
Por Federico Tavarozzi y Justo Arias Cisneros
En los tres primeros meses del año 2024, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte avanzó notablemente en la consolidación de la ocupación ilegítima que ejerce sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y sus aguas circundantes.
A continuación, una recopilación de sucesos del primer trimestre del 2024 en torno a la Causa Malvinas, Atlántico Sur y Antártida, advirtiendo que es necesario estar atentos y velar por el ejercicio de soberanía por parte de la Argentina en toda su extensión territorial, pero principalmente en sus territorios atlánticos y antárticos.
No podemos perder de vista que no se trata de “dos islitas” en medio del océano, sino que, sumando las aguas que las rodean y la superficie de la Antártida Argentina, esta área representa aproximadamente el 61% de todo el territorio argentino.
Es decir, nos estamos refiriendo a más de la mitad del territorio de la Argentina, que se encuentra bajo dominio y/o en disputa de soberanía con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, el cual cuenta con un enclave logístico, comercial y militar en el Atlántico Sur y con proyección directa sobre la Antártida.
La expansión del Reino Unido sobre el Atlántico Sur
El 26 de febrero, la representación británica que ejerce el gobierno en las Islas Georgias y Sandwich del Sur anunció unilateralmente la ampliación de la Zona de Prohibición de Pesca en el Mar Austral en 166.000 kilómetros adicionales adicionales a los 283.000 kilómetros cuadrados ya existentes ignorando completamente la soberanía argentina de acuerdo a los lineamientos establecidos en el Derecho Internacional.
Con esto, la Zona de Prohibición de Pesca comprenderá una superficie mayor al territorio de las Provincias de Buenos Aires y Santa Fe consideradas en conjunto.
Bajo el amigable y aparente inofensivo título “Planes para introducir mejoras significativas en la protección marina en el Océano Austral”, el anuncio esconde un nuevo acto ilegítimo por parte del Reino Unido, que incurre en una nueva violación al Derecho Internacional, en tanto la Resolución 31/49 de la Asamblea General de Naciones Unidas prohíbe que la Argentina y el Reino Unido modifiquen sin previo acuerdo la situación en el área de Malvinas mientras no resuelvan la disputa de soberanía existente.
Por su parte, el gobierno argentino envió una nota de reclamo al Reino Unido, que afianza de esta manera su control sobre un área que casualmente es la más próxima al Océano Antártico y puerta de entrada al Continente Blanco, otra zona que disputa con Argentina, que es el país con mayor tiempo de presencia pacífica e ininterrumpida en la Antártida y al día de hoy la Nación con más bases en su territorio.
Por otro lado, el 5 de marzo, la representación británica en las islas Malvinas adjudicó al astillero británico “Harland & Wolff” la construcción de un nuevo puerto en las islas Malvinas, que, de acuerdo a lo informado, estará terminado en 2027.
Se trata de un proyecto anunciado a finales de 2018, ante el deterioro del puerto actual, construido en 1984 y conocido como Fipass (Sistema de Almacenamiento y Puerto Interino de las Falklands).
Con este nuevo puerto, el Reino Unido profundizará notablemente su presencia en la región y su control del Atlántico Sur durante las próximas décadas.
En el siglo XVII, un corsario inglés afirmó que “quien controla el mar, controla el mundo”, y más aún si ese mar es el Océano Atlántico, al ser el más transitado del mundo, con rutas comerciales críticas que conectan América y Europa, recursos ictícolas e hidrocarburíferos de todo tipo, y aportando 1,5 billones de dólares anuales a la economía mundial.
El nuevo puerto, que será destinado a actividades vinculadas a la explotación petrolera y pesquera, el turismo, la ciencia y la defensa británica, tendrá una vida útil de 50 años, lo que permite suponer que será la piedra angular para la proyección de los intereses británicos sobre la Antártida, ya que que según el Sistema Antártico, faltan sólo 24 años para que el mismo pueda ser modificado a solicitud de cualquier país parte.
En este contexto, debemos tener presente que los reclamos de soberanía que mantiene el Reino Unido sobre la Antártida se superponen completamente con aquellos territorios en los que Argentina ejerce soberanía desde hace más de 120 años.
Encuentro diplomático y visita del canciller británico a las Malvinas
El 17 de enero, el presidente Javier Milei mantuvo una reunión con el secretario de Estado para las Relaciones Internacionales y ex Primer Ministro del Reino Unido, David Cameron, en la que el representante británico manifestó su apoyo “a la promoción de inversiones inglesas en la Argentina”.
Tras el encuentro, Javier Milei calificó de “excelente” a la reunión, y mencionó que se fijó a las “Malvinas como un punto en una agenda con Cancillería para avanzar en soluciones sobre el tema”. Sin embargo, según el Foreign Office del Reino Unido, la posición británica respecto al “derecho de los habitantes de las Islas Malvinas a la autodeterminación” seguirá sin cambios.
Recordemos que en la campaña presidencial del año pasado, el por entonces candidato mencionó que su estrategia sobre Malvinas era la “solución Hong-Kong”: tres tratados firmados entre el Reino Unido y China, a partir de los cuales China cedió a perpetuidad Hong Kong y la parte sur de la península de Kowloon en favor del Reino Unido, y por 99 años los “Nuevos Territorios” que comprenden el 92% del área total, sin contraprestación alguna.
Por su parte, en una entrevista a un medio británico, la actual canciller Diana Mondino expresó en septiembre del año pasado que “los isleños deberían tener voz y voto en su propio destino”, con lo que convalidó el argumento que sostiene el Reino Unido, pero que resulta inaplicable a la Cuestión Malvinas de acuerdo a la Resolución 2065 de la Asamblea General de Naciones Unidas.
Un mes después de la reunión bilateral mencionada anteriormente, el 19 de febrero David Cameron visitó las islas Malvinas, siendo la primera vez desde 2014 que un canciller británico pone un pie en ellas. En esta ocasión, Cameron aprovechó para afirmar que los habitantes de las Islas podrán seguir «el tiempo que quieran» bajo la administración británica, «y espero que sea por mucho, mucho tiempo, posiblemente para siempre».
Más allá de un irónico tuit de la canciller, la respuesta del gobierno argentino la dio el vocero presidencial Manuel Adorni, quien se limitó a expresar que el viaje de Cameron es «un tema de agenda» del Reino Unido, y que por ello, no tiene que «opinar sobre la agenda de otros países».
Continúa la militarización de Malvinas y el Atlántico Sur
El 23 de enero, el gobierno británico realizó ejercicios militares y simulacros de batalla en las islas Malvinas, que incluyeron a la Compañía de Infantería Roulement, aviones cazas Eurofighter Typhoon y el buque HMS Forth.
Ante versiones provenientes de la prensa británica acerca de una supuesta desinversión por parte del gobierno en la seguridad y defensa que el Reino Unido ejerce a raíz de su posesión de las Malvinas, a principios de febrero una vocera del Ministerio de Defensa británico afirmó: “permanecemos enteramente confiados en la seguridad de las Islas Falkland y la capacidad con que contamos en el lugar para defenderlas, incluyendo tropas de infantería del ejército británico estacionadas en el Complejo de Mount Pleasant, al igual que la presencia de los Typhoon de la RAF y la patrulla oceánica de la Marina Real”.
Por su parte, el ministro de las Fuerzas Armadas James Heappey sostuvo: “estoy satisfecho que la presencia militar en el Atlántico Sur se encuentra al nivel apropiado para asegurar la defensa de las Islas Falkland”.
Luego, entre el 18 y el 22 de marzo, unidades de infantería pertenecientes a las Fuerzas Armadas británicas en las Islas del Atlántico Sur, con base en el complejo militar “RAF Mount Pleasant”, realizaron ejercicios militares en varias zonas del archipiélago, que contemplaron el fogueo de armas y artefactos explosivos.
A su vez, en un contexto de alineamiento geopolítico entre los gobiernos de Argentina y Estados Unidos, se anunció que el portaaviones de propulsión nuclear USS George Washington de la Marina de los Estados Unidos navegará el Mar Argentino en mayo, siendo el año 2010 la última vez que una estructura estadounidense de estas características estuvo en la zona.
Según trascendió, se realizará una ceremonia a bordo del portaaviones, uno de los buque de guerra más grandes del mundo, que contaría con la presencia del presidente Javier Milei, acompañado por los Ministros Luis Petri (Defensa), Patricia Bullrich (Seguridad) y Diana Mondino (Relaciones Exteriores).
Además, mediante el Decreto 57/2024 del 19 de febrero, el Poder Ejecutivo Nacional presentó un proyecto de ley para autorizar la entrada de tropas extranjeras al territorio nacional que participen en el ejercicio “Adiestramiento Combinado para la Defensa de los Recursos Pesqueros Argentinos” entre la Prefectura Naval Argentina y el guardacostas USCG James de la Guardia Costera de los Estados Unidos, durante el mes de abril.
En este contexto, el presidente Javier Milei confirmó que el Estado Argentino comprará aviones de combate F-16 estadounidenses al gobierno de Dinamarca: se trata de unas 28 naves por casi 700 millones de dólares, que serán financiados por Estados Unidos.
Recordemos que, además de su sospechosa parcialidad en favor de Gran Bretaña durante la Guerra de Malvinas, y más allá de su propia injerencia sobre la realidad política de la Argentina en particular, Estados Unidos se sirve de la posesión colonial del Reino Unido en la Isla Ascensión, ubicada en el centro del Océano Atlántico, donde desde 1956 funciona una base aérea operada en conjunto por la Royal Air Force y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
Rompehielos británico en aguas argentinas y vuelos privados a Malvinas
El 11 de enero, el rompehielos británico RRS Sir David Attenborough, nave insignia de las campañas antárticas que realiza el Reino Unido, partió desde las Islas Malvinas ondeando la ilegítima bandera de las “Falklands Islands” e ingresó ilegalmente a la jurisdicción marítima argentina para cruzar el Estrecho de Magallanes y llegar al puerto de Punta Arenas en Chile.
En este sentido, el Decreto N° 256/2010 establece que todo buque que atraviese aguas jurisdiccionales argentinas desde las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur debe solicitar una autorización previa expedida por la autoridad nacional competente.
A su vez, la normativa internacional y el Mercosur también consideran ilegítima a la bandera de las “Falklands Islands”, así como al registro del buque en “Stanley”, la forma pirata de llamar a Puerto Argentino.
Por otro lado, la noche del 25 de enero, el Centro de Excombatientes de Malvinas de La Plata identificó a una aeronave que despegó en San Fernando, Provincia de Buenos Aires y aterrizó en la base militar “RAF Mount Pleasant” con motivos desconocidos, para luego volver a despegar y desaparecer del radar mientras se dirigía hacia Comodoro Rivadavia, Chubut. De acuerdo a los trascendidos, pertenecería a Pacific Ocean, una empresa del Grupo London Supply, de capitales argentinos, que posee la concesión del Aeropuerto Internacional Malvinas Argentinas de Ushuaia así como también de los de Trelew y El Calafate.
Nueva temporada de saqueo y depredación pesquera
A mediados de febrero arribaron a la zona de las Islas Malvinas más de una veintena de buques de pesca provenientes de Vigo, España, a fin de llevar adelante una de las dos campañas de captura de calamares en las aguas circundantes, lo que ya es rutinario a lo largo de los años a partir de las licencias ilegítimas que otorga el Reino Unido y que tienen vigencia al menos por veinte años más.
Según se informó, la temporada pesquera podría llegar a niveles históricos, y de hecho, en los primeros veinte días de marzo, la flota española que opera en Malvinas ya capturó 20.000 toneladas de calamar, a un ritmo inesperado.
Durante el mes de marzo, debido a las alertas del Servicio Meteorológico Nacional por un temporal en el Atlántico Sur que preveía olas de entre cinco y siete metros de altura, 259 buques chinos fueron autorizados por Prefectura para ingresar a la Zona Económica Exclusiva de la Argentina para refugiarse, aunque sin poder pescar y con la obligación de encender equipos de posicionamiento y comunicaciones.
Sin embargo, se conoció que el buque Tan Ai, propiedad de una empresa china, arribó al puerto de Ushuaia con aproximadamente 163 toneladas ilegales de merluza negra, sin poseer permiso de pesca habilitante para esa especie, excediendo el incidental que permite la reglamentación e infringiendo el Convenio para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, que incluye a la misma como una de las cuatro especies más valiosas y protegidas. Además, luego de que el personal de la Subsecretaría de Pesca, el SENASA y la Prefectura examinaran la carga que venía en el buque, trascendió que unas 90 toneladas (55% del total) serían juveniles, lo que constituye un grave hecho en términos ambientales y de preservación, ya que se trata de una especie longeva y de delicados ciclos de reproducción.
El 26 de marzo se detectó al buque chino “Heng Xin 1” ubicado 12 millas al interior de la Zona Económica Exclusiva de la Argentina, que provocó un operativo presentado por los medios de comunicación con tintes de épica, ya que incluyó una corbeta, un patrullero océanico, dos botes semirígidos, helicópteros y un avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea que llevaba al ministro de Defensa, Luis Petri, al jefe de Estado Mayor Conjunto, Brigadier Xavier Isaac, y al jefe de Estado Mayor de la Armada, Contralmirante Carlos Allievi.
El buque chino fue inspeccionado, sin que se encontraran mercaderías en sus bodegas, por lo que finalmente fue liberado y volvió hacia aguas internacionales. Según diversas fuentes, el buque se encontraba en aparente actitud de pesca. Sin embargo, un medio especializado en materia pesquera difundió que el buque chino estaba realizando un paso inocente por aguas nacionales hacia aguas internacionales, tras cruzar el Estrecho de Magallanes desde el Océano Pacífico, permaneciendo en todo momento con el Sistema de Identificación Automática encendido.
Preparativos finales para la extracción ilegítima de hidrocarburos
El 7 de marzo, tan sólo dos días después de que se anunciara la adjudicación de la construcción del puerto que mencionamos anteriormente -el cual servirá a la explotación de petróleo que iniciará a fines de este año en el yacimiento “Sea Lion” (León Marino) ubicado a unos 280 kilómetros al norte de la costa de las islas-, la petrolera israelí Navitas publicó anuncios buscando habitantes de las Malvinas que quieran sumarse a la etapa preliminar de la explotación hidrocarburífera.
Lejos de conformarse con empezar a operar y extraer recursos en territorio argentino sin autorización, gracias a las licencias unilaterales que otorga el Reino Unido, la petrolera israelí bloqueó en su sitio web a los usuarios de internet de la Argentina (intente ingresar a https://navitaspet.com/), impidiendo así el acceso a la información.
Un intruso común
El 1 de marzo, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), reunida en ocasión de su VIII Cumbr, aprobó una declaración conjunta en la que reiteraron su «más firme apoyo a los derechos legítimos» de Argentina en la disputa con el Reino Unido sobre la soberanía de las islas Malvinas.
La declaración fue aprobada unánimemente por todos los países miembros, aunque faltó el destinatario de la misma, ya que la Argentina no envió a ningún representante a la Cumbre.
El continente americano todavía posee territorios sujetos al régimen del Reino Unido, verdaderas colonias denominadas “Territorios Británicos de Ultramar”: las Islas Vírgenes Británicas, las Turcas y Caicos, las Bermudas, las Caimán, la Montserrat y la Anguila. Además, hay países que integran la Mancomunidad Británica de Naciones: Barbados, Dominica, Trinidad y Tobago y Guyana. Y hay otros países que no sólo integran la Mancomunidad, sino que a su vez reconocen al monarca del Reino Unido como su autoridad máxima: Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Canadá, Granada, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas y Santa Lucía.
A su vez, también persiste la disputa por la región de Esequibo entre Venezuela y Guyana -antigua colonia británica y actual miembro de la Mancomunidad Británica, además de ser el único país de habla inglesa en Sudamérica-, que cuenta con el apoyo diplomático y militar del Reino Unido, quien en diciembre le envió el buque de guerra HMS Trenta ante una escalada en el conflicto.
Políticas de Estado para la soberanía argentina: una cal y otra de arena
El 6 de enero, el presidente Javier Milei estuvo en la Antártida, recorriendo las bases Marambio y Esperanza, donde inició un proyecto ambientalista que estudiará la contaminación marina por plástico y será llevado a cabo por la Organización Internacional de Energía Atómica.
Se trata del 6° presidente de nuestra historia en poner un pie en la Antártida, continente sobre el cual la Argentina mantiene presencia ininterrumpida desde hace más de 120 años. El primero fue Arturo Frondizi, en marzo de 1961; luego, el presidente provisional Raúl Lastiri, en marzo de 1973; le siguió María Estela Martínez de Perón, quién en diciembre de 1974 encabezó una reunión de gabinete como modo de reafirmar la soberanía argentina en el territorio; más de una década después, Carlos Saul Menem visitó la Antártida en 1997; y más de veinte años después, en febrero de 2022, Alberto Fernández dio un discurso por cadena nacional en el continente blanco en ocasión del Día de la Antártida Argentina.
Al igual que la Causa Malvinas, cuya soberanía argentina se encuentra ratificada en la propia Constitución Nacional, e independientemente del gobierno de turno los reclamos del Estado argentino se reiteran anual e ininterrumpidamente, esperamos que la visita de un presidente, en tanto Jefe supremo de la Nación, al Sector Antártico Argentino se convierta en una nueva política de Estado compartida por todo el arco político, independientemente de sus ideologías y programas de gobierno. En este sentido, resulta positivo que dos presidentes de distintas pertenencias políticas hayan estado presentes en la Antártida en un período menor a un año.
Sin embargo, entre otros hechos simbólicos que nos debieran congregar a todos los argentinos y argentinas por igual, la Dirección Gesta de Malvinas, órgano del Senado de la Nación, lamentablemente anunció la cancelación del tradicional desfile de los Veteranos que se realiza cada 2 de abril en conmemoración al Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, con el pretexto de “ahorrar los fondos necesarios para llevar a cabo la ceremonia”.