
por Fausto Estefanell Pradás
Justo Arias
Te acercamos una breve radiografía del cuerpo de nuestra patria: cómo es que el inmenso país marítimo y bicontinental se disputa el 61% de su territorio con las grandes potencias del mundo. El tablero donde otros combaten por el control de los mares, el comercio y los recursos más escasos y codiciados del planeta, que abundan en nuestro suelo: agua, minerales, petróleo, tierra y alimentos.
Desde el norte al sur y del este al oeste, nuestro inmenso país está atravesado por paisajes tan increíbles como disímiles: yungas, desiertos, esteros, glaciares, interminables llanuras de campo, altiplanos, salares, mar, la cordillera con el pico más alto de occidente, el río más ancho del mundo y una de las siete maravillas del planeta.
Argentina es el octavo país más grande del mundo con una superficie marítima de 6,5 millones de km21 y otros 3,7 millones de km2 de superficie terrestre2.
Somos un país marítimo (por tener más superficie de agua que de tierra) y bicontinental (además de estar asentados en América, reclamamos históricamente una porción de la Antártida y ejercemos soberanía sobre ella hace más de 119 años).
Durante mucho tiempo fuimos educados viendo al Sector Antártico Argentino como un pequeño recuadro triangular al costado de los mapas, dificultando nuestra generación de conciencia acerca del verdadero tamaño y características del territorio nacional.
Esto empezó a cambiar a partir de 2010 con la Ley N° 26.651, que estableció la obligatoriedad de que los mapas muestren a la Antártida Argentina en su tamaño real, revalorizando el territorio argentino en toda su magnitud y proporciones3.
Sin embargo, el dato más relevante es el menos visibilizado: la Argentina no controla de forma definitiva ni la mitad de su territorio.
Se calcula que el 61% del territorio que nos corresponde está invadido y/o en disputa con otros países, y por eso, sólo controlamos efectivamente el 39% del mismo4.
Desde un punto de vista estrictamente jurídico, esto se debe a la ocupación británica de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, la disputa en suspenso por la soberanía en la Antártida, las aguas del Atlántico Sur que rodean esos territorios5, y la delimitación pendiente de los límites con Chile.
Con un tinte más geopolítico, podemos incluir la situación de la Cuenca del Plata, la extranjerización ilegal de enormes extensiones de tierras de la Patagonia, bases extranjeras, entre otras cuestiones que brevemente mencionaremos a continuación.
En definitiva, lo que debe ocuparnos es que quizás estemos en camino a ser el tablero donde, bien lejos de sus tierras, las potencias del mundo se disputen el control de los mares, el comercio y los recursos más escasos para las próximas décadas, que abundan en nuestro suelo: el agua, los minerales, los hidrocarburos, la tierra y los alimentos.
No podemos olvidar que somos uno de los últimos diecisiete países en el mundo que sigue padeciendo el colonialismo en carne propia y en pleno siglo XXI, a solo 500 kilómetros de nuestras costas patagónicas.
El Atlántico Sur y sus Islas
Actualmente, el significado de las Malvinas no es el mismo que en 1833, año en que los británicos decidieron invadirlas6.
La posesión de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur es fundamental porque permite controlar la salida de nuestras exportaciones, el comercio marítimo internacional, el paso interoceánico entre el Atlántico y el Pacífico, las enormes riquezas de hidrocarburos, recursos pesqueros, minerales y biodiversidad existentes en ellos, así como por su cercanía a la Antártida.
Como sabemos, el Reino Unido controla todo eso7.
La cantidad de recursos nacionales que están siendo explotados por otros países a raíz de esta situación hace que la cuestión no sólo incumba a la soberanía territorial, sino también al desarrollo.
El Reino Unido otorga licencias ilegales a empresas extranjeras (especialmente chinas y españolas) para una de las actividades pesqueras más importantes y rentables del mundo en aguas cercanas a las Islas.
Los barcos pesqueros suelen ubicarse en el límite de ingreso a las aguas argentinas para cruzarlo y depredar nuestros recursos. Se estima que en los últimos cuarenta años, en esas aguas se ha pescado el equivalente a 180 mil millones de dólares8.
La NASA capturó las ciudades de luces que forman los barcos pesqueros extranjeros en el límite de las aguas argentinas
El control de las Malvinas y sus aguas es fundamental porque también tenemos las bocas orientales de tres pasajes que conectan a los Océanos Atlántico y Pacífico (Estrecho de Magallanes, el Canal de Beagle y el Pasaje Drake). Asimismo, las Islas significan la puerta de ingreso a la Antártida9.
Conscientes de ello y poco tiempo después de la Guerra de 1982, los británicos militarizaron ilegalmente las Islas10.
Misiles, buques, submarinos nucleares, más de mil soldados, radares de largo alcance, aviones y portaaviones son de los armamentos más importantes que tiene la base militar, misilística, naval y aérea más grande de todo el hemisferio sur, ubicada en Monte Agradable, a sólo 670 km de la Patagonia.
De hecho, Malvinas es uno de los territorios más militarizados del mundo, con alrededor de 1.500 militares en una población total de 3.000 personas11.
Desde que se reanudaron las relaciones diplomáticas con Reino Unido se dejó de lado la disputa por la soberanía12, se reconoció la posesión británica sobre las Islas y sus recursos, la ocupación militar y la explotación económica del Reino en el Atlántico Sur, frente a la Patagonia, los pasajes biocéanicos y la Antártida.
Todo esto quedó plasmado en el texto de los vergonzantes Acuerdos de Madrid I y II13, firmados en 1989 y 1990, los cuales, siendo expresamente lesivos de la soberanía nacional, hasta la fecha no fueron cuestionados14.
La Antártida Argentina
Desde 1904 nuestro país afirma soberanía no sólo en una gran porción al sur de América, sino también en la Antártida.
Si bien la Antártida no le pertenece a ningún país (por el Tratado Antártico de 1959 vigente hasta la fecha) y está prohibida la explotación de sus recursos, para el año 2048 se prevé la revisión de esa situación y podrían levantarse dichas prohibiciones, en un mundo en el que la escasez de recursos crece desmesuradamente.
En el hielo de la Antártida se encuentra más del 80% de toda el agua dulce del planeta, y a su vez, debajo de esa capa de hielo se encontraría la tercera reserva de petróleo y la segunda de carbón más grande del mundo15.
Aunque la disputa por la soberanía sigue en suspenso, siete países reclaman dominio sobre porciones de su territorio. Argentina es uno de ellos, al igual que Chile y Reino Unido, que reclama la totalidad del territorio antártico sobre el que actualmente ejercemos soberanía.
La principal actividad que se desarrolla en el continente blanco es la investigación científica. Argentina tiene 13 bases científicas, lo que la posiciona como el país con mayor presencia en el territorio, siendo una de ellas la más antigua de todas las que operan en el continente
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La Patagonia
La presencia de esta potencia extra-regional con su base militar a pocos kilómetros de la Argentina continental es una amenaza a la paz en la región. En este contexto, la cercanía con la Patagonia no es una cuestión menor, ya que en ella hay importantes reservorios de agua dulce, gas y petróleo.
Allí, el magnate británico Joe Lewis, además de adueñarse ilegítimamente del Lago Escondido (un bien natural de dominio público argentino) situado en territorios fronterizos con Chile e impedir su acceso público con la complicidad de las fuerzas de seguridad16, construyó una enorme pista aérea que permite el aterrizaje de aviones de gran porte cerca de la costa atlántica, cuyos movimientos se desconocen, careciendo de radares, y desde donde se han denunciado vuelos privados hacia las Islas Malvinas17.
No es un caso aislado. La Patagonia es una de las regiones del país que están altamente extranjerizadas de forma ilegal, en muchos casos18. 14,7 millones de hectáreas (la mitad de la superficie de Italia) están en manos de extranjeros19.
Entre los principales terratenientes figuran Benetton, Lee Mc Bride, Tompkins y el propio Lewis, que hace poco sumó al mismísimo emir de Qatar (conocido por todos por ser quien le entregó la Copa del Mundo a Lionel Messi) como vecino de su enorme estancia20.
En la región patagónica también subsiste un conflicto con Chile por la demarcación del límite de la frontera en un área de 1.411 km. Se trata de la zona de los Hielos Continentales, la tercera mayor extensión de hielos continentales en el mundo.
Por otro lado, a la presencia china en la Antártida y en el Atlántico Sur por la pesca ilegal, se le agrega su presencia en la Patagonia.
Desde 2017 opera en Neuquén una base científica de acceso restringido que rastrea satélites de uso civil, con posible empleo militar y de espionaje, que depende directamente del Ejército Popular Chino21, y donde el Estado Nacional no tiene herramientas de control sobre las actividades que se realizan22. El acuerdo es a 50 años y prohíbe a la Argentina dictar medidas en su propio territorio nacional «que puedan interferir con las actividades de China»23.
Un establecimiento similar opera desde 2013 en Malargüe, Mendoza. La diferencia es que goza de mucha mejor fama en la opinión pública por su origen y servicio europeo24.
A su vez, en los últimos meses se estuvo rumoreando la construcción de una base naval china en Ushuaia que activó las presiones de EE.UU., ya que permitiría a China brindar apoyo a su depredadora flota pesquera, controlar las aguas atlánticas y el tránsito interoceánico y afianzar su pretensión sobre la Antártida. Lo mismo que hace desde Malvinas el Reino Unido, primo hermano de los EE.UU. en la OTAN
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La disputa global entre China y Estados Unidos también cobra sentido en nuestro territorio, tan codiciado por las potencias.
La base militar británica en las Malvinas brinda apoyo logístico a la OTAN y en especial a EE.UU., que en 2008 anunció la reactivación de la IV Flota (disuelta en 1950) para patrullar el Caribe, América Central y América del Sur25.
En 2018 la Embajada yanqui anunció la construcción de un establecimiento en Neuquén dirigido y financiado directamente por el Comando Sur26, una unidad del Pentágono que defiende los intereses norteamericanos en la región27.
Según el actual embajador yanqui, «el sitio es sólo un regalo que el gobierno de Estados Unidos hace a la gente de Neuquén» para prevenir desastres naturales y brindar ayuda humanitaria, pero el secretismo y la falta de información en torno a las actividades que allí se proyectan preocupan a la sociedad civil28.
La Cuenca del Plata
En la zona del litoral, Argentina posee una parte de la quinta cuenca hidrográfica más importante del mundo que funciona como una vía navegable y constituye una las principales salidas al océano Atlántico, denominada Cuenca del Plata, también mal llamada «Hidrovía».
En esencia, se trata del río Paraná y no del consorcio de empresas privadas (Hidrovía S.A.) que lo administran. Los mapas moldean sentido y percepciones sobre los territorios, al igual que las palabras.
En la Cuenca del Plata convergen los ríos Paraná y Uruguay, que desembocan en el Río de La Plata y finalmente en el océano Atlántico Sur. Todo se conecta.
Esta vía navegable es vital para la región y nuestro país: por esas aguas transita el 50% de la proteína vegetal que alimenta al mundo, el 95% de los bienes que compramos y el 80% de lo que vendemos al mundo29.
Sin embargo, desde hace décadas es administrada por dos empresas privadas, una de ellas extranjeras. La desregulación y la falta de controles sobre las cargas que se transportan facilitan la subfacturación y evasión fiscal, defraudando al Estado y al patrimonio público de los argentinos.
Además, desde esas aguas no tenemos salida directa al mar, ya que para la navegación de los grandes barcos se requieren obras de dragado, y ante su falta, los barcos que entran y salen del país desde y hacia cualquier parte del mundo tienen que transitar, necesariamente, por aguas uruguayas (con los costos, pérdidas de recursos y demoras que implica).
Entiéndase: para poder salir desde nuestra tierra a nuestro mar, tenemos que pasar por otro país. Es una situación similar a las que aquejan a países como Bolivia o Suiza, que a diferencia nuestra no tienen un metro de costa, pero nuestro territorio se compone mayormente por agua de mar.
La solución está en el dragado del Canal Magdalena recientemente anunciado, que conectaría directamente las aguas interiores argentinas con las aguas marítimas30.
A la penosa situación de la Cuenca del Plata se le agrega que, siendo de las aguas más navegadas del mundo, Argentina no tiene una flota marina mercante propia para poder transportar los productos que vende al exterior.
Hasta hace algunas décadas, el país contaba con una poderosa marina mercante que transportaba al exterior casi la totalidad de la producción nacional, pero el desguace del patrimonio público nos ubica en este injusto presente: el 95-98% de los barcos que transportan nuestras importaciones y exportaciones son extranjeros, y eso le cuesta al país alrededor de 3.400 millones de dólares anuales.
La arteria comercial más importante de Suramérica está volviendo a ser una zona de disputa entre las potencias imperiales.
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En un tramo de la Cuenca que pasa por Paraguay está por establecerse un destacamento que alojaría soldados estadounidenses31, junto con la intención de Estados Unidos de construir una base militar en la triple frontera de Argentina, Paraguay y Brasil, cerca del acuífero guaraní32.
Los yanquis no sólo tienen un interés estratégico en controlar los granos y el agua de esta región, sino que también, por la presencia de empresas chinas, la cuestión empieza a sonar como un tema de «seguridad nacional» en Washington.
Recordemos que -nada más ni nada menos- hace 177 años, en noviembre de 1845, Gran Bretaña y Francia (los imperios de la época) invadieron las aguas del Paraná para controlar el comercio de la región.
La invasión fue resistida en inferioridad de condiciones por criollos, mestizos, gauchos y extranjeros que hicieron propia la patria argentina en lo que fue la Batalla de la Vuelta de Obligado, que conmemoramos todos los 20 de noviembre en el Día de la Soberanía Nacional.
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Palabras finales
La cuestión no es exclusiva de nuestro país, sino de toda Suramérica y el Caribe, una región históricamente intervenida por el extranjero y dotada de las superficies cultivables, los bosques naturales, el agua dulce, los hidrocarburos y la biodiversidad más abundantes del mundo.
Desde hace dos siglos, EE.UU. nos ve como un patio trasero, una región donde no pueden haber otros poderes que disputen su predominio y que tiene decenas de bases militares desperdigadas por toda la región. Pero su hegemonía peligra con la influencia que China gana cada vez más mediante sus inversiones, aprovisionamiento de materias primas y acercamiento político.
Los recursos son cada vez más escasos y las potencias del mundo están ocupadas en dominar y explotar los territorios en los que todavía abundan, como el nuestro.
A ese contexto se le agrega un condimento: el endeudamiento eterno de países como el nuestro, en el que desde hace dos décadas el pago de la deuda supera ocho veces lo que se destina al desarrollo de la ciencia, y duplica lo que se destina a la defensa nacional, dos actividades fundamentales para el ejercicio pleno y efectivo de soberanía.
La desigualdad de poder entre las naciones suramericanas y el resto del mundo puede contrarrestarse con una integración regional que responda a intereses y necesidades propias, y permita una efectiva protección y defensa de los recursos.
La soberanía es una sola y no se puede fraccionar. Sería contradictorio levantar -con razón- la bandera de las Malvinas Argentinas sin hacer lo propio con toda otra cuestión que involucre la independencia, integridad, libertad y autodeterminación (soberanía, en definitiva) de un país que aún tiene su cuestión nacional por resolver.
Es que, en definitiva, estos temas no sólo involucran a la soberanía como algo que puede parecer abstracto, sino también al desarrollo y bienestar del pueblo argentino.
Las respuestas a las necesidades que millones de argentinos padecen requieren recursos y gran parte de ellos se nos escapan por la falta de dominio efectivo sobre los inmensos territorios y riquezas que nos corresponden.
Todos sabemos que el Reino Unido usurpa las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur y que son argentinas, es algo que conforma el imaginario popular, pero muchas veces desconocemos los fundamentos de nuestro reclamo, de lo que no están exentos importantes dirigentes nacionales33.
La instrucción, por lo general, nos aporta mucho sobre lo universal y lejano, y poco de lo autóctono y cercano34. Es necesario concientizar sobre la amplitud y las riquezas del territorio nacional argentino, pero también de que su pueblo sea quien lo controle efectivamente.
Sin conocimiento de lo propio no puede haber conciencia de lo que se tiene, y menos aún, defensa y determinación del porvenir común.
Notas al pie
1- Malvinas, Antártida y Atlántico Sur: Colonialismo, soberanía y desarrollo en el siglo XXI / Lucía Wolaniuk… [et al.].- 1a ed.- Ciudad Autónoma de Buenos Aires : CLACSO, 2022.
2- https://www.argentina.gob.ar/pais/territorio/extension.
3- Ya en 1946, Juan Perón, por medio del Decreto 8.944/1946, había prohibido “«la publicación de mapas de la República Argentina que no representen en toda su extensión la parte continental e insular del territorio de la Nación; que no incluyan el sector antártico sobre el que el país mantiene soberanía; que adolezcan en deficiencias o inexactitudes geográficas, o que falseen en cualquier forma la realidad, cualquiera fueren los fines perseguidos con tales publicaciones», con el objetivo de impedir que «la cartografía que se divulgue en nuestro país, y con mayor razón en el extranjero, no adolezca de fallas que producidas voluntaria o involuntariamente puedan lesionar la soberanía nacional».
4- Ganeau, Eduardo Ligio. «Las jurisdicciones marítimas argentinas como sustento de los intereses marítimos y sus necesidades de protección.” Anuario ISIAE 2019, pp. 59-75, https://www.cari.org.ar/pdf/isiae-anuario2019.pdf.
5- ILLSS. “Argentina–United Kingdom: overlapping claims in the South Atlantic and Southern Oceans(Falkland/Malvinas Islands).” IILSS-International institute for Law of the Sea Studies, 4 Septiembre 2021, http://iilss.net/argentina-united-kingdom-overlapping-claims-in-the-south-atlantic-and-southern-oceansfalkland-malvinas-islands/.
6- Hasta la Guerra de Malvinas, el Reino Unido ocupaba sólo la superficie terrestre de las Islas (15.277 km2), pero desde entonces también controla las aguas del Atlántico Sur que las rodean (aproximadamente 2.600.000 km2).
7- Aún así, Mauricio Marci, quien portó la banda presidencial, afirmó que las Malvinas «serían un fuerte déficit adicional para la Argentina» y que nunca entendió «los temas de soberanía en un país tan grande como el nuestro». Continuación de las ideas de Domingo Sarmiento y Bartolomé Mitre, «próceres» convencidos de que «el mal que aqueja a la Argentina es su extensión» y que «Buenos Aires debe replegarse sobre sí misma».
8- Lerena, César. “Más lejos de Argentina que en 1982, más cerca del Reino Unido que en 2003.” SerIndustria, 14 Junio 2022, https://www.serindustria.com.ar/mas-lejos-de-argentina-que-en-1982-mas-cerca-del-reino-unido-que-en-2003/.
9- Biangardi Delgado, Carlos Alberto. “Cuestión Malvinas, Atlántico Sur, Plataforma Continental y Antártida. Propuesta para la construcción de una Política de Estado.” Revista Relaciones Internacionales, vol. 42 (Segmento Digital), no. Instituto de Relaciones Internacionales (IRI), Segundo semestre de 2012.
10- Violando la Resolución 31/49 de Naciones Unidas que prohíbe a la Argentina y al Reino Unido adoptar decisiones unilaterales en las Islas, y la Resolución 41/11 de Naciones Unidas que establece una zona de paz y cooperación en el Atlántico Sur.
11- Uriel Erlich, La cuestión Malvinas: integración regional para fortalecer una política soberana.
12- Caviasca, Guillermo. “Acuerdos de Madrid: La diplomacia como continuación de la guerra por otros medios.” El Sureño, 19 Agosto 2018, https://www.surenio.com.ar/acuerdos-de-madrid-la-diplomacia-como-continuacion-de-la-guerra-por-otros-medios/.
13- Aurelli, Enrique. “Acuerdo de Madrid: los ocho artículos de la vergüenza del Versalles argentino.” Contraeditorial, https://contraeditorial.com/acuerdo-de-madrid-los-ocho-articulos-de-la-verguenza-del-versalles-argentino/.
14- Barcesat, Eduardo y César A. Lerena. “Los acuerdos de Madrid I y II y el pacto de Foradori-Duncan: fundamentos para desestimarlos.” Perfil, 12 Julio 2021, https://www.perfil.com/noticias/opinion/eduardo-barcesat-cesar-lerena-los-acuerdos-de-madrid-i-y-ii-y-el-pacto-de-foradori-duncan-fundamentos-para-desestimarlos.phtml.
15- Oscar Mastropierro. Análisis Estratégico del Archipiélago de Malvinas y los mares circundantes.
16- Calderaro, Romina. Joe Lewis, el amigo de Macri que se apropió de Lago Escondido. 9 de febrero de 2022: https://www.telam.com.ar/notas/202202/582910-joe-lewis-lago-escondido-mauricio-macri.html.
17- Giardinelli, Mempo. “Pájaro inglés volando alto en Patagonia.” Página12, 3 Junio 2022, https://www.pagina12.com.ar/426331-pajaro-ingles-volando-alto-en-patagonia.
18- La ley 26.737 estableció que los extranjeros no pueden tener más del 15% de las tierras del país, de una provincia o de un municipio. Sin embargo, hay 50 jurisdicciones en el país que sobrepasan el cupo: San Carlos, Salta, tiene un 60% de su territorio extranjerizado; Molinos, Salta, tiene el 58% de extranjerización; General Lamadrid, La Rioja, tiene 57% de extranjerización; Lácar, Neuquén, tiene el 54%; y Campana, Buenos Aires, tiene el 50,2%.
19- Risso, Natalí. Los dueños extranjeros de las tierras argentinas. 15 de febrero de 2022: https://www.pagina12.com.ar/401314-los-duenos-extranjeros-de-las-tierras-argentinas.
20- A24. La Justicia investiga si el emir de Qatar compró 28.000 hectáreas en la Patagonia. 8 de febrero de 2023: https://www.a24.com/actualidad/exclusivo-a24-la-justicia-investiga-si-el-emir-qatar-compro-28000-hectareas-la-patagonia-n1076434.
21- Argüello, Irma. “Por qué la base china en Neuquén debería preocuparnos.” Infobae, 10 Febrero 2019, https://www.infobae.com/opinion/2019/02/10/por-que-la-base-china-en-neuquen-deberia-preocuparnos/.
22- Montes de Oca, Ignacio y Monge Molina, Julieta. Argentina quedó atrapada en medio de una disputa militar por el espacio entre los Estados Unidos y China. 19 de febrero de 2019: https://www.infobae.com/politica/2019/02/15/argentina-quedo-atrapada-en-medio-de-una-disputa-militar-por-el-espacio-entre-los-estados-unidos-y-china/.
23- La Nación. Las bases chinas en nuestro país. 2 de febrero de 2023: https://www.lanacion.com.ar/editoriales/las-bases-chinas-en-nuestro-pais-nid02022023/.
24- Blinder, Daniel. Geopolítica y bases espaciales en la Argentina: https://www.unsam.edu.ar/tss/geopolitica-y-bases-espaciales-en-la-argentina/.
25- En agosto de 2018 el secretario de Defensa británico, Gavin Williamson, resaltó la fortaleza de la relación entre el Reino Unido y los EE.UU.: «Estamos listos para responder a cualquier situación en cualquier momento. Hemos desplegado fuerzas en todo el mundo, podemos recurrir a nuestros territorios de ultramar en Gibraltar, las Áreas de la Base Soberana en Chipre, la Isla Ascensión, las Islas Falklands y el Territorio Británico del Océano Índico. Estos a menudo proporcionan instalaciones clave no solo para nosotros, sino también para EE.UU.».
26- Hace unos meses, Laura Richardson, actual jefa del Comando Sur, dijo públicamente: «¿Por qué es importante esta región? Con todos sus ricos recursos y elementos de tierras raras, tienes el triángulo del litio, que es necesario para la tecnología actual. El 60% del litio del mundo está en el triángulo del litio: Argentina, Bolivia, Chile. Tienes las reservas de petróleo más grandes, crudo ligero y dulce descubierto en Guyana hace más de un año. Tienes los recursos de Venezuela también con petróleo, cobre, oro. Tenemos los pulmones del mundo, el Amazonas. También tenemos el 31% del agua dulce del mundo en esta región. Quiero decir, es fuera de lo común. Tenemos mucho que hacer. Esta región importa. Tiene mucho que ver con la seguridad nacional y tenemos que intensificar nuestro juego». Nótese cómo a medida que avanza la explicación, la representante del gobierno de EE.UU. empieza a referirse a la tenencia de los recursos en primera persona.
27- Noyola Rodriguez, Ariel. Argentina. ¿Base «camuflada» de EE.UU.? Qué pasa con el polémico centro de emergencias de Neuquén. 17 de febrero de 2023:
https://www.resumenlatinoamericano.org/2023/02/17/argentina-base-camuflada-de-ee-uu-que-pasa-con-el-polemico-centro-de-emergencias-de-neuquen/.
28- Sandoval, Sofia. Qué dijo el embajador Stanley sobre el edificio que construyen en Neuquén. 8 de agosto de 2023: https://www.lmneuquen.com/que-dijo-el-embajador-stanley-el-edificio-que-construyen-neuquen-n935796.
29- Arce, Oscar M. “Los costos en el Río de La Plata. La rectificación del Canal Magdalena.” Boletín del Centro Naval, 2021, https://fadara.armada.mil.ar/Publicaciones/Ver/29?titulo=canal-magdalena-arce.
30- “El canal Magdalena: un desafío soberano.” Centro CEPA, 4 Agosto 2022, https://www.centrocepa.com.ar/informes/348-el-canal-magdalena-un-desafio-soberano.
31- Taglioni, Augusto. Paraguay acordó con EEUU y sumará militares norteamericanos en la hidrovía. 22 de marzo de 2023:
https://www.lapoliticaonline.com/internacionales/paraguay-acordo-con-eeuu-y-sumara-militares-norteamericanos-en-la-hidrovia/.
32- Taglioni, Augusto. EEUU evalúa instalar una base en la triple frontera para evitar un acercamiento de Paraguay a China. 14 de agosto de 2022: https://www.lapoliticaonline.com/internacionales/paraguay-taiwan/.
33- Las Malvinas están habitadas por súbditos traídos de las Islas Británicas para instalar y mantener una población que se caracterice por su britaneidad, luego de echar a los argentinos que allí vivían hasta 1.833. La actual población de las Islas (denominados kelpers) lejos está de ser un pueblo sujeto a un yugo, dominación y explotación extranjera, y por eso no tiene el derecho a decidir a qué Estado pertenecer (derecho a la autodeterminación de los pueblos). Se trata de un territorio colonizado y no un pueblo colonizado, pero aún así, por ignorancia o vocación, se escuchan dirigentes nacionales como Javier Milei o José Luis Espert proponer que la Argentina debe crear las condiciones para que los «habitantes de las Islas Malvinas quieran ser argentinos» o que directamente «las Falkland Islands son de los kelpers», como afirmara la diputada nacional Sabrina Ajmetchet.
34- Jauretche, Arturo M. Los profetas del odio y la yapa. 1a ed., Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Corregidor, 2020.
Un comentario sobre “Argentina, el país que se disputa más de la mitad de su territorio con las grandes potencias del mundo – Estatuto del coloniaje #3”