La «pequeña revolución» de la dictadura profundizada en democracia – Estatutos del coloniaje #2

Los bancos forman parte de nuestro día a día, a ellos confiamos nuestros ahorros, allí se depositan sueldos y jubilaciones y el crédito es la posibilidad de desarrollar cualquier industria o acceder a la vivienda. Sin embargo, desde la última dictadura cívico-militar, se orquestó un sistema financiero al servicio de la especulación, que aún sigue vigente.

Escribe Justo Arias

Para inaugurar esta sección, hace poco hablamos sobre el flagelo de la deuda externa. Lee la nota>> https://repliegue.com.ar/deuda-externa-la-mayor-estafa-de-nuestra-historia-estatutos-del-coloniaje-1

De esta forma, cada mes iremos repasando cuestiones que mantienen anclada la independencia y la dignidad de nuestra patria.

Ahora nos toca hablar de los bancos y el sistema financiero a partir de la última dictadura cívico-militar. Una historia de estafas al pueblo argentino, negocios y complicidades empresariales con el Proceso, la conformidad de toda la dirigencia política desde 1983 y una vigencia de casi medio siglo.

Aunque el tema parezca algo lejano, recordemos que los bancos forman parte de nuestro día a día. A ellos confiamos nuestros ahorros y allí se depositan sueldos y jubilaciones.

Un informe de la CELAG cuenta: «en 2019, el sistema financiero de la región generó unos 100 mil millones de dólares de beneficios, cifra equivalente al tamaño del PIB de Ecuador o al de Paraguay y Uruguay sumados».1 

Argentina es el tercer país que más aporta a esa cifra, sólo detrás de Brasil y México. Pero a diferencia de Brasil, nuestro país ocupa el segundo lugar en la región con mayor peso de bancos extranjeros. La ganancia de los bancos que operan en América Latina en general y en la Argentina en particular está entre las más altas del mundo, siendo la segunda región más rentable para las entidades financieras de Europa y Estados Unidos. El motivo, según la CELAG, es que el sector está «demasiado protegido y sobrevalorado» por las autoridades de turno.

Reorganizar la Argentina, el objetivo de la última dictadura

Todo comenzó a mediados de los años ‘70 con la globalización y el Plan Cóndor, encabezado por Estados Unidos, para controlar la región.

Los horrores que los militares que tomaron el poder en marzo de 1976 se atrevieron a planificar y ejecutar tuvieron la finalidad de reorganizar social y económicamente a la Nación. Para ello, debía destruirse esa Argentina soberana y socialmente justa, en beneficio de los grandes grupos económicos y financieros cómplices del nuevo régimen que se avecinaba.

José Alfredo Martínez de Hoz, ministro de economía de Jorge Rafael Videla

En ese contexto, el ministro José Alfredo Martínez de Hoz impulsó en 1977 una reforma financiera que buscaba insertar al país en la hegemonía del capital especulativo internacional2.

«Esto es un cambio de estructura de las instituciones financieras argentinas, una pequeña revolución que va mucho más lejos de lo que la gente ve. Los vamos a cambiar a todos y a cambiar la mentalidad, que es lo importante» dijo Martínez de Hoz al sancionar, según él, la ley más importante de la dictadura, que sigue vigente hasta nuestros días: la nro. 21.526 de Entidades Financieras.

Unos meses después se ganaría el elogio de David Rockefeller, buitre financiero de las grandes ligas: «Es muy obvio para mí, como para todo el segmento bancario y económico internacional, que las medidas de su programa han sido muy, pero muy exitosas para resucitar la economía de la Argentina». Como veremos, poco tiempo después la dictadura le devolvería el favor al banquero yanqui.

Básicamente, el espíritu de la ley 21.526 consiste en otorgar plena libertad a los bancos para que puedan hacer todo lo que quieran, excepto algunas pocas y expresas prohibiciones. Su sanción fue un quiebre en varios aspectos económicos, sociales y culturales que continúan hasta hoy y mencionaremos brevemente a continuación.

Desindustrialización

En primer lugar, fue el primer paso para eliminar los resortes de la industrialización nacional: la nacionalización de los depósitos, la determinación de la tasa de interés y el destino de los créditos por parte del Banco Central, que buscaban promover y facilitar su acceso a los sectores productivos.3

Cuando la dictadura tomó el poder, la banca y los créditos estaban al servicio del interés nacional y de una industria que ya vendía sus productos al exterior y generaba desarrollo, soberanía, empleo y ascenso social. Pero esa lógica cambió a partir de la reforma de 1977.

La industria comenzó a estar presa de las finanzas, ya que la rentabilidad especulativa abrió el paso a mayores ganancias extraordinarias, fáciles y a corto plazo, en perjuicio de la actividad productiva de ganancias medias, más inciertas y de mediano plazo.4

El sueño de un país industrial se empezó a esfumar por obra de los militares que respondían a intereses foráneos. Ejemplo de ello fue el final de la paradigmática IAME, una empresa estatal que desde 1952 fabricaba vehículos por y para el pueblo -de yapa también los vendía al exterior- hasta que en 1980 cerró por decisión de Martínez de Hoz.  

Especulación, fugas de capitales y deuda externa

Por otra parte, la libertad de los bancos para determinar las tasas de interés dio nacimiento a la llamada “bicicleta financiera”, que consiste en cambiar dólares por pesos y depositarlos en los bancos de nuestro país, que ofrecen altas tasas de interés (gracias a la ley en cuestión), retirar el dinero un tiempo después -el depósito inicial más la ganancia obtenida por las altas tasas-, volver a dolarizarlo y así obtener una renta especulativa que generalmente es fugada al exterior.5

Sobre esto último, Hernán Arbizu, un ex ejecutivo argentino de la banca J.P. Morgan que fue juzgado en Estados Unidos por operaciones ilegales, detalla: «Yo sé mucho de fuga de divisas. Para la Argentina es un cáncer enorme. Para que te des una idea, el dinero que tenían ahorristas chinos fuera de China sin declarar eran unos 700 mil millones de dólares. Imaginate lo que es la economía China. Argentina llega a tener la mitad de ese número y pensá lo que es la economía argentina. Solo con esas cifras te das cuenta de que el problema es inmenso». Y agrega: «Yo cubría toda Latinoamérica. Los cálculos que teníamos nosotros era que por cada 100 pesos de ahorro generados en la Argentina, un 80% se iba al extranjero y un 20% se quedaba en el país».6

La tramoya nos empieza a cerrar si nos preguntamos cómo es que nuestro país se provee de semejante cantidad de dólares. La lamentable respuesta es que casi siempre provienen del endeudamiento del Estado con el extranjero, hipotecando el patrimonio público y los derechos de los argentinos.

Pocas veces la deuda externa pública fue utilizada para potenciar el desarrollo nacional. Por el contrario, ha sido siempre una herramienta para garantizar las actividades especulativas de unos pocos grupos económicos locales y extranjeros que juegan en contra de la economía nacional.

Así es que hoy la Argentina adeuda un tercio de la riqueza que produce y, en promedio, cada uno de nosotros debe 4 mil dólares al mundo financiero.

La lógica «endeudar y fugar» se repite de forma ininterrumpida desde la última dictadura. Pensemos que de cada 10 dólares que ingresaron al país a través del feroz endeudamiento público entre 2016 y 2019, 8 se fugaron.7 Y desde 19768 hasta hoy la fuga de capitales superó los 320 mil millones de dólares.9 «Tenemos dos países, uno adentro y otro offshore», afirma el historiador y economista Mario Rapoport al citar un estudio internacional que ubica a la Argentina como el quinto país con mayor evasión impositiva en el mundo.10

Concentración, privatización y extranjerización

La Ley de Entidades Financieras también concentró, privatizó y extranjerizó el sistema financiero nacional. A lo largo de cuatro décadas, la cantidad de bancos se redujo a poco más de la mitad y aumentó el peso de aquellos de carácter foráneo. Si en 1977 el 16% de los bancos era extranjero, hoy se explica con el 24% del total. Y dentro del top 10 de mayor tamaño, cuatro tienen su origen fuera del país.11

Estafas a nuestro pueblo

Por exigencia del poder, la ley también creó un régimen de garantía para los bancos privados. El Estado, con fondos públicos, se hacía cargo de respaldar a los bancos si quebraban. En menos de dos años quebraron 19 entidades financieras.12

«Si formabas un banco con un grupo de amigos, tomabas depósitos de la gente a tasas altísimas porque tenías la tasa liberada, podías llenarte de dinero en dos o tres años. Quebrabas ese banco y ¿quién pagaba todo? el Estado. Era un negocio enorme crear un banco».13

A su vez, la reforma financiera de 1977 permitió a los bancos privados endeudarse ilimitadamente con el extranjero. Unos años después, en 1982, la dictadura dispuso que el Estado se hiciera cargo de pagar las deudas externas de setenta grandes empresas (alrededor de 23 mil millones de dólares).

Entre ellas, vemos al Chase Manhattan Bank (propiedad de David Rockefeller, el mismo que unos años antes se floreaba con el ministro Martínez de Hoz), Citibank, Banco Río, Banco Francés, Galicia, Deutsche Bank, Supervielle, Grupo Macri, y otras.14

Dolarización

La reforma financiera de 1977 promovió, además, la compra y venta de dólares sin justificar su destino, que dio origen a la dolarización de la economía en los ahorros, compras e inversiones, agravando la dependencia y fragilidad de nuestra economía.

Durante la etapa industrial (1930-1975) hubo en promedio una crisis cada 11,25 años, mientras que en la época de las finanzas (1976-presente) hay una crisis cada 7,5 años.15

Las crisis se producen por la falta de dólares, aun cuando somos el país del mundo que más dólares tiene por habitantes por fuera de los Estados Unidos, según una investigación de la Reserva Federal norteamericana de 2006.16

El 16 julio de 1977, a sólo un mes y medio de la reforma financiera, se encontró el primer aviso en un diario nacional con el valor de una propiedad inmueble expresado directamente en dólares. En mayo de 1980, 9 de  cada 10 avisos de propiedades ya estaban dolarizados.17 Hoy todo el mercado inmobiliario se maneja en moneda estadounidense. Un ejemplo del cambio social, económico y hasta cultural que significó la «pequeña revolución» de Martínez de Hoz, que a más de 45 años sigue vigente.

Medio siglo de actualidad, una deuda de la democracia

«Todo el proceso de reestructuración de la economía no se logra completar en cinco años», advirtió Martínez de Hoz en 1981, confiando que «en este periodo sí creemos que hemos echado las bases firmes para esta transformación».18

Los gobiernos democráticos se encargarían de mantener el modelo neoliberal impuesto a sangre y fuego por la última dictadura, que nunca fue modificado en lo esencial desde el retorno a la democracia para ponerlo al servicio de los intereses y las necesidades nacionales, como la producción, el trabajo o el acceso a la vivienda.19 Incluso fue pensado como el motor de la economía durante los años de Carlos Menem y de Mauricio Macri.

La Ley de Entidades Financieras fue modificada muchas veces pero nunca se alteró su espíritu, que, de hecho, se profundizó en democracia cuando en los ‘90 se facilitó la extranjerización del sistema al eliminar los requisitos adicionales para los bancos extranjeros, otorgándoles igual trato que los bancos nacionales.

Desde el «corralito» del 2001 que dejó sin sus ahorros a la gente para evitar la quiebra de los bancos y salvar el modelo económico, en los últimos veinte años, aún con gobiernos de distintas banderas y una crisis financiera mundial de por medio, los pocos y grandes bancos fueron los grandes ganadores en nuestro país.20

Un jubilado y ahorrista protestando por la imposibilidad de acceder a su dinero por el corralito de diciembre de 2001

Es necesario ponerle fin al legado económico de la dictadura que nos condena a medio siglo de desindustrialización, especulación, sobreendeudamiento externo, fuga de capitales, dolarización, desigualdad, pobreza estructural en permanente crecimiento, inestabilidad y extranjerización de nuestros recursos. Un caldo que cuando hierve termina en las crisis a las que estamos acostumbrados.

Un verdadero Estatuto del Coloniaje que pone de rodillas a la Argentina frente al sistema financiero global y los intereses de las corporaciones internacionales.

«Anteriormente, cuando la función principal de los bancos era prestarle a los sectores productivos, la rentabilidad de los bancos salía de las ganancias de la industria y las empresas. A raíz de estas reformas, las ganancias pasan a ser principalmente del sector financiero y los bolsillos de los trabajadores que pagan los intereses y comisiones de las tarjetas de crédito», explica el economista Alan Cibils.

La ininterrumpida vigencia de una estructura económica y social impuesta por los militares mantiene en deuda a la democracia con los millones de compatriotas que desde su vuelta no comen, no se educan, ni se curan.

En el Gran Buenos Aires, en 1974, la población en hogares pobres sobre el total de la población era del 3,2%, pero alcanzó el 28% en 198221, y desde entonces hasta nuestros días no se pudo revertir esa marginalidad estructural. 

Además de los miles de desaparecidos y cientos de bebés apropiados que todavía no fueron encontrados, esta es otra herida abierta que dejó la dictadura.

Personas de todas las edades durmiendo dentro de los propios bancos para combatir el frío forman parte de un paisaje urbano que parece querer manifestarnos las causas que afectan la dignidad de tantos compatriotas

A 40 años de la vuelta a la democracia, es necesario terminar con el legado económico, social, político, jurídico y cultural que nos dejó la última dictadura cívico-militar. Por una patria libre, justa y soberana con más Memoria, Verdad y Justicia.

Leer nota >>https://repliegue.com.ar/argentina-entre-1985-y-2022/

Citas:

1Guillermo Oglietti, Sergio Paéz y Mariana Dondo. La rentabilidad de la banca en América Latina: ¿quién se lleva la lana?. Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica. Noviembre 2020.

 2Gambina, Julio C. y Hernández, Mario. El actual endeudamiento está basado en el régimen financiero montado hace 40 años por la dictadura. 23 de febrero de 2017: https://www.cadtm.org/El-actual-endeudamiento-esta.

3Marongu, Federico. La reforma del sistema financiero argentino de 1977 como factor fundamental para la instauración del modelo económico neoliberal en la Argentina. 2007.

4Santarcángelo, Juan. La reforma financiera de 1977 como pilar del endeudamiento externo. 8 de enero de 2017: https://vocesenelfenix.economicas.uba.ar/la-reforma-financiera-de-1977-como-pilar-del-endeudamiento-externo/#:~:text=Con%20esta%20medida%20el%20BCRA,capacidad%20prestable%20se%20incrementar%C3%ADa%20 considerablemente.

5Rua, Magdalena y Zeolla, Nicolás. Desregulación cambiaria, fuga de capitales y deuda: la experiencia argentina reciente. Problemas del desarrollo, vol. 49, núm. 194, 2018, Julio-Septiembre, pp. 5-30 Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Económicas.

6Hamilton, Mariano. Nunca más económico.- 1a ed.- Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Planeta, 2021.

7Banco Central de la República Argentina (BCRA). Mercado de cambios, deuda y formación de activos externos, 2015-2019. 14 de mayo de 2020.

8En Cuentas pendientes: los cómplices económicos de la dictadura Eduardo Basualdo detalla que la deuda externa pasó de 7.700 millones dólares en 1975 a 45.900 millones en 1983, y que la fuga de capitales, por su parte, pasó de 5.400 millones de dólares en 1975 a 37.100 millones en 1983.

9Barrera, Mariano A. y Bona, Leandro Marcelo. La fuga de capitales en la Argentina reciente (1976-2018). Revista Facultad de Ciencias Económicas; vol. XXVI, no. 2, 2018.

10Rapoport, Mario. Parece cuento que la Argentina aún exista: la crisis del neoliberalismo en el espejo del mundo y de la historia. 1a ed. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Editorial Continente, 2020.

11https://www.bcra.gob.ar/SistemasFinancierosYdePagos/Activos.asp.

12Sin Fin / Periodismo en profundidad. La pequeña revolución de Martínez de Hoz. Las leyes de la dictadura: https://www.lasleyesdeladictadura.com.ar/index.php?a=ReadArticle&article_id=3.

 13Ibídem

14Olmos Gaona, Alejandro Enrique. Deuda o soberanía: verdades ocultas de la dependencia.– 1a ed – Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Continente, 2021.

15Zícari, Julián. Crisis económicas argentinas: de Mitre a Macri.- 1a ed.- Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Continente, 2020.

16The Department of the Treasury, Board of Governors of the Federal Reserve System, United States Secret Service. The Use and Counterfeiting of United States Currency Abroad, Part 3. Septiembre de 2006: https://www.federalreserve.gov/boarddocs/rptcongress/counterfeit/default.htm#toc3.4.

17Gaggero, Alejandro y Nemiña, Pablo. Ladrillos… Pagina/12, 23 de junio de 2013: https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-6901-2013-06-23.html.

18Télam. 1981: Martínez de Hoz y la visión sobre los grandes logros. 26 de abril de 2014: .https://www.telam.com.ar/notas/201404/60871-martinez-de-hoz-ministro-de-economia-ultimo-discurso-1981.html

19A la luz del Derecho Internacional, la Carta de la Organización de los Estados Americanos (1948) establece en su artículo 45 que para el logro de la plena realización del hombre dentro de un orden social justo, con desarrollo económico y paz, los Estados Miembros tienen la obligación de “dedicar sus máximos esfuerzos” para que, entre otras cuestiones, la banca y el crédito respondan “a los requerimientos e intereses de la comunidad”.

20Los bancos siguen siendo los grandes ganadores del actual modelo económico. 21 de mayo de 2012:https://www.iprofesional.com/finanzas/137006-los-bancos-siguen-siendo-los-grandes-ganadores-del-actual-modelo-economico.Bancos: los grandes ganadores de la década. 4 de julio de 2018: https://lu17.com/destacado/los-grandes-ganadores-de-la-decada.

21 Rapoport, Mario. Historia económica, política y social de la Argentina (1880-2003).- 1a ed. – Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Crítica, 2020.

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