La Argentina de los ganaderos asignó tareas diplomáticas en el hijo de Julio Roca, vicepresidente de la nación, quien junto al encargado de negocios de nuestro imperio de turno en manos del Vizconde Walter Runciman decidieron trabajar un 1° de mayo de 1933 y estamparon sus firmas en lo se conoce hasta hoy como el “Pacto Roca-Runciman”. En Londres, por supuesto, para profundizar las relaciones coloniales no hay feriados. También en el Día del Trabajador, la oligarquía argentina pateaba en contra del pueblo al que gobernaba, pero acá no somos mal pensados y creemos en la casualidad de la fecha.
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George Engel fue uno de los ocho dirigentes sindicales que fueron juzgados, por la revuelta de Haymarket del año anterior. Ocho ciudadanos neoyorkinos que habían osado junto a algo más de 350.000 mil trabajadores, a lo largo y ancho de Estados Unidos, a reclamar entre otras cosas que una jornada de trabajo de 14 horas, no les permitía gozar de la libertad de pasar tiempo con sus familias, descansar y dedicarse a las ciencias y las artes.
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