasta el límite y vamos a exportar energía estadounidense a todo el mundo. […] Vamos a ser una Nación rica otra vez, y ese oro líquido bajo nuestros pies es lo que nos va a ayudar a hacerlo”.
En este sentido, surgen dos ejes fundamentales que se suman a la explotación energética: el fomento a la industria metalúrgica y la administración del comercio exterior.
En relación al primero, Trump afirmó que su país “volverá a fabricar automóviles a un nivel impensado”, lo que va de la mano con otro anuncio de decreto: revocar los “pactos verdes” y el mandato de incentivo a los vehículos eléctricos. “Vamos a salvar a nuestra industria. Cumpliré mi promesa a los trabajadores de la industria automotriz”, aseguró Trump.
Por el lado del comercio exterior, se comenzará “de inmediato la revisión de nuestro sistema de comercio para proteger a los trabajadores y las familias estadounidenses. En lugar de poner impuestos a nuestros ciudadanos para enriquecer otros países, pondremos aranceles e impuestos a los extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos”. Para eso, se creará el Servicio de Impuestos Externos, encargado de centralizar la recaudación de los aranceles y de gestionar ese flujo de dinero.
Estos anuncios no hacen más que confirmar el esquema geopolítico y el modelo industrial que Trump lleva a su nuevo gobierno y que venimos analizando desde Repliegue como ejemplo máximo del Nuevo Orden Internacional que está consolidándose ante nuestros ojos.
Por supuesto, en el caso de Trump, el modelo industrial se basa en un nacionalismo que, en vez de construir puentes, levanta muros entre los pueblos. Mientras declara que avanzará sobre Groenlandia, Canadá y Panamá, anuncia que declarará la “emergencia nacional en la frontera sur”, para que “todos los inmigrantes ilegales sean detenidos y deportados». También, se comenzará “a devolver millones de ilegales a sus lugar” para “impedir esta desastrosa invasión” de los Estados Unidos.
Desde nuestro lugar en el concierto de las naciones, debemos comprender el espacio en juego que significa una Sudamérica profundamente extranjerizada con un esquema comercial atado a China, buscando poner en valor nuestra propia industria manufacturera, pero dotando a nuestro nacionalismo del gran legado humanista y de brazos abiertos, forjador de un pueblo único, fruto de la hermandad de las etnias que llegan a este suelo bendito.
2 | Nuevo Orden Africano
El africanismo avanza en su consolidación dentro de la AES (Confederación de Estados del Sahel) y su expansión con las nuevas tendencias y las noticias que llegan desde el continente.
Desde el pasado mes de diciembre, se han dado múltiples hechos que requieren de una recopilación y puesta en valor para comprender lo que acontece en una región que parece determinada a buscar su destino soberano.
En primer lugar, la ya consolidada Confederación de la AES (Níger, Mali y Burkina Faso) anunció la unificación del accionar militar en un teatro de operaciones común, de cara al combate contra el yihadismo rebelde y el tratamiento del retiro francés de la región y sus posibles consecuencias. En este marco, ya han obtenido sus primeros resultados.
Entre mediados de diciembre y principios de enero, las fuerzas armadas de la AES capturaron a tres de los principales líderes del Estado Islámico del Gran Sahara y del JNIM (Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes), las dos principales organizaciones paramilitares fundamentalistas que amenazan la integridad territorial de Mali, Níger y Burkina Faso.
Por el lado del Estado Islámico, se capturó tanto al primer líder de la organización, Abou Hach, como al alto mando Ahmed Ad Ditta. Ambas capturas se realizaron en una operación en territorio de Mali. En otra acción conjunta, fue asesinado Moussa Himma Diallo, el segundo comandante del grupo rebelde Katiba Serma, parte de JNIM.
Sin embargo, las luchas que afronta la AES no se dan sólo en el plano bélico, sino también en lo político y económico. En lo político, la confrontación directa con Francia se explicita en las declaraciones cruzadas entre Macron y los líderes de las juntas militares del Sahel.
A inicios de enero, Macron declaró contra los presidentes y líderes africanos a quienes, según él, “se les olvidó dar las gracias”. “No importa, llegará con el tiempo, la ingratitud es una enfermedad no transmisible al ser humano. […] Lo digo por todos los líderes africanos que no tuvieron el coraje, frente a sus opiniones públicas, de llevarlo a cabo. Ninguno de ellos estaría hoy con un país soberano si el Ejército francés no se hubiera desplegado en esta región», fueron los dichos del presidente francés.
La respuesta de la AES fue a través de una declaración conjunta, donde afirman que “las palabras de Macron deben ser tomadas como de quién vienen. No responderemos a discursos innecesarios de personas poco valientes. Nosotros, como pueblos libres de África, imponemos respeto, ya no lo suplicamos. Disculpas solo por no haber roto con nuestras cadenas antes».
Las respuestas a Macron, de todos modos, no se limitan al Sahel. Ousmane Sonko, Primer Ministro de Senegal se sumó a las respuestas a Macron: «Sin los fusileros senegaleses, arrastrados en muchísimas ocasiones a la fuerza por las autoridades coloniales francesas durante la Segunda Guerra Mundial, tal vez Francia seguiría ocupada por los alemanes». También, la Cancillería de Chad hizo lo propio, comunicando oficialmente que “el presidente Macron debería centrar sus esfuerzos en resolver los problemas que preocupan al pueblo francés, en lugar de preocuparse tanto por los asuntos que los mismos africanos tratamos de resolver en unidad».
Para expandir su accionar el plano político y narrativo, la Confederación de Estados del Sahel creó una imagen conjunta oficial incluyendo logos y un canal de televisión propio que transmitirá las 24 horas.
En lo referente al plano económico, también hay noticias recientes de la puesta en valor de los recursos propios que las juntas del Sahel han iniciado.
En el caso de Níger, Francia anunció que acompañará la denuncia en los tribunales internacionales del grupo Orano al gobierno africano por la nacionalización de las minas de uranio. A ello, el general Abdourahamane Tchiani, presidente de la junta de Níger, declaró que su gobierno “se preparó toda la vida para este momento” contando con “una contradenuncia lista fruto de un año y medio de recolección de pruebas” a través de la cual se comprueba “cómo el gobierno francés compró funcionarios de Níger para extraer uranio, por décadas, a un mísero precio, infinitamente debajo del precio internacional. Todo, por fuera de los reglamentos y acuerdos firmados”. Ambas denuncias se encuentran en los tribunales internacionales.
En Mali también hay casos de pugnas judiciales con los recursos naturales como centro de disputa, sin llegar al plano internacional por el momento. En este sentido, el gobierno emitió, a partir de una orden judicial, la incautación del yacimiento Loulo-Gounkoto cuya explotación estaba en manos de la minera canadiense Barrick Gold. Esta acción se sustenta en la deuda que el grupo minero tiene con el gobierno maliense, que alcanza los 500 millones de dólares, además de la negativa a adaptarse a la nueva ley minera del país que aumenta las cuotas correspondientes al Estado de explotaciones de empresas extranjeras del 10% al 35%.
Por su parte, en Burkina Faso se dió un hecho interesante en términos geopolíticos. En un momento de avanzada nacionalista desde el Sahel, la retirada de Francia se combina con el inicio de la nueva administración Trump en Estados Unidos, que claro está, no presenta un diagrama geopolítico que insinúe interés alguno por involucrarse militarmente en África. En este contexto, la propia embajadora de Estados Unidos en Burkina Faso, Joann Lockard, declaró que su país “respeta enormemente el liderazgo del capitán Traoré. Es un liderazgo jóven, construído bajo la determinación de cambiar las cosas, con tenacidad y siendo muy directo siempre. Eso lo valoramos. […] Si el presidente Macron mantiene una disputa con el gobierno burkinés es asunto de él y de su país, eso no nos incumbe. Para nosotros, es prioritario mantener un buen vínculo con el gobierno burkinés».
Estas declaraciones no sólo favorecen la consolidación política de la Confederación de Estados del Sahel, sino que también abonan a la tierra fértil para la incorporación de otros países africanos que muestran interés por el bloque, como lo es el caso de Togo, que podría darle un valor agregado fundamental a la alianza: salida al mar.
El nacionalismo africano muestra una expresión más de los pueblos que, decididos a encaminar su destino, comprenden la oportunidad que el ingreso al Nuevo Orden Internacional le da a aquellas naciones convencidas del rumbo soberano.
3 | A contramano del mundo
Esta semana, mientras comenzaba con la asunción de un presidente que prometía reindustrializar Estados Unidos y proteger a los trabajadores y empresas locales, en el Boletín Oficial de la República Argentina se publicaba un decreto que viene a hacer exactamente lo contrario.
Hablamos del Decreto 35/2025 con fecha del 17 de enero, en el cual se modifica el Código Alimentario Argentino cuyo origen fue el de la Argentina de 1953, aunque había recibido varias modificaciones a lo largo de los años.
La modificación consiste en eliminar el requisito de cumplimiento del Código Alimentario Argentino, para los productos alimenticios y envases que ya cuentan con certificados similares en sus países de origen.
Ahora los alimentos importados sólo deberán contar con una declaración jurada de importación, sin necesidad de que la autoridad sanitaria nacional requiera exigencias adicionales, siempre y cuando se declare que cuentan con parámetros de vigilancia del Codex Alimentarius de la FAO o la OMS de Naciones Unidas, o los estándares de Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Estados Unidos, Israel, Japón, Suiza, Reino Unido o Unión Europea.
Por otro lado, se prevé que cuando esos productos provengan de países con los que rijan tratados bilaterales en materia económica o acuerdos de reciprocidad, se considerarán también satisfechas las exigencias del Código Alimentario Argentino, si declaran que en su país de origen fue evaluado el control alimentario.
La autorización para comercializar productos alimenticios importados, bastará con que sea emitida mediante certificado de libre de venta aprobado por la autoridad del país exportador.
Bajo la excusa de “eficientar y simplificar” las gestiones administrativas, se elimina otra barrera comercial que garantiza alimentos de calidad, producidos en nuestro suelo y por trabajo argentino, con lo cual muchas industrias locales tendrán que competir con alimentos que no deben cumplir con los trámites que sí se exigirán para los locales.
4 | Un hito lamentable
Los hábitos de la mesa de los argentinos cambiaron en los últimos 10 años.
Si bien desde la prensa se lo describe como un cambio cultural, lo cierto es que las sucesivas devaluaciones, pérdidas del poder adquisitivo del salario, caída de la actividad industrial y deterioro de la calidad de los puestos de trabajo, ha llevado a que el pueblo argentino reemplace la carne vacuna entre sus preferencias.
Las estimaciones fueron realizadas en base a los últimos informes del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la Organización Mundial de la Salud y la Bolsa de Comercio de Rosario.
Por primera vez en nuestra historia nacional, se consumió más pollo que carne de vaca. Mientras en 2024 consumimos en promedio 49,3 kg de pollo por habitante, en el caso de la carne vacuna cayó a 48,5 kg.
Se trata del nivel más bajo de consumo de carne vacuna en los últimos 28 años, según la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina, en tanto el promedio que existía entre la década del 50’ y el 80’ era de 84 kg promedios por persona anuales, es decir, casi la mitad menos.
La misma Cámara informó también que este año cayó un 9% el consumo de carne vacuna, la caída más pronunciada desde 1920. En la década pasada, antes de que la Argentina entrara en un nuevo ciclo de una economía especulativa y rentística, se consumían 63,5 kg promedio de carne por habitante, en 2023 ya eran 52,5 kg.
Sin perjuicio de eso, nuestro país es el segundo en el mundo con mayor consumo de carne animal (bovina, aviar y porcina), después de Estados Unidos, en tanto ellos consumen 120 kg en promedio y nosotros 115kg. Luego, viene Australia con 105kg.
5 | El Almirante cumple
El rompehielos ARA «Almirante Irízar» concluyó el reabastecimiento de la Base Antártica Conjunta Esperanza, una de las siete permanentes que Argentina tiene en la Antártida.
Con ello caminamos hacia la conclusión de una de las etapas finales de la Campaña Antártica Verano 2024/2025.
En el estrecho antártico ingresó hacia la Bahía Esperanza, para luego descargar los envíos de abastecimiento que incluían 120 mil litros de combustible, personal, vehículos y botes semirrígidos MK6.
Ahora el Irizar deberá continuar con la Base Orcadas, donde parte de la dotación tendrá que prepararse para convivir allí durante un mes hasta la siguiente fase de operaciones.
Las operaciones que también se realizaron en los últimos días fueron las de la Base Petrel y Decepción, y luego en conjunto con el aviso (buque) ARA Puerto Argentino trabajaron en el traspaso de diversas estructuras y materiales para obras en Petrel.
Civiles y militares, personal del Instituto Antártico Argentino y marineros de la Armada Argentina, trabajan en conjunto para que nuestra Patria continúe sus proyectos de investigación, ocupación y preservación del Continente Blanco, a la luz de la codicia de potencias extranjeras obnubiladas por sus abundantes reservas de agua e hidrocarburos, así como desarrollar actividades de pesca y bioprospección genética.