
Los presentes sucesos son un compilado arbitrario y caótico de los tiempos que se vienen.
Hoy en Geopolítica y Actualidad Nacional escriben Marco Stiuso y Ariel Duarte.
1 | A otro nivel
2 | Un negocio aparte
3 | Los liberales del Sur
4 | Depresión social
5 | Diagnósticos inteligentes
1 | A otro nivel
La Guerra por el Jordán profundiza su Fase 2, con la entrada directa en el conflicto de actores regionales de significancia bélica: Hezbollah en el Líbano e Irán. Con los bombardeos de Hezbollah y el asesinato del líder de Hamás en Teherán por parte de Israel, el conflicto elevó su tono y se expande por Medio Oriente.
Sumado a la muerte de Ismail Haniyeh, líder de Hamás, recientemente se dieron dos hechos que terminaron de definir el involucramiento directo de ambos actores. Se trata de los asesinatos de Nassan Nasrallah, jefe de Hezbollah, y de Abbas Nilforoushan, general de brigada iraní.
A partir de estos hechos, Irán lanzó centenares de misiles sobre diferentes regiones de Israel, en lo que significó el mayor ataque llevado a cabo por Teherán contra el régimen sionista.
Luego, comenzó la información cruzada. Irán anuncia públicamente la destrucción de capacidades enemigas, mientras Israel, Estados Unidos y algunos medios “occidentales” desmienten las afirmaciones de la Guardia Revolucionaria.
La Agencia de Noticias Árabe de Irán anunció que “20 aviones F-35 fueron destruidos por misiles iraníes dirigidos a la entidad sionista”. Asimismo, según la Agencia, “el ataque con misiles destruyó por completo la sede del Mossad israelí”.
Esta información fue desmentida tanto por la parte Israelí como por el propio Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, quien afirmó que “el ataque no ha causado daños a aeronaves o activos militares estratégicos, y basándonos en lo que sabemos, el ataque parece haber sido ineficaz y ha sido derrotado». En esta línea, distintos medios europeos y estadounidenses niegan la destrucción de capacidades significativas de las fuerzas israelíes.
Ahora, lo relevante es el anuncio del ministro de relaciones exteriores de Irán, Abás Araqchí, que declaró públicamente que el gobierno iraní “insta a Israel a no poner a prueba su voluntad”, avizorando que “cualquier ataque a la infraestructura de Irán recibirá una respuesta más fuerte”. Es decir, más misiles en el horizonte.
En el caso de Líbano, la respuesta a la muerte del líder de Hezbollah fue el lanzamiento de cientos de proyectiles hacia el norte de Israel, lo que generó una respuesta mayor por parte de Netanyahu: la ofensiva terrestre.
Esta semana, las fuerzas israelíes confirmaron el despliegue de nuevas divisiones de infantes para intensificar la ofensiva contra Hezbollah con la ocupación terrestre, luego de advertir a la población del Líbano para evacuar las zonas costeras del sur. Las dotaciones empleadas por el ejército sionista alcanzan los 15.000 soldados.
En este contexto, el propio Netanyahu anunció públicamente el asesinato de Hashem Safieddine, quien era el posible sustituto del líder de Hezbollah asesinado días antes. “Matamos al reemplazo de Nasrallah y al siguiente en la línea”, dijo Netanyahu.
Mientras tanto, la catástrofe del pueblo libanés se expresa en su desplazamiento. Según el medio The Guardian, las autoridades del Líbano registraron el cruce de casi 240.000 personas hacia Siria desde el 23 de septiembre.
Para agravar la situación de Medio Oriente, esta semana, Israel entró en un nuevo terreno, abriendo una confrontación contra los llamados “cascos azules”, las fuerzas “de paz” de la ONU. Más precisamente, contra las tropas irlandesas de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL). Ya no es sólo una cuestión contra el eje de la resistencia Hezbollah-Irán-Yemen, sino contra todo actor que se interponga en el medio.
Ante las amenazas de las fuerzas israelíes sobre las tropas de paz y su exigencia de retiro, el presidente de Irlanda, Michael Higgins, declaró que «no es solo un insulto a la institución global más importante, que tiene 193 países miembro, sino también un insulto para los militares y sus familias que han asumido riesgos para que todos podamos vivir en paz y proteger a los más vulnerables». Luego de las amenazas, el contingente de 347 militares irlandeses en Líbano rechazó la exigencia del ejército israelí, con una bravura destacable.
Sin mediar consideración de los pactos internacionales que establecen las operaciones de paz, Israel comenzó con sus ataques a las tropas de la ONU, lanzando misiles a las inmediaciones de los contingentes de distintos países (no solo de Irlanda). El medio Al Jazeera confirma dos militares italianos de la FINUL heridos.
Todo esto ocurre mientras en Israel, el pueblo continúa clamando por la paz, después de la histórica movilización encabezada por la huelga general de la Histadrut.
2 | Un negocio aparte
En Medio Oriente, el avance de Israel sobre Palestina y la confrontación directa con Irán y Hezbollah deja casi en segundo plano al teatro de operaciones que se desarrolla a unos 2.000 kilómetros más al sur, en el Mar Rojo.
Como se ha evidenciado desde el nuevo estallido del conflicto por el Jordán en octubre del año pasado; la participación de los históricos padres del eje anglosajón-sionista, Estados Unidos y Gran Bretaña, se limitó únicamente al apoyo diplomático y algún que otro aporte de capacidades. Sin embargo, cuando la repercusión del conflicto llegó al Mar Rojo, ruta fundamental para las manufacturas y la energía de las potencias, Washington y Londres se metieron de lleno, incluso sin el apoyo que pretendían lograr. A la hora de respaldar un aliado regional, se puede especular; a la hora de defender el viaje de las manufacturas propias, no.
Después del envío de portaaviones y helicópteros anglosajones al estrecho de Bab al-Mandab, la situación entró en standby, hasta estas últimas semanas. Como respuesta al avance sionista, los rebeldes hutíes de Yemen ejecutaron un ataque de misiles balísticos y drones contra tres destructores de la armada de Estados Unidos que se encontraban patrullando el Mar Rojo.
Las naves alcanzadas fueron el USS Spruance, el USS Stockdale y el USS Indianapolis. El portavoz de los hutíes, Yahya Sari, afirmó que el ataque fue dirijo contra “aquellos que apoyan al enemigo sionista”, por lo cual esto supone una victoria “para el oprimido pueblo palestino contra la agresión estadounidense-británica”. Además, adelantó que están “dispuestos a llevar acabo más operaciones militares en apoyo del pueblo palestino y a la resistencia islámica en el Líbano, que se enfrenta valientemente a la agresión israelí respaldada por Estados Unidos. Las operaciones no se detendrán hasta que cese la agresión y se levante el asedio contra el pueblo palestino oprimido en la Franja de Gaza”.
En relación al Reino Unido, los rebeldes dieron a conocer esta semana un video que muestra el ataque a un buque petrolero británico en el Mar Rojo, comprendiendo el interés del país en la región: asegurar el flujo comercial.
Se evidencia, entonces, cómo los hutíes son, dentro del Eje de la Resistencia, quienes confrontan abierta y directamente con el eje anglosajón. Sin embargo, sus acciones también son contra Israel. De hecho, recientemente han reivindicado el lanzamiento de misiles balísticos y drones desde Yemen hacia Tel Aviv y Ashkelon que, según los rebeldes “completaron exitosamente sus objetivos”, sin dar mayor detalle.
La respuesta no tardó en llegar. Es de esperar que, si uno avanza sobre la exportación manufacturera de una potencia, la cosa no quede allí. Este viernes, los hutíes denunciaron una serie de ataques aéreos realizados por las fuerzas anglosajonas, que alcanzaron tanto a la capital de Yemen, Saná, como a la ciudad portuaria de Al-Hodeidah. El medio Al Masriya sumó, a estos anuncios, la información de una tercera serie de bombardeos sobre la ciudad de Dhamar.
En la ciudad capital, Saná, los ataques tuvieron como objetivo principal un cuartel militar en el barrio Al Nahda. En el caso de Al-Hodeidah, se registraron siete bombardeos en el aeropuerto internacional de dicha ciudad.
La ofensiva anglosajona fue confirmada por el comando central del ejército de Estados Unidos, que en un comunicado público informó que realizaron “bombardeos contra 15 objetivos hutíes en áreas de Yemen controladas por el grupo respaldado por Irán”, los cuales “incluían capacidades militares ofensivas hutíes”.
Lo central, en este contexto, es la justificación del ataque estadounidense, explicado por el propio comando, que afirmó llevar a cabo los bombardeos «para proteger la libertad de navegación y hacer que las aguas internacionales sean más seguras para los buques estadounidenses, de la coalición y mercantes».
Desde el estallido de octubre del año pasado, medios internacionales registran unos 80 ataques hutíes a buques mercantes, portacontenedores y buques petroleros. Queda claro por qué Washington se mete de lleno en el teatro de operaciones del Mar Rojo, cosa que evita en el Jordán.
3 | Liberales del Sur Global
El primer gobierno anarcocapitalista del mundo había anunciado su Plan de Gobierno durante la campaña electoral de 2023, bajo el eufemismo de «Reformas de Primera, Segunda y Tercera generación», con distintas etapas o «Fases».
La contradicción de un liberal-libertario que planifica no nos sorprende. Tuvimos un gobierno cuyo candidato del PJ, elegido por la segunda presidenta de la historia argentina, decía ser peronista-socialdemócrata, de izquierda liberal, y que además, no creía en los planes.
El progresismo, en aquel entonces, ejercía su tercer experimento gubernamental después de Alfonsín y De La Rúa, con trabajadores de convenio bajo la línea de pobreza y una constante destrucción de puestos de trabajo y empresas durante la cuarentena más larga de Occidente. Mientras el oficialismo criticaba el «no gobierno», en los papeles se dedicó a legitimar la estafa de la deuda externa del experimento oligárquico-neoliberal de Cambiemos, el que más nos había endeudado desde la dictadura hasta la fecha.
En ese contexto, la estrategia de campaña del anarcocapitalista era eficiente, para ganar votos del pueblo había que posicionarse como la antítesis del anterior gobierno, y para eso era necesario provocarlos una y otra vez con declaraciones que los pusieran histéricos, sobre todo en materia de derechos civiles y la famosa «dolarización».
El otro gran humo de la campaña para generar histeria en la socialdemocracia era la privatización de la salud y la educación. Un necesario paréntesis es destacar que las reformas de los años ‘90 se hicieron con el acuerdo de esa misma socialdemocracia, e implicó provincializar tanto la salud como la educación de gestión estatal, con su posterior ahogo presupuestario como hoy lo vemos en las Universidades.
Las propuestas de «vouchers» para la salud y la educación generaban la indignación que ellos mismos buscaban, frente a lo cual, algunos periodistas comenzaron a preguntar al candidato acerca de tales propuestas y él negaba que fuera algo pensado para un primer mandato. Luego, explicaba que en realidad el plan constaba de varias generaciones de reformas, y que ese capítulo era el último para un siguiente mandato.
Es decir, el liberal-libertario trabaja desde la trampa, hace combatir propuestas que en realidad no forman parte de lo que pretende hacer en el corto plazo. Mientras que en el presente, sí realiza otras políticas igual, o más graves, de que las que ponemos en el centro de la escena. Jugamos de manera histérica y defensiva en el teatro de operaciones que él mismo nos propone desde la extravagancia.
Para refrescar la memoria, vale la pena repasar las distintas generaciones de reformas anunciadas durante la campaña.
La primera generación del plan consistía en: la Reforma del Estado (desregulación y privatizaciones), la Reforma monetaria (la ahora denominada dolarización endógena), la Reforma laboral (la flexibilización realizada en la ley bases para eliminar multas y autorizar los fondos de desempleo en reemplazo de indemnizaciones), la Reforma impositiva (progresiva eliminación del impuesto país y baja de bienes personales) y la Reforma comercial (apertura del comercio y eliminación de aranceles).
La segunda generación de reformas, incluye la reforma jubilatoria, mientras que la tercera generación recién pretende ocuparse de la salud, la educación y la seguridad, que para el anarcocapitalismo, no son obligaciones que deban estar en cabeza del Estado, ya que, ni siquiera, deberían existir para ellos.
Mientras nos entretienen con la reestructuración o el posible cierre del Hospital Bonaparte y el veto al financiamiento universitario indexado, el gobierno trabaja de lleno en la última fase de las reformas de primera generación; una de las más perjudiciales para la industria y el trabajo con consecuencias que durarán décadas.
Comenzó la apertura unilateral de la economía a importaciones de bienes y servicios extranjeros, con la búsqueda de eliminar o bajar todo lo posible los aranceles.
En las últimas semanas las noticias más sustanciosas y con consecuencias más dramáticas para la realidad nacional fueron las de las importaciones.
El Ministerio de Economía oficializó la eliminación o baja de aranceles de bienes que producimos en el país.
Lo había anticipado el Ministro Sturzenegger a fines de la semana pasada con los medicamentos. Luego de un pedido del gobernador mendocino Cornejo, el superministro apadrinó a Lugones y confirmó que permitirán a las provincias importar, usar y comercializar medicamentos de origen extranjero. Hasta ahora la Secretaría de Comercio y el Ministerio de Salud frenaban esta potestad para evitar la destrucción de la industria de laboratorios nacionales, impidiendo la penetración del mercado de India.
Unos días después, declaró en una entrevista el ex viceministro de Economía Álvarez Agis -cuando era Kicillof Ministro- que estaba de acuerdo con la medida y demostraba la valentía del anarcocapitalista en afrontar esos debates.
Las casualidades sorprenden, fue Cornejo el mismo gobernador que en Pandemia clamó por la independencia de Mendoza respecto de la Argentina, declaración que hace poco también tuvo uno de los principales funcionarios del gobierno de la Provincia de Buenos Aires respecto de su distrito.
Volviendo a la apertura comercial, la baja de aranceles fue para 89 productos de importación, desde electrónica, chapas, aluminio y alimentos, a lo cual se suma una desregulación de la Aduana, que con la terminología de la «simplificación» se pretenden eliminar controles que antes se realizaban sobre la mercadería que ingresaba al país, a fin de evitar la competencia desleal, proteger el trabajo local y a los consumidores argentinos.
Otra de las reformas que se realizó, es la autorización automática para consumo local de bienes que en la Unión Europea ya están autorizados para el consumo. Se trata de una especie de acceso directo al mercado local.
Por otro lado, otra de las desregulaciones será la eliminación del Valor Criterio para importar, el cual determinaba que cuando un producto se pretendía importar a un valor significativamente inferior al Valor Criterio fijado (el precio nacional), pasaba a un canal rojo que implicaba un tratamiento más meticuloso para poder ingresarlo, en el cual participaban las Cámaras sectoriales de fabricación nacional para autorizar su ingreso.
También se eliminarán las estampillas de AFIP sobre productos importados, las cuales cumplían el rol de mostrar que tal producto había cumplido con el pago de tributos a la importación.
En el caso de las exportaciones, se eliminarán los Valores de Referencia, que al igual que el Valor Criterio para la importación, actuaban como mecanismos de control sobre el precio que se declara en el comercio exterior ante la Aduana, a fin de evitar artilugios de evasión impositiva.
En definitiva, en el submundo de las minuciosas resoluciones y decretos gubernamentales, se está cocinando una apertura comercial en la cual China e India serán las principales economías beneficiadas, cuestión que coincide con las recientes declaraciones de Diana Mondino. Nuestra Canciller, que está de visita en Nueva Delhi, India, sostuvo que evaluaba «rever su postura y estudiar un posible ingreso a los BRICS».
Parece que los socialdemócratas y neoliberales, nuevamente como en los ‘90, en materia de política económica internacional, comparten más puntos que los aparentes ladridos de la política doméstica. Principalmente su vocación por la «competencia» y por «abrir mercados» al nuevo Sur Global; la nueva meca de quienes defienden la libertad de comercio mientras Occidente se cierra hacia el proteccionismo.
4 | Depresión social
Mientras se aventura una nueva apertura comercial que vaticina la destrucción de industrias nacionales, la situación social que atraviesan los trabajadores ofrece un panorama ya deprimente.
Según la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, el 70% de las personas que están ocupadas ganan menos de $550.000. Si consideramos a los hogares de cuatro personas, el mismo porcentaje recibe menos de $950.000.
Es preocupante que la Canasta Básica Total, que define el umbral de la pobreza, se sitúe en aproximadamente $873.168 para una pareja con dos hijos de 6 y 8 años. Por otro lado, la Canasta Alimentaria, que mide la indigencia, está en $393.319.
De enero a julio de 2023, la pobreza aumentó 13 puntos, alcanzando un promedio del 52,9%. Sin embargo, este porcentaje se refiere a finales de marzo o principios de abril, lo que sugiere que el aumento real de la pobreza podría ser aún mayor.
Según el Indec, una familia que tiene ingresos superiores a $1.200.000 forma parte del 20% más rico de la sociedad argentina.
¿A dónde nos están llevando? La solución de los progresistas vuelve sobre el mismo manual de corto plazo: repartir plata y alimentos. Mientras tanto, todos los trabajadores somos conscientes de que si no empezamos un camino hacia la industrialización del país y el pleno empleo, difícilmente saldremos de la inflación cíclica o el ajuste recurrente.
5 | Diagnósticos inteligentes
Las infinitas capacidades de la materia gris del Pueblo Argentino continúan expresándose en las áreas científico-tecnológicas; donde se destacan, entre otras, la medicina y la biotecnología.
Esta semana, cuatro jóvenes del Instituto Tecnológico de Buenos Aires nos regalaron otro motivo de esperanza, y una muestra más del potencial de desarrollo de nuestra Nación.
Andrea Erbetti, Olivia Sanguinetti, Ana Gorodisch y Julieta Chirkes, graduadas de la carrera de bioingeniería del ITBA, desarrollaron un modelo que aplica inteligencia artificial a la detección de biomarcadores en cáncer de colon y endometrio. El desarrollo nace como trabajo final de su carrera de grado, realizado bajo la supervisión de María Teresa Pombo, docente del ITBA, en conjunto con la bioingeniería Martina Belluomini.
El modelo emplea la inteligencia artificial para predecir la llamada inestabilidad microsatelital, que es la variación de las bases repetidas de ADN en un microsatélite en ciertas células. El reconocimiento de esta variación (más presente en los cáncer de colon y endometrio), y su posibilidad de predicción, es lo que permite una identificación clara del tipo de cáncer y una planificación más eficaz del tratamiento a emplear.
Así, el desarrollo ofrecerá una herramienta capaz de clasificar con mayor precisión los grupos de pacientes y delinear tratamientos personalizados más eficaces. Además, explica Martina Belluomini, los métodos utilizados actualmente para realizar este tipo de diagnósticos son el PCR y la histoquímica, los cuales requieren de mucho más tiempo para definir un diagnóstico y son muy costosos. Por eso, el modelo desarrollado por las cuatro estudiantes aportará, además de eficacia, agilidad y abaratamiento. Por todo ello, tiene un enorme potencial de aplicación en diagnósticos oncológicos locales.
El modelo de aplicación de inteligencia artificial fue presentado por las graduadas en el Congreso Anual de la American Society of Clinical Oncology (ASCO) 2024, y publicado en el boletín de dicha entidad, siendo parte de una plataforma global de desarrollos oncológicos. Ahora, el objetivo es validarlo para su futura implementación en contextos clínicos.
Según la OMS, en nuestra Nación, el cáncer de colon es el segundo tipo de cáncer más frecuente. Bajo esta realidad, las bioingeniería buscan “seguir desarrollando este y otros modelos con otros biomarcadores en otros tumores para poder traer esas prácticas que, en definitiva, lo que permiten es que más gente pueda llegar a un diagnóstico más rápido”, declaró Ana Gorodisch.
«Este proyecto no solo representa un avance tecnológico, sino también una oportunidad para mejorar la calidad de vida de muchas personas, que podrán acceder a un tratamiento preciso. Nuestro objetivo es llevar esta herramienta a todos los centros de salud que puedan necesitarla, para que cada paciente en todo nuestro país pueda recibir el tratamiento indicado desde su diagnóstico inicial», comentan las bioingenieras del ITBA. Ellas son otro ejemplo de orgullo y visión de futuro, que habita en nuestro suelo.